El Tribunal Supremo absuelve a un etarra condenado por atentar contra las obras de un tren en Guipúzcoa

El Alto Tribunal deja sin efecto la condena de ocho años impuesta a Asier Badiola por la Audiencia Nacional porque ni éste ni los agentes que le tomaron declaración la ratificaron en el juicio.

Efe

13 de abril 2012 - 12:43

Madrid/El Tribunal Supremo ha absuelto al miembro del comando Tontor de ETA Asier Badiola Lasarte, condenado por la Audiencia Nacional a ocho años de prisión por atentar con dos artefactos explosivos contra las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) en mayo de 2008. En una sentencia notificada este viernes, el alto tribunal anula la condena porque la declaración autoincriminatoria que prestó ante la Policía no fue ratificada posteriormente, ya que Badiola se negó a declarar ante el juez y los agentes que le habían interrogado no fueron citados al juicio. "Siendo así, el tribunal valoró como prueba de cargo la declaración del recurrente en el atestado, cuando ésta, como es sabido, sólo tiene el valor de denuncia, incluyendo las declaraciones que en él se contengan", señala el Supremo.

Tampoco se encontraron en poder de Badiola o en los registros practicados en su domicilio efectos que sirvieran para corroborar su declaración o confirmar su participación en el atentado. Badiola fue condenado en septiembre del año pasado junto al también miembro de ETA Ibon Iparragirre Burgoa -a quien el Supremo confirma la condena- por colocar dos artefactos explosivos en dos excavadoras de la empresa Construcciones Amenábar, que estaban trabajando en las obras del TAV a su paso por Hernani (Guipúzcoa).

La explosión causó desperfectos en la maquinaria por un valor de 127.581 euros, así como en un taller y en un caserío cercanos. Ambos artefactos, fabricados en el domicilio de Iparraguirre en Ondarroa, contenían 1,5 kilos de amonal cada uno y se habían programado para que estallaran a las 02:30 del 12 de mayo de 2008. Tras la explosión, Iparragirre comunicó el atentado a la DYA mediante una llamada realizada desde una cabina telefónica de Hernani, que fue reivindicado posteriormente en nombre de ETA a través del diario Gara.

Ibon Iparragirre guardaba en su domicilio de Ondarroa y en un pinar cercano, material para la fabricación de explosivos -pentrita, nitrato de amonio y polvo de aluminio-, una pistola y un revólver con su munición, temporizadores y dispositivos electrónicos con el anagrama de ETA y cordón detonante. Según la sentencia de la Audiencia Nacional, todo el material intervenido en los zulos corresponde con el utilizado para la elaboración de los artefactos que estallaron en las obras del TAV.

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