Confluencia a medias en la izquierda
Sólo Equo y Podemos lograron un acuerdo para ir juntos a nivel nacional el 20 de diciembre, pero Izquierda Unida comparte la lista con ambos partidos en Galicia y Cataluña
En los últimos meses, la confluencia de la izquierda española nos ha dejado en herencia formaciones políticas con nombres de lo más variopinto. En las elecciones municipales, destacaron el sencillo Ahora Madrid que lidera Manuela Carmena o el más farragoso Por Cádiz Sí se Puede de José María González, Kichi. En las catalanas de septiembre la cosa se puso más complicada, con Catalunya Sí que es Pot, que en realidad es Cataluña Sí se Puede. Pues en las generales no se ha podido. Al menos a nivel general.
El culebrón de este otoño ha tenido por protagonistas a Alberto Garzón y a Pablo Iglesias. Por momentos parecía que Izquierda Unida y Podemos irían juntos el 20 de diciembre. Pero empezó a hablarse de que Garzón sería candidato por Málaga y no por Madrid. Luego se dijo que Iglesias tendría que enfrentarse a otras primarias después de ganar las de su partido. Ninguna de las dos opciones convenció y el barco de la confluencia se fue a pique. El líder de Izquierda Unida lo confirmó una mañanaen los pasillos del Parlamento de Andalucía, aunque Podemos y los ecologistas de Equo sí lograron ponerse de acuerdo a nivel nacional.
Como en los cómics de Astérix, hay varias aldeas de irreductibles confluentes que lograron mantenerse unidos y resulta que son los que tienen mejores perspectivas electorales para el domingo. En 2011, Izquierda Unida se quedó sin escaño en Galicia y, según el CIS, la candidatura En Marea va a conseguir de 5 a 6 escaños en el Congreso de los Diputados. Detrás de esta marca están Esquerda Unida, Podemos Galicia y los partidos municipalistas de izquierdas de Santiago de Compostela, La Coruña, Ferrol y Pontevedra, además de Anova, que es una escisión del Bloque Nacionalista Galego (BNG) liderada por el histórico Xosé Manuel Beiras.
Si se compara la predicción del CIS con los resultados que consiguieron en 2011 los partidos que forman ahora En Marea, la mejora es incontestable. IU se quedó sin representación y un BNG roto por las escisiones se quedó con sólo dos asientos. Cuatro años después están cerca de triplicar los resultados. Lo que queda del BNG, que no va en la candidatura, no alcanzaría suficientes votos para enviar representante alguno a Madrid en la nueva legislatura.
Hay que recorrer la Cordillera Cantábrica y los Pirineos para llegar a otra de esas zonas de confluencia. Lo ensayaron con el ya mencionado Catalunya sí que es Pot en las elecciones autonómicas con resultados nada halagüeños. La coalición formada por Podemos, Equo, Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV) y Esquerra Unida i Alternativa (EUiA); fracasó estrepitosamente y se quedó lejos del PSOE, a quien pretendía batir. El 20-D repiten, pero han incluido en el pacto a la candidatura municipalista Barcelona en Comú, que gobierna en la Ciudad Condal, y cuya líder, la activista Ada Colau, cierra la lista. Se repite el fenómeno gallego. A pesar el batacazo de las catalanas, el CIS les da entre 10 y 11 escaños en la Carrera de San Jerónimo, cuando en 2011 fueron tres los diputados que consiguió la coalición entre ICV y EUiA.
Un poco más al sur, en la Comunidad Valenciana, está la tercera confluencia con cierta entidad de estos comicios, aunque en esta ocasión Izquierda Unida está fuera del pacto. Podemos y Equo consiguieron llegar a un acuerdo con Compromís. A pesar de las reticencias del Bloc Nacionalista Valencià, uno de los partidos que integran la formación regionalista, el empeño de Mónica Oltra y Pablo Iglesias consiguió llevar la nave a buen puerto. Como en Galicia y Cataluña, los resultados de Compromís e Izquierda Unida se multiplicarán el 20-D en relación a las generales de 2011, cuando obtuvieron un escaño cada uno frente a los siete que les otorga el CIS preelectoral.
Según el mencionado sondeo, Podemos obtendrá entre 23 y 25 escaños excluyendo las listas unitarias; mientras que Izquierda Unida-Unidad Popular se quedará con entre tres y cuatro. En las circunscripciones donde se presentan juntos, ambos partidos conseguirán de 22 a 24 diputados, es decir, lo mismo que el partido morado consigue a nivel nacional. "El pueblo unido jamás será vencido", dice una consigna clásica de la izquierda. Parece que los sondeos le dan la razón, aunque a veces no sepan verlo.
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