Los diputados salen del Parlamento catalán evitando a los indignados
A pesar de que un gran número de jóvenes volvió a concentrase en las inmediaciones de la cámara, los políticos han abandonado el edificio sin problemas con ayuda de la policía.
Los diputados y los miembros del gobierno de la Generalitat han salido del Parlamento catalán al término del pleno evitando a algunos grupos de indignados que se concentraban en las puertas de acceso al parque de la Ciutadella y custodiados por un amplio dispositivo policial.
Al término de una jornada marcada por la acción violenta de los indignados, que trataron de impedirles el acceso a la sede, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y los miembros del gobierno catalán abandonaron el parque en sus coches oficiales por la salida que da a la estación de Francia.
El grueso de los diputados, sin embargo, abandonó el parque de la Ciutadella, donde se encuentra el Parlamento catalán, por la salida principal de la calle Pujades, donde los Mossos d'Esquadra han montado un férreo dispositivo y han cortado la calle para alejar a los alrededor de 200 indignados allí concentrados de los parlamentarios que salían del hemiciclo.
Una vez en el exterior del parque, los diputados de los diferentes grupos parlamentarios se han ido dispersando para buscar sus vehículos particulares y un grupo de ellos que residen fuera de Barcelona han sido acompañados por agentes de los Mossos hasta el hotel en el que pernoctarán para asistir a la segunda sesión del pleno.
El departamento de Interior había propuesto previamente a los diputados abandonar el parque de manera ordenada en furgonetas policiales, el mismo medio en el que habían entrado algunos de ellos a primeras horas de la mañana ante la actitud violenta de los indignados.
Según fuentes de los grupos parlamentarios, finalmente se descartó esta alternativa al considerar que no era necesaria debido a la dispersión de muchos de los indignados y que el dispositivo policial había cortado la calle para alejar a los que todavía se hallaban en las inmediaciones.
Los indignados se dividieron tras abandonar el acceso al parque de la Ciutadella por la entrada al Zoo de la calle Wellington, y un grupo regresó a la entrada que hay en el paseo Lluis Companys, mientras que otros protagonizaron una sentada en la plaza de Sant Jaume. Aunque en una asamblea improvisada en la calle Wellington los jóvenes decidieron continuar su protesta en la plaza Sant Jaume, varios centenares de ellos, aproximadamente unos 500, se concentraron posteriormente de nuevo frente a la entrada del parque de la Ciutadella.
Los jóvenes expresaron con diversos gritos que son "pacíficos" y bailaron una conga para remachar su rechazo a la violencia y que la protesta tiene también un carácter festivo, aunque también lanzaron gritos contra la actuación de los Mossos d'Esquadra durante toda la jornada. El grupo que se dirigió a la plaza Sant Jaume recorrió el trayecto hasta la sede del Gobierno catalán con lemas pidiendo la dimisión del presidente de la Generalitat y del consejero de Interior, Felip Puig, y otros lemas como: "Hemos perdido el miedo". Al llegar a la plaza, donde les esperaban otros jóvenes, protagonizado una sentada en la que participó alrededor de un millar de personas, han coreado leyendas como: "Menos policías y más educación" y han cantado L'estaca, de Lluis Llach.
Violencia y helicópteros
Artur Mas, y la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert, llegaron hacia las 09:40 a la cámara a bordo de un helicóptero de los Mossos d'Esquadra, que aterrizó en el aparcamiento al aire libre de la institución. Optaron por este medio de transporte para evitar la protesta de los indignados, que se encontraban desde la noche del martes acampados en el exterior del Parque de la Ciutadella, en cuyo recinto se encuentra el Parlamento catalán.
Fuentes parlamentarias explicaron que otras de las máximas autoridades políticas y parlamentarias de Cataluña se presentaron en una comisaría de los Mossos, que no especificaron, para ser trasladados en helicóptero. El helicóptero que trasladaba a Mas y De Gispert llegó al aparcamiento del Parlamento, ubicado a unos 10 metros de la sede parlamentaria, levantando una gran polvareda. Poco después de las 10:00 aterrizó un segundo helicóptero en el que viajaban la vicepresidenta del Gobierno catalán, Joana Ortega, el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, el presidente del grupo parlamentario socialista, Joaquim Nadal, y el vicepresidente segundo del Parlamento, Higini Clotas. Minutos después, un tercer helicóptero con el presidente de ERC, Joan Puigcercós, y el portavoz parlamentario de CiU, Jordi Turull, tomó también tierra en el aparcamiento del Parlamento.
Más de 2.000 indignados se concentraban alrededor del Parque de la Ciutadella de Barcelona con la intención de bloquear los accesos al Parlamento, cuyos diputados tuvieron que entrar por un pasillo abierto por los Mossos en medio de los insultos y el lanzamiento de objetos de los manifestantes, que llegaron a zarandear y a rociar con pintura a algún parlamentario. Uno de ellos, el diputado de ICV Joan Boada, fue zarandeado, empujado y rociado con un aerosol de pintura en la cabeza antes de acceder al cordón policial ha informado el propio parlamentario. La ex consejera de Justicia y diputada del PSC Montserrat Tura fue igualmente rociada con pintura en la parte posterior de su vestido.
Por su parte, la también ex consejera y diputada socialista Marina Geli y el diputado del PSC Esteve Pujol también fueron interceptados, rodeados e increpados antes de llegar al cordón por más de un centenar de indignados, por lo que tuvieron que retroceder sobre sus pasos hasta el Arco de Triunfo, distante más de 300 metros del Parque de la Ciutadella. Una vez en este punto subieron en un vehículo de la Guardia Urbana para entrar en el Parlamento con la ayuda del coche policial. La mayoría de los diputados entraron a pie por la puerta de la Ciutadella situada en la confluencia del Passeig Pujades con la calle Wellington protegidos por los antidisturbios y sus escoltas personales.
El ex ministro y diputado del PSC Celestino Corbacho fue uno de los más fuertemente abucheados y entró en el recinto protegido por sus escoltas y cuatro agentes antidisturbios. Algunos de los concentrados confundieron al ex ministro con el consejero de Interior de la Generalitat Felip Puig y comenzaron a gritar "¡Puig dimisión!". Grupos de indignados impidieron que algunos coches oficiales de consejeros de la Generalitat accedieran al recinto y tuvieron también que retroceder cuando se encontraban en la Avenida Meridiana. Uno de los pocos diputados que pudieron hacer declaraciones a los periodistas antes de entrar en el Parque de la Ciutadella fue Enric Millo del PP, quien dijo "me parece una paradoja que haya personas que defiendan la democracia de esta manera".
Al menos cuatro detenidos
Por ahora hay al menos cuatro jóvenes detenidos tras un incidente entre la policía catalana y los indignados que permanecían en los alrededores del parque de la Ciutadella. Los incidentes, ocurrieron cuando los Mossos quisieron abrir espacio para que salieran vehículos e hicieron una pequeña carga para abrirse paso en la calle Wellington esquina con la de Villena, en una de las entradas laterales del Zoo, situado también en el parque de la Ciutadella y muy cerca del Parlamento catalán. Tras las detenciones, los indignados lanzaron diversos objetos contra los mossos y gritaron: "Mas dimisión, Puig a la prisión", en alusión al presidente de la Generalitat y al conseller de Interior, respectivamente.
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