Antonio Hernández Rodicio
'Borraxeira' política
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha afirmado que su partido no plantea una "amnistía" ni "medidas de gracia" para los presos de ETA, sino una política penitenciaria "consensuada y más flexible" para "acabar con las medidas excepcionales" sin "poner en paralelo" a los reclusos con las víctimas.
En una entrevista concedida a Onda Cero, recogida por Europa Press, ha abogado por una política en esta materia "consensuada, más dinámica, más flexible" y ha insistido en que "no es que sea el PNV, sino que son el Parlamento vasco y el Congreso de los Diputados los que se han pronunciado de esta manera".
En cualquier caso, ha matizado que "estamos planteando acabar con unas medidas excepcionales que surgieron a la luz de una política antiterrorista, no compartida con el PNV tampoco, pero nadie está planteando medias de gracia, de amnistía, sino una política penitenciaria más flexible".
"Eso sí desde no poner en paralelo bajo ningún concepto a las víctimas, ni a los presos", ha precisado el presidente del PNV, que ha subrayado en que "el ámbito de las víctimas es un terreno propio" que "siempre está presente". En este sentido, ha señalado que "a las instituciones vascas pocos le pueden dar lecciones también de respeto, memoria, atención al sufrimiento de las víctimas".
Por otro lado, ha explicado que tanto con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha compartido "reflexiones profundas" en relación a "problemas estructurales" que "necesitan de respuestas conjuntas, no sesgadas", tanto en el ámbito de "pacificación y modelo territorial" como en la "urgencia" de afrontar la crisis.
Urkullu ha asegurado que no ha llegado a "ningún acuerdo" con el presidente del PP, aunque en caso de que este partido venza en las elecciones del 20 de noviembre, ha confiado en "la voluntad de Mariano Rajoy para, al margen del tipo de mayoría que pueda obtener, entenderse también con otros partidos políticos, con el PNV en concreto, en función de estos temas que son estructurales".
El dirigente jeltzale ha indicado que "la vocación" del PNV para las elecciones generales es ser "la fuerza ganadora" en Euskadi y tener grupo propio en las Cortes, donde ha realizado durante las sucesivas legislaturas un "ejercicio de responsabilidad" que "ha tenido su consecuencia también en el proceso de construcción de un autogobierno" vasco.
En este sentido, ha censurado que, "34 años después, viene la izquierda abertzale, en su conjunto, a participar en unas elecciones generales de las que ha rehuido su responsabilidad en épocas anteriores e incluso ha tildado el PNV de traidor" por participar en ellas.
"Hoy nos encontramos que, deprisa y corriendo, quieren estar presentes y además con una única obsesión: arrebatar la hegemonía del nacionalismo vasco al PNV, sin preocuparles lo que son programas, las respuestas a las necesidades de los ciudadanos", ha añadido Iñigo Urkullu, que ha reconocido que "vivimos una eclosión" de la IA, que "también hay que interpretarla como la acumulación de fuerzas" y que "vive en esa bonanza de haber sido primada quizá por sentidos de voto muy diferentes por parte del electorado que les ha votado".
Asimismo, ha asegurado que, para los próximos comicios autonómicos, el PNV no tiene entre sus "hipótesis" no ser la fuerza ganadora y, por tanto, tener "el mejor derecho a iniciar conversaciones con todas las fuerzas políticas". En este sentido, ha dicho no tener "las puertas abiertas a hablar con todas las fuerzas políticas" en función de "los resultados" y de "los programas".
El presidente del PNV ha reiterado su apuesta por "un nuevo estatus político" para Euskadi "basado en el acuerdo con las formaciones políticas, llevado a las instituciones vascas y, si hay un acuerdo, un refrendo por parte de la sociedad sin que estemos asistiendo ya a la lacra del terrorismo que condicione hasta el punto de que se pongan vetos a las posibilidades de presencia o de oferta de iniciativas democráticas".
Según ha indicado, su partido plantea la "actualización de los derechos históricos" porque el Estatuto de Gernika es "un traje que nos pusimos hace 32 años" y, en el tiempo transcurrido, "el cuerpo se nos ha hecho grande y necesitamos otro traje".
De cualquier forma, ha afirmado no entender que se acuse al PNV de "de premuras, de prisas en función de la presencia de la IA o no en las instituciones" cuando "ya lo dijimos en el año 79" que el Estatuto de Gernika no es "la estación término", sino "un paso más". "La aspiración del PNV es recuperar su soberanía nacional. Es lo que venimos defendiendo desde hace 116 años", ha agregado el presidente del PNV, que ha recordado que la Constitución española "dice que es posible actualizar esos derechos históricos en función de la voluntad de la sociedad vasca". "Yo no pongo vallas al campo, puertas a lo que sea la voluntad de la sociedad vasca", ha agregado.
En este sentido, ha censurado "el veto que muchas veces se impone a las aspiraciones legítimas y a textos aprobados por el propio Parlamento vasco".
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