Arranca la campaña del desempleo
El dato de octubre y el caso de José Blanco complican la campaña de Rubalcaba. Javier Arenas carga: "Si quieren repartir folletos, que vayan a las oficinas del Inem".
EL arranque de esta campaña huele a las municipales, ésos comicios donde se elegían a los alcaldes, pero que se sustanciaron en si el PP de Mariano Rajoy estaba mejor preparado que el PSOE -ahora de Alfredo Pérez Rubalcaba- para luchar contra el desempleo. El dato del paro de octubre cayó como un mazazo entre los socialistas. En Torrelavega, Cantabria, donde Rubalcaba abrió la campaña, antes de marcharse a Alcalá de Henares para la tradicional pegada de carteles, el candidato socialista reconoció que "el verano ha sido malo, ha habido una recaída, y las recaídas a veces son peores". Y es que octubre ha arrojado 134.182 parados más en España, que suman un total de 4.360.926 en todo el país y 974.162 en Andalucía. Es el desempleo, sí, así será esta campaña, y el reto de Rubalcaba ante unas elecciones que se le presentan cuesta arriba es introducir su programa social, intentar convencer a su electorado de que él tiene otra fórmula. "Por cambiar hacia la derecha, no habrá más empleo; en Portugal les votaron y tienen más paro y no hay paga de Navidad", afirmó el candidato.
Y ésa es la otra característica de esta campaña, que bien podría llamarse la del pescado vendido: todos los sondeos dan la mayoría absoluta a Rajoy, y lo que parece en juego es si éste se aproximará a los 200 escaños (Aznar tuvo 183) y si Rubalcaba bajará de la cifra de Joaquín Almunia, que fue de 125. Rubalcaba lo dijo en Torrelavega: "Entramos en esta campaña por detrás, es verdad, por eso lo que hay que hacer es correr más". "Lo importante es cómo se llega a la meta", añadió quien fuera un velocista en sus tiempos de juventud.
En una entrevista concedida a la televisión de Marca, el propio candidato admitió que es más fácil que el Real Madrid gane al Barcelona que el PSOE venza al PP. Y eso es, también, lo que muestran las casas de apuestas en internet. Quien invierta 25 libras por una victoria de Rajoy, sólo obtendrá una moneda de beneficio; quien lo haga por Rubalcaba, ganaría de ocho a nueve libras si el PSOE logra mantenerse en la Moncloa. Una libra por ocho. Así lo indican las agencias Sportingbet y Williamhill, que deben ser la réplica más pura de eso que a veces, de modo etéreo, se llama mercado.
Y, por si fuera poco, a Rubalcaba se le complicó la situación jurídica del ministro José Blanco, número dos del PSOE. El Juzgado de Lugo que investiga el cobro de comisiones falsas por parte del empresario gallego Jorge Dorribo ha enviado al Tribunal Supremo la parte donde éste acusa al primo de Blanco de haberle entregado 200.000 euros a cambio de favores políticos. El juzgado no presupone indicios de delitos del ministro de Fomento, pero que el caso llegue al Supremo es una notable complicación.
Mariano Rajoy escogió Córdoba para iniciar su campaña, aunque por la noche se trasladó a Castelldefels, y es que Andalucía y Cataluña son los dos grandes objetivos del PP en esta carrera. Era el día propicio con los datos del paro frescos, un dato que juzgó como "insoportable, inaceptable". Rajoy aseguró que acabar con el desempleo será "el objetivo de España" si el PP forma Gobierno, para el que nombrará "a los mejores". Frente a la defensa del Estado del bienestar por parte del PSOE, Rajoy mantuvo que la única manera de sostener unos servicios públicos de calidad es con más puestos de trabajo, más personas cotizando y más ingresos para la Hacienda pública. Rajoy estuvo acompañado en el atril por el presidente andaluz del PP, Javier Arenas, quien reclamó al PSOE que aleje su campaña de los colegios u hospitales. "Si quiere, que vayan a la cola del Inem", retó Arenas.
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