El Senado veta por segunda vez en la historia los Presupuestos Generales

CiU y ERC fuerzan la devolución de las cuentas públicas al Congreso, que debe aprobarlas ahora por mayoría absoluta · El no de la Cámara Baja prorrogaría los PGE de 2007 hasta la próxima legislatura

El ministro de Economía, Pedro Solbes, charla con el portavoz socialista en el Senado, Joan Lerma.
El ministro de Economía, Pedro Solbes, charla con el portavoz socialista en el Senado, Joan Lerma.
Agencias / Madrid

11 de diciembre 2007 - 02:50

El Senado devolvió ayer al Congreso, por segunda vez en la historia de la democracia, el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que ahora deberán aprobarse de forma definitiva en el Pleno de la Cámara Baja siempre que el PSOE logre los apoyos suficientes para alcanzar la mayoría absoluta.

El veto a la sección de Vivienda presentado por CiU y apoyado por el PP, Coalición Canaria, ERC y EA provocó la devolución del proyecto de ley al Congreso, que impedirá debatir en el Senado las 4.750 enmiendas que los diversos grupos allí habían presentado y torpedeará los incrementos presupuestarios que el Ejecutivo y distintas fuerzas nacionalistas habían pactado introducir en la Cámara Alta.

Entre estas enmiendas abortadas destaca una del PSOE para resolver un error contable que arrastran los Presupuestos desde su aprobación en el Congreso: una insuficiencia de crédito de cerca de 200 millones de euros. En cualquier caso, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, aseguró tras el Pleno que el techo de gasto con el que se han elaborado los presupuestos para 2008 -de 152.560 millones de euros- no se superará "nunca". Fuentes del Ministerio explicaron que aunque no se apruebe una enmienda que resuelva este problema contable, el Gobierno siempre respetará el techo de gasto e irá ajustando las cuentas mientras ejecute el presupuesto.

Si el Ejecutivo no consigue los apoyos necesarios para alcanzar la mayoría absoluta, el panorama será complejo. Según el artículo 90.2 de la Constitución, una vez producido el veto del Senado y frustrada la mayoría requerida, el proyecto de cuentas públicas sólo podría someterse a una nueva votación en la Cámara Baja transcurridos dos meses. Aunque en tal caso el listón quedaría rebajado a la mayoría simple y las enmiendas tramitadas en el Senado sí podrían debatirse, son los plazos los que endurecen el escenario porque de hecho la proximidad de las elecciones generales -se celebrarán a comienzos de marzo- aparcaría el debate hasta el arranque de la nueva legislatura.

El PSOE necesitará contar de nuevo con los apoyos del diputado de Nueva Canarias (NC), Román Rodríguez, y del ex diputado del PP Joaquín Calomarde, ambos en el Grupo Mixto del Congreso y tachados de tránsfugas por el PP. También depende del apoyo del PNV y el BNG, claramente perjudicados por la maniobra de los nacionalistas catalanes pues perderán inversiones que debían materializarse precisamente en el Senado.

Desde CiU, el senador Carles Gasoliba, explicó que el veto a esta sección responde al incumplimiento del Estatut en materia de Vivienda. Y el portavoz de Esquerra Republicana en el Senado, Carles Bonet, justificó el no por "coherencia" con el veto a la totalidad que presentó ERC en la Cámara Baja, aunque indicó que su partido "no está alegre" e incluso se planteó si los grupos catalanes han seguido el trámite "más conveniente" para sus interesas al no haber podido introducir finalmente enmiendas al texto que supusieran más recursos.

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