Sánchez premia con la Portavocía a Montero y mengua a Iglesias
El presidente achica al líder de Podemos con una cuarta Vicepresidencia a cargo de Ribera
Comunicará su Gobierno al Rey el domingo y el martes celebrará el primer Consejo de Ministros
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias viven su primera crisis matrimonial y aún no hay (oficialmente) Gobierno. Los dos conocen a la perfección cómo se mueve la política hoy y manejan la estrