Zapatero y Rajoy no logran frenar la sangría en los mercados
Pese a la expectación generada por la reunión la Bolsa de Madrid se mantuvo en números rojos y la prima de riesgo de la deuda de España frente al referente alemán aumentó hasta un máximo histórico cercano a los 140 puntos.
La gran esperanza era que la primera reunión de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en año y medio contribuyera a tranquilizar a los mercados, convulsionados por los rumores sobre la falta de solvencia de España para afrontar su abultada deuda pública.
Pero a todas luces no fue ése el efecto que tuvo el encuentro que mantuvieron en La Moncloa el presidente del gobierno español y el líder del Partido Popular: la Bolsa de Madrid se mantuvo en números rojos y la prima de riesgo de la deuda de España frente al referente alemán aumentó en el transcurso del día hasta un máximo histórico cercano a los 140 puntos.
Los inversores esperaban algo más. Quizás tuvieran en la retina esa especie de pacto de Estado alcanzado una semana antes en la vecina Portugal, otro de los países de la periferia europea acuciados por el endeudamiento. Allí, el jefe de gobierno socialista, José Sócrates, y su rival conservador, Pedro Passos Coelho, se comprometieron a dejar a un lado sus diferencias en aras de sacar al país de la crisis.
Sin embargo, la reunión entre Zapatero y Rajoy no dio precisamente la impresión de que gobierno y oposición estaban arrimando el hombro.
Sólo dos acuerdos concretos arrojó el encuentro, que duró dos horas y cuarto. El primero es acelerar y acometer hasta el 30 de junio el proceso de fusiones de las cajas de ahorro españolas, especialmente golpeadas por la elevada deuda resultante de la crisis inmobiliaria y el derrumbe del sector de la construcción. Y el segundo, apoyar el plan de rescate de la Unión Europea (UE) para Grecia, en el que España contribuirá con unos 9.800 millones de euros (unos 12.750 millones de dólares).
Por lo demás, la cita sirvió para constatar las diferencias entre Zapatero y el líder del principal partido de la oposición, sobre todo en lo que se refiere a la lucha contra el déficit y a la reforma del mercado laboral, urgente en un país con el 20,05 por ciento de desempleo y 4,6 millones de personas sin trabajo. "Estamos en una situación crítica", manifestó Rajoy, quien volvió a acusar al gobierno de haber perdido dos años sin hacer nada contra la crisis. "Ya no se trata de decir, se trata de actuar", dijo, Y si bien ofreció el apoyo del PP "si el gobierno hace lo que tiene que hacer", también dejó claro, al contestar a una pregunta, que su partido es "una alternativa dispuesta a asumir el reto cuando los españoles lo decidan".
También sorprendió Zapatero al manifestar que su gobierno no se plantea nuevos ajustes. "No habrá más medidas contra el déficit, estamos saliendo ya de la crisis", afirmó el líder socialista, quien se mostró confiado en que España reducirá su déficit público del 11,2 por ciento actual al 3,0 por ciento hasta 2013. En este sentido, defendió la reestructuración del sistema financiero pactada con Rajoy como una pieza fundamental para la recuperación. En opinión de Zapatero, "la reunión ha sido útil y positiva porque ha habido dos acuerdos importantes para nuestro país, pero también para el proyecto europeo, el euro y los países que formamos parte de él". También Rajoy expresó su confianza en que el encuentro contribuyera a calmar a los mercados.
La realidad, sin embargo, pinta de otro color. Tras hundirse un 5,4 por ciento y perder unos 22.000 millones de euros el martes, la Bolsa de Madrid cerró este jueves con un nuevo mínimo anual y sumó varios miles de millones de pérdidas más: su principal índice, el Ibex-35, cayó un 2,27 por ciento, el segundo peor registro de toda Europa, superado sólo por la Bolsa de Atenas, que sufrió un desplome del 3,9 por ciento.
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