"Esta crisis es la peor de España con la excepción de la guerra civil"

Juan Velarde

El catedrático emérito y experto economista afirma que España atraviesa una situación preocupante y que Zapatero no se tomó en serio a los economistas. Para que el país salga a flote ha propuesto un decálogo de medidas de urgencia.

"Esta crisis es la peor de España con la excepción de la guerra civil"
"Esta crisis es la peor de España con la excepción de la guerra civil"
José Joaquín León

10 de abril 2011 - 12:59

EL profesor Juan Velarde Fuertes es uno de los principales expertos de la economía española. Suele venir a Andalucía con cierta frecuencia. Recientemente estuvo en Sevilla, donde hablamos con él sobre la crisis económica que vive nuestro país.

-En algunas ocasiones ha comentado que España puede pasar de la crisis a la decadencia, ¿lo sigue viendo así?

-Sí, claro. Hay países donde ya ha pasado. Japón, por ejemplo, tenía un gran potencial económico hasta hace 20 años y sufrió una situación muy difícil. Primero, por una crisis inmobiliaria tremenda, donde había una especulación de precios altísima. En segundo lugar, un sistema financiero malo que originó una crisis bancaria. Y tercero, que el Ministerio de Industria montó una mala política industrial. La consecuencia ha sido 20 años sin levantar cabeza, y ahora se ha complicado por el terremoto.

-¿No es demasiado pesimista?

-Veo que estamos en una situación muy preocupante por un hecho, y es que sufrimos las consecuencias de no ser competitivos. Así no se levanta el vuelo.

-Ahora se quiere rectificar…

-A eso se añade otro problema. Como consecuencia de la política fiscal que se sigue, hay un alto endeudamiento público. El gasto de las autonomías es el doble que la Administración central, y no se ve que eso se pueda paliar, debido a las conveniencias políticas.

-¿Ésta es la peor crisis económica de la historia de España?

-Sí, por un motivo, y es que España en otras crisis históricas tenía una economía rural. La peor fue en la guerra civil, que afectó desde 1936 hasta 1947. Pero exceptuando aquella situación bélica, ésta es la peor, por ser la más grave con una economía industrial.

-¿Cuándo saldremos de esta crisis?

-Si no se toman medidas, pasarán años y años. Me han impresionado las declaraciones de muchos especialistas. Taguas, en la revista Bolsa, se refería a una reunión de expertos y todos coincidían en que tocamos fondo, pero también, que si no se adoptan medidas serias, nos podemos arrastrar por ese fondo. La situación es técnicamente muy difícil.

-¿No le parecen acertadas las últimas medidas del Gobierno?

-Son mediditas, sólo son mediditas sueltas… Todas las medidas se deben tomar conjuntamente, no aisladas. Por ejemplo, la jubilación a los 67 años, como una medida sola, no cambia nada. Sólo sirve para llamar la atención.

-¿Es partidario de un pacto de Estado contra la crisis, apoyado por los principales partidos?

-Un pacto de Estado sería espléndido. Las medidas que han generado más desarrollo en España se han tomado o bien con un partido con poder en el Gobierno, con mayoría amplia, o con un acuerdo entre los principales grupos. Los pactos de la Moncloa fueron ejemplares y nos salvaron de una crisis.

-Ahora parece imposible que haya consenso para pactos.

-Los pactos de la Moncloa fueron posibles porque hicieron caso a los economistas. En el PCE tenían entonces a Julio Segura y Ramón Tamames, y Carrillo los comprendió. En el PSOE estaban Ernest Lluch y Carlos Solchaga, que sabían de economía. En AP tenían a Guillermo Piera y en UCD a Manuel Lagares como gran experto. Cuentan que Marcelino Camacho criticó que el PCE apoyara los pactos y que Segura le dijo: "Marcelino, no me expliques a Keynes". Se respetaba a los economistas, no como ahora.

-¿Le parece bien lo que dijo Botín, que Zapatero siga y no se anticipen las elecciones?

-Como no vamos a un pacto de Estado, esa solución de tratar de seguir con pactejos me parece que no sirve para nada. Imaginemos lo que será negociar el presupuesto de 2012, a finales de 2011, a pocos meses de elecciones. Eso ya lo saben en los mercados financieros internacionales. Si ven que vamos a seguir igual, nos tratarán mal. Prolongar la situación que tenemos ahora no sirve.

