Los barones socialistas vetan a Podemos si insiste en el referéndum

La presión de los líderes territoriales del PSOE empuja a Sánchez a aceptar que el partido fije como "condición indispensable" para hablar con otras fuerzas que renuncien al separatismo.

Los barones socialistas vetan a Podemos si insiste en el referéndum
Los barones socialistas vetan a Podemos si insiste en el referéndum
Redacción / Madrid

29 de diciembre 2015 - 06:43

No hay nada que hablar con un partido que promueva una consulta sobre independencia en alguna autonomía. No hay nada que negociar con una fuerza política que dé alas a aventuras separatistas. Estas máximas coronan la resolución política aprobada ayer por el Comité Federal del PSOE, cuya esencia fue acordada el día anterior por el secretario general, Pedro Sánchez, y los dirigentes regionales del partido, con la presidenta andaluza, Susana Díaz, a la cabeza.

La dirección del PSOE se esforzó en transmitir que la resolución responde a un pacto entre el líder de las formación y los barones, pero a nadie escapa la presión de éstos para desalojar de la cabeza de Sánchez la intención, por mínima que fuera, de tender puentes con el presidente de Podemos, Pablo Iglesias, para llegar a pactos de gobierno sin que este último renuncie antes a respaldar una consulta en Cataluña. De esa manera, queda plasmada en un documento político que el PSOE fija como "condición indispensable" para abrir negociaciones con otras fuerzas de cara a la posible formación de un gobierno "de cambio" que las demás expresen con toda contundencia y claridad su renuncia a planteamientos que incluyan "consultas o separatismos que sólo conducen a la división".

El texto fue aprobado con el único voto en contra de los cuatro representantes de la corriente interna Izquierda Socialista en el máximo órgano entre congresos. Sólo se sometió a votación esta resolución, una vez que el acuerdo sellado la noche del domingo entre Sánchez y los barones evitó que éstos presentaran uno alternativo al que preparaba Ferraz.

Sólo el tiempo invertido en el encuentro del domingo en la misma sede federal del partido reunión como el interés de Sánchez por atemperar la oposición de los dirigentes territoriales pone de manifiesto las desavenencias entre las dos partes. Los números de los resultados electorales -los peores en la historia del partido-, que en un principio el secretario general y candidato a la Presidencia del Gobierno quiso teñir como favorables para un cambio de inquilino en La Moncloa, terminaron imponiéndose para reflejar que hay mucho descontento entre los principales dirigentes del partido. Una que no ocultó el suyo ayer antes de entrar en el cónclave fue la jefa de los socialistas andaluces: Susana Díaz emplazó a sus compañeros a hacer autocrítica y a tomar las medidas necesarias después de que quienes votaron PSOE en otros comicios y le han vuelto la espalda el 20-D "no han visto en nosotros un proyecto con la profundidad que se necesitaba en este momento en este país".

Tal vez por eso, la resolución aprobada ayer por el Comité Federal subraya que los españoles "pueden tener plena confianza en que el PSOE estará, una vez más, a la altura de las circunstancias y asumiendo su responsabilidad" y que, como ha hecho históricamente, volverá a primar en sus decisiones "el interés general de la sociedad española".

Aun asumiendo que los socialistas cosecharon un "mal resultado" electoral que ha de llevarles a "abrir una reflexión profunda" para "mejorar" la organización, "su estrategia y sus políticas", el PSOE remarca que sigue siendo la segunda fuerza en votos y escaños, se reivindica como líder de "la alternativa a la derecha del PP" y saca pecho porque gobierna en nueve de las 17 comunidades autónomas y dirige "miles de ayuntamientos".

"El PSOE mantiene anclajes firmes en la sociedad española y está dispuesto a servir al interés general de nuestro país", subraya el documento, en el que también se hace hincapié en que "el voto de los españoles debe atenderse y debe cumplirse". La resolución recoge que el PP, como fuerza más votada, es el partido que debe asumir su responsabilidad de formar gobierno. En este contexto, la resolución remarca que, tras haber estado cuatro años "gobernando contra la mayoría, sin escuchar a nadie y sin acordar con nadie", son los populares, con su candidato Mariano Rajoy a la cabeza, los que han de intentar formar gobierno. "No es aceptable que intenten desplazar esa responsabilidad hacia los demás", recoge el texto.

"La responsabilidad de lo sucedido, de las actuales circunstancias en las que se desenvuelve la política española y de sumar los apoyos necesarios para su investidura es sólo suya", enfatiza el texto justo después de remarcar que las políticas desarrolladas por el Gobierno de Rajoy y su forma de gobernar han contribuido a que los populares estén ahora "solos" y que "su continuidad suponga una amenaza para la estabilidad del país".

Con estos argumentos el máximo órgano entre congresos del PSOE garantiza que votará en contra de la investidura de Rajoy "y de un nuevo Gobierno del PP". "Ese es el mandato de nuestros votantes y de la mayoría de los españoles. Votar en contra del PP y de Rajoy es votar a favor del cambio que expresaron la mayoría de españoles el pasado 20 de diciembre", especifica un texto en el que se presenta al PSOE como "lo contrario del PP" y como "la primera fuerza del cambio en España".

La resolución contempla tres escenarios: que Rajoy logre ser investido para seguir en La Moncloa, que no consiga los apoyos necesarios para ello y el PSOE intente liderar "el cambio" o que haya que convocar nuevas elecciones. En el primer caso, el PSOE se compromete a liderar "una oposición exigente" con los derechos de la ciudadanía "y leal" al Ejecutivo en los grandes asuntos de Estado como la lucha antiterrorista y la defensa de la unidad de España.

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