La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Los disturbios se agravan en Cataluña con otra noche en la que la tensión, las cargas y los disturbios han ido a más. El centro de Barcelona se ha convertido en el escenario de una nueva batalla campal, tras la manifestación que han convocado este miércoles por tarde los CDR y que ha derivado en enfrentamientos entre grupos de manifestantes violentos y la policía. El presidente Quim Torra atribuye los altercados a "grupos de infiltrados y provocadores".
Después de concentrarse en la confluencia de la Gran Vía con la calle Marina, una parte de los manifestantes se han dirigido a la conselleria de Interior, donde han lanzado objetos contundentes, como piedras y botellas, a los agentes apostados alrededor del edificio, que han respondido con varias cargas. Ante esta respuesta policial, varios centenares de jóvenes violentos se han dispersado por las calles cercanas a la consellería de Interior y han levantado barricadas.
También han tirado motocicletas al suelo y han prendido fuego a contenedores de basura, que han hecho arder coches situados cerca del lugar, con lo que se han repetido escenas de fuego en las calles como las vividas el martes en el paseo de Gràcia.
Los Mossos han pedido no acercarse a la zona de los disturbios y han alertado de que algunos de los manifestantes lanzan "piedras y objetos con ácido", mientras camiones de los Bomberos intentan apagar algunas de las múltiples hogueras encendidas en la zona.
Los Mossos han denunciado que algunos manifestantes han llegado lanzar cócteles molotov y ácido contra los antidisturbios y pirotecnia contra el helicóptero policial que sobrevuela la zona.
En un intento de proteger la conselleria de Interior, situada en la calle Diputación, los Mossos han recurrido a cargas y furgonetas de este cuerpo han recorrido a gran velocidad puntos como la plaza Tetuán para dispersar a los manifestantes.
Los manifestantes, algunos de ellos con capuchas y la cara tapada, han prendido fuego a algunas vallas de obra y han lanzado piedras y botellas a los agentes, a pesar de que otros intentaban evitar que adoptaran actitudes violentas.
Tras un paréntesis en los enfrentamientos, que se han producido en céntricas avenidas y calles de Barcelona como la Gran Vía o el paseo de Sant Joan, la Policía Nacional también ha participado en cargas contra los manifestantes.
Los manifestantes incluso han usado un contenedor de obra y han desmontado un andamio y arrancado señales de tráfico para usarlos en las barricadas y hogueras que han organizado en la calle, que han impregnado de olor a quemado el Eixample de Barcelona.
Las hogueras levantadas en el centro de la capital catalana han causado momentos de tensión entre algunos vecinos. Uno de ellos ha bajado a la calle con un bebé en brazos, preocupado por que las llamas no alcanzaran su edificio, mientras otros han bajado de los portales para aparcar sus vehículos en otros lugares y evitar que las llamas de los contenedores los quemaran.
También ha habido preocupación por la proximidad de las llamas a una gasolinera de la zona, lo que ha llevado a un operario a usar una manguera de ese establecimiento para intentar que el fuego no se acercara al lugar.
Pasadas las doce de la noche, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha comparecido en la televisión autonómica para hacer un llamamiento a "parar ahora mismo" los actos vandálicos y para evitar que estos incidentes dañen al independentismo, a la vez que ha alertado sobre "grupos infiltrados" en estos disturbios.
Torra ha hecho un llamamiento a la "serenidad" y ha espetado: "Esto se debe parar ahora mismo. No hay ninguna razón ni justificación para un acto vandálico".
Ha apelado a no permitir que actos provocados, según él, por "grupos de infiltrados y provocadores" dañen la imagen del independentismo. "No debemos caer en la trampa que nos ponen (...). No toleraremos las provocaciones" por parte de unos pocos, ha dicho.
Al menos 33 personas fueron detenidas y 78 resultaron heridas durante los disturbios, entre ellas 46 agentes de las fuerzas de seguridad, según el balance ofrecido por Interior.
El grueso de las detenciones se han producido en Barcelona, 12, y Lérida, 11, mientras que cinco personas han sido detenidas en Tarragona, tres en Gerona, una en Manresa y otra en Vilanova i la Geltrú.
Los servicios de asistencias médicas han asistido a 59 personas en la ciudad de Barcelona, en Manresa se ha asistido a 12 personas, en Gerona a cuatro y Lérida a tres. Muchos de ellos (46) eran agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
De hecho, Interior informa que este miércoles fueron heridos 35 Mossos y 11 miembros de la Policía Nacional, algunos con lesiones de gravedad. El balance total de agentes heridos se eleva a 194 que se iniciaron las jornadas de protesta este lunes.
Un menor de 17 años que fue atropellado en Tarragona ha sido hospitalizado y evoluciona favorablemente.
Por otra parte, una juez ha acordado enviar a prisión a cuatro detenidos por los Mossos d'Esquadra por los disturbios de anoche en Barcelona, donde agredieron a agentes de la policía y cruzaron contenedores en la vía, ante el riesgo de fuga y de que reiteren actos que revisten una "notable gravedad y trascendencia".
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