Zapatero pide al PSOE que eluda el debate de su sucesión en 2011
Convención del PSOE
Invita a los partidos a que se sumen a "la confianza en nuestro país" suscribiendo la reforma de las pensiones.
Después de una semana en la que, por momentos, al vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se le estaba poniendo cara de Leopoldo Calvo Sotelo y a Rodríguez Zapatero de Adolfo Suárez, la que algunos intentaron convertir en la convención de la sucesión sirvió para aparcarla por enésima vez hasta 2012 por petición expresa del propio líder socialista.
De entrada, el secretario federal de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, le dijo al líder socialista con más de 3.000 socialistas como testigos: "Tienes todo el apoyo y respeto del partido para tus políticas, y para las elecciones de 2012".
Iglesias, que actuó como telonero de Rodríguez Zapatero junto el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, subrayó que durante el tiempo que lleva al frente de la secretario de Organización ha comprobado que el PSOE es "un gran partido cuando las cosas van bien, pero es más sólido ante las dificultades". "Un partido rocoso e inoxidable en sus pilares", agregó el todavía presidente de Aragón, que insistió en el apoyo sin fisuras del PSOE a las reformas del Gobierno.
Con el apoyo del partido en el ambiente, Rodríguez Zapatero pidió a todos los socialistas que se centren en 2011 "no en hablar de nosotros, sino de los problemas de los ciudadanos, de aquellos que tienen más dificultades". "Tenemos que estar dedicados no a hablar del futuro del PSOE, sino del futuro de España, ese es nuestro compromiso", agregó el presidente del Gobierno.
Durante su intervención ante la convención socialista, que le interrumpió con aplausos en varias ocasiones, el líder socialista invitó a todas las fuerzas políticas parlamentarias a que se sumen al pacto para la reforma de las pensiones que el Gobierno ha suscrito con sindicatos y patronal. "Tras el oportuno diálogo", les pidió que "se sumen a este gran acuerdo económico y social, que se sumen a la confianza en nuestro país, como han hecho los trabajadores, con esfuerzos, como han hecho los empresarios, ejemplarmente, como ha hecho el Gobierno trabajando día y noche, en un diálogo difícil, pero que ha dado resultados".
Tras insistir en que empresarios y sindicatos han estado "a la altura de la circunstancias" al pactar la reforma de las pensiones, Rodríguez Zapatero explicó a sus compañeros de partido que ante las perspectivas del sistema público de pensiones había dos opciones: o la reforma pactada, que permitirá que las pensiones del futuro "sean superiores a las de ahora" aunque habrá que trabajar un poco más; o "enfrentarse a la incertidumbre de no hacer nada", corriendo el riesgo de la privatización y de la pérdida de dignidad del sistema.
En cuanto al objetivo principal de la convención socialista, la defensa del Estado de las autonomías, el dirigente socialista celebró que ésta haya fijado "tres grandes objetivos" para redefinir el papel de las comunidades autónomas: austeridad, reformas y cohesión social. En su opinión, estos son los principios que deben inspirar las políticas para mejorar "la cooperación y la solidaridad" entre ellas.
El presidente del Gobierno arrancó su intervención destacando el momento tan "trascendental" que están viviendo países como Túnez y Egipto y apeló a que los cambios se produzcan de manera pacífica.
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