Zapatero reivindica su política social y urge a defender las pensiones
Conferencia Política del PSOE
El ex presidente del Gobierno defiende sus ayudas a la dependencia y decisiones como subir el salario mínimo o las pensiones más bajas.
El ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha hecho una cerrada defensa de las políticas sociales que llevó a cabo durante su etapa al frente del Ejecutivo y ha apelado a defender el sistema de pensiones como un elemento esencial en la lucha contra las desigualdades. Zapatero ha justificado decisiones como la subida de las pensiones mínimas o del salario mínimo interprofesional, así como la regularización de más de 600.000 inmigrantes, en su intervención en la Conferencia Política socialista.
Para el ex jefe del Ejecutivo, el salario mínimo y las pensiones mínimas son "dos poderosos instrumentos de apoyo a las rentas más bajas" y ha dicho que era plenamente consciente de que, a pesar de que se trataba de un "anatema desde el punto de vista de la ortodoxia económica", tenía que subirlos. En ese contexto, ha recordado que su Gobierno subió "como nunca" las pensiones mínimas, ya que ha explicado que ganaron en siete años un 25 por ciento de poder adquisitivo. "Hay que hacer políticas específicas, programas concretos, igual que hicimos un esfuerzo por superar los riesgos de marginación de las personas mayores. De ahí -ha añadido- que sea tan importante defender el sistema de pensiones y, especialmente, las pensiones mínimas"
Zapatero ha reivindicado asimismo sus políticas para potenciar la ayuda a la dependencia y ha pedido a sus compañeros socialistas mantener el principio de respeto y apoyo a los millones de trabajadores inmigrantes. Ha explicado que su Gobierno decidió la regularización de más de 600.000 inmigrantes "que estaban siendo explotados y que no tenían papeles", y frente a las críticas de que esa decisión provocaría un efecto llamada, ha asegurado: "Me siento muy orgulloso de haberlo hecho". En este contexto, ha expresado su temor ante el "populismo" y los "brotes de racismo" que están surgiendo en Europa.
El ex presidente ha recordado también su política de igualdad y la aprobación de la ley de matrimonio entre homosexuales, que ha confesado que fue una de las normas que más le costo y de la que se siente más satisfecho. Ha resaltado la trascendencia internacional de esta ley asegurando que, por ejemplo, fue la cuestión que más trató con el Papa anterior y que llegó a hablar de ella con dirigentes de otros países como la canciller alemana, Angela Merkel. Zapatero ha reconocido que España ha vivido una crisis "dificilísima" pero que, aun así, durante su Gobierno se mantuvieron los pilares de la sanidad pública, un "magnífico sistema" que ha dicho que habrá que recuperar.
El ex dirigente socialista, quien ha recalcado que hoy no se puede ser socialista sin ser feminista, ha defendido la libertad de las mujeres a la hora de decidir si interrumpen su embarazo y ha señalado que la ley del aborto debe inspirarse en un principio de confianza en las mujeres, no de represión. Zapatero ha elogiado el sistema de cuotas en el PSOE para garantizar la presencia de las mujeres en las candidaturas y ha llegado a defender que haya listas cremallera, es decir, que se intercalen un hombre y una mujer.
En ese momento ha aprovechado para elogiar la labor de sus ministras (ha citado especialmente a María Teresa Fernández de la Vega, Carme Chacón y Trinidad Jiménez), y señalar que se quedó corto decidiendo que en su primer Gobierno la mitad fueran mujeres Zapatero ha terminado su intervención recordando una frase de una militante socialista de más de 80 años que, en un acto en Ferraz, dijo que ella no tiraba la toalla porque la toalla era suya, y animando a sus compañeros a seguir adelante con toda energía.
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