La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Precampaña
Madrid/A horas de la pegada de carteles para la campaña del 28M, los socios de Gobierno se afanan por distanciarse e ir cada uno a lo suyo, y están molestos entre ellos: Unidas Podemos por el ninguneo del PSOE y los socialistas porque creen que los morados están centrando su campaña en confrontar con ellos.
Los morados no han tenido constancia de los últimos anuncios y propuestas que tildan de "electorales" relacionadas con la vivienda, una bandera de Podemos que se ha arrogado Pedro Sánchez en el último momento y con la que van a por todas en esta campaña de las municipales y autonómicas.
Se han quejado de que sus socios del PSOE no les comunicaron la decisión de destinar 50.000 viviendas de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) para alquiler asequible ni hablaron con ellos de la construcción de 43.000 casas financiadas con créditos ICO.
También se enteraron a posteriori de la medida para promover 20.000 viviendas en terrenos cedidos por Defensa y de la aprobación de una línea de avales del ICO para la compra de primera vivienda, con la que no podían estar más disconformes.
A Yolanda Díaz la han dejado igualmente al margen de estas últimas decisiones, lo que ha tensado la aparente buena relación que el presidente venía manteniendo con ella, como se evidenció sin ir más lejos durante el debate de la moción de censura de Vox hace dos meses, en la que Sánchez le permitió tener un papel también destacado en el debate.
Ante esta estrategia de arrinconamiento que perciben los morados dentro del Ejecutivo, fuentes socialistas señalan que estos deberían "coger su carril" en vez de centrar su campaña en atacar al PSOE, criticando además que lleven mucho tiempo "deshojando margaritas" cuando lo que tienen que hacer es demostrar que trabajan.
Y lanzan una advertencia: a los votantes de izquierdas no les gustan las peleas y esto castiga mucho en las urnas.
En Podemos ven claramente una intención de apartarles, que se ha agudizado en los últimos meses, con la vista puesta en la cita de mayo pero también en las generales de diciembre. Algunos piensan que en el PSOE hay dirigentes que buscan que Podemos rompa el Ejecutivo, pero eso no va a pasar, advierten.
Otras fuentes insisten en que el PSOE está en campaña y asume que compite con todo el espacio de Unidas Podemos, incluido lo que representa Yolanda Díaz con Sumar, aunque no concurra a la cita del 28 de mayo.
Además, censuran, lo hace aprovechando que tiene a su disposición la tribuna de Moncloa, aprobando medidas en el Consejo de Ministros que no han consultado con nadie.
Las elecciones han puesto a cada actor político en su sitio y Moncloa, en este contexto, ha dejado de tener un trato especial con la vicepresidenta segunda respecto a otros ministros de Podemos, rompiendo una tendencia que se ha mantenido a lo largo de la legislatura.
Los socialistas quieren que Sumar salga adelante y que Podemos se integre en su candidatura porque es el seguro que tienen para repetir en el Gobierno, pero no pierden de vista que Díaz es una competidora electoral que va también a por los votos del PSOE, de ahí que impongan la distancia.
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