-¿Usted también es de los que piensan que Zapatero tiene mucha responsabilidad en la crisis económica española?

-Del todo. Lo siento, pero es así. Es el principal responsable. En 2003 se publica un artículo de Jaime Terceiro, muy importante, donde se demuestra por qué el modelo español se había agotado. Pero en 2004 entra Zapatero en el Gobierno y lo que hace es prolongar ese modelo. Se veía venir el cataclismo, pero él decía: "Hemos superado a Italia", y no lo evitó.

-¿Qué medidas se deben adoptar para que la economía española sea más competitiva?

-En una conferencia en Sevilla, expuse 10 medidas que se deberían adoptar simultáneamente, que son las siguientes: 1ª Cambiar la política energética. 2ª Acabar con la rigidez del mercado laboral. 3ª Reformar el sistema financiero, todo lo del aparato bancario. 4ª Replantear el Estado del bienestar, que no puede seguir como está. 5ª Evitar los problemas institucionales para crear empresas. 6ª Reforma tributaria, porque el impuesto de sociedades, por citar un caso, hace que muchas inversiones se vayan fuera de España. 7ª Coordinar a las autonomías para que cada una no tenga un sistema diferente, ya que eso rompe el mercado interno. 8ª Frenar el aumento de empresas públicas autonómicas y locales. 9ª Reforma del sistema educativo, porque necesitamos más preparación para una economía de desarrollo. 10ª Mejorar las infraestructuras para el transporte, puertos, etcétera, que deben servir para aprovechar nuestra situación.

-Defiende un cambio en la política energética, pero la energía nuclear será aún más cuestionada tras el caso de Fukushima.

-No podemos seguir importando una energía que es muy cara y consumiendo una energía propia que es carísima. Eso nos quita competitividad. Yo soy partidario de la energía nuclear, lógicamente con unas normas de seguridad que habrá que cumplir. Cameron va a mantener el programa en el Reino Unido. Francia tampoco lo cambiará. En el caso de Fukushima, en Japón, lo montaron mal, como pasó en Chernobil. Eso es lo que no se puede hacer.

-También dice que hay que reformar el mercado laboral, ¿pero cómo se reforma?

-Hay que cambiar el sistema de convención colectiva. Ahora hay mucha rigidez y eso genera paro. Además algunos estudios, entre ellos uno de la Universidad Pablo de Olavide, advierten que cuando el paro baja del 10% aumenta la inflación. El sistema actual puede ser bueno para los contratados fijos, pero no beneficia a los parados, ni a los temporales. Por otra parte, los pequeños y medianos empresarios se encuentran con un gran barullo jurídico, y eso hace que se cree menos empleo y que se favorezca la economía sumergida, porque buscan atajos.

-¿No es exagerado afirmar que hay trabas institucionales para crear empresas?

-Hay demasiados obstáculos, se pierde mucho tiempo. Me asusta cuando el Banco Mundial coloca a España en el puesto 62 del mundo en las dificultades de mecanismo empresarial. Estamos detrás de Kuwait y delante de Kazajstán.

-Es muy crítico con la gestión de algunas autonomías. ¿Despilfarran el dinero público?

-Según datos oficiales, el aumento de empresas públicas autonómicas y municipales ha sido tan enorme que no se podrá sostener. En 2003 había en España 588 empresas públicas autonómicas y en 2009 aumentaron hasta 962. Las corporaciones locales tenían 913 empresas públicas en 2003 y aumentaron a 1.573 en 2009. Eso rompe la economía de un país.

-¿Nuestro Estado del bienestar le parece insostenible? ¿No sería negativo un recorte de prestaciones sociales?

-Tal como estamos ahora, es una bomba de relojería. Si se reduce el número de los empresarios y los trabajadores, y los pensionistas aumentan, ¿qué hacemos? O aumentan las cotizaciones, o se debe ajusta el gasto público. Pasará igual con la asistencia sanitaria, y con los parados, a los que hay que atender con dignidad, pero todo eso nos obliga a replantear el Estado del bienestar, según las circunstancias actuales.

-Después de tantos años dedicado a la docencia y la economía, ¿a qué aspira?

-A seguir como hasta ahora, seguir sirviendo en lo posible, y seguir dando algunas clases.

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