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Almuerzo anónimo en el Orixe

En una comida con once comensales en un restaurante gallego de la Cava Baja de Madrid Pedro Sánchez se convenció de ser un líder

El presidente cántabro invita ayer en Santander a Pablo Iglesias a un sobao pasiego.
Pedro Ingelmo

16 de diciembre 2015 - 01:00

De todos los restaurantes gallegos del centro de Madrid el Orixe, en la Cava Baja, con vocación para guiris, ni es necesariamente el más destacado ni tampoco es el más caro. Tampoco es el más reservado. Lo cierto es que fue allí, en marzo de 2014, donde se cocina por primera vez la posibilidad de que Pedro Sánchez se postule como líder del partido. ¿Pero quién es Pedro Sánchez? En aquella época, antes de las Europeas, antes del terremoto, el seguro relevo de Pérez Rubalcaba tenía nombres muy populares del socialismo. Eduardo Madina, vasco, ex jugador de voléibol, una bomba lapa en su coche que le arrancó una pierna... Y Carme Chacón, catalana, ex ministra de Defensa embarazada, nada menos que Carme Chacón, la mujer de Miguel Barroso, el influyente periodista que viajó de El Viejo Topo a las páginas nacionales de El País. Y, a todo esto, ¿quién es Pedro Sánchez?

Sánchez había sido concejal en Madrid. Economista, sí, como tantos. Diputado, sí, como tantos. Ex jugador de baloncesto. Fiel al Estudiantes. Como currículum político no gran cosa.

La comida del Orixe cambió las cosas. Sánchez utilizó como palanca a gente casi tan desconocida como él. Sin duda, el ancla con la historia del partido era un gaditano, Rafael Román. Román formaba parte del clan fundacional. Hay fotos suyas de finales de los 70 con barba con un joven Chaves, Alfonso Perales, conexión directa con Isidoro (Felipe González).

Pero los demás convocados no tienen ese caché. Por Andalucía va un oscuro parlamentario autonómico por Granada, Javier Aragón, de profesión asesor fiscal, y Alfonso Rodríguez, muy conocido en Sevilla en su época de concejal de Urbanismo y, anteriormente, activo estudiante contra la Logse. Nada especial. No puede faltar Juanma Serrano, actual jefe de gabinete de Pedro Sánchez, e Isaura Leal, su mujer, actual secretaria general de la Federación de Municipios. Por entonces, incluso hoy, ni Serrano ni Leal tenían renombre alguno.

Los comensales continúan con Javier Abreu, el hombre fuerte del PSOE en ¡La Laguna! (Canarias), pero también está presente el otro archipiélago con Sofía Herranz, diputada por Ibiza. Segovia, Palencia y Don Benito (Extremadura) completan el plantel con Juan Luis Gordo, Mariluz Martínez y José Luis Quintana. Pocas veces se hizo tanto con tan poco, pero ninguno de ellos entró en la Ejecutiva.

Que Pedro Sánchez fuera el encargado de plantarle cara a Rajoy en el debate del pasado lunes es algo que todavía hace a muchos militantes restregarse los ojos. Sánchez se había arrimado al ex ministro Pepiño Blanco y él le había dado cariño, pero también se lo había dado a Antonio Hernando o a Óscar López. No contaba con el beneplácito de Andalucía porque Pedro Sánchez y Susana Díaz, de la misma generación, jamás habían hablado entre ellos.

Los resortes que se movieron tras el encuentro en el Orixe son un ejemplo de política por multiplicación que podría tener un antecedente en aquel soso diputado leonés sin carisma llamado Rodríguez Zapatero, el que ganó las elecciones dos veces a Rajoy.

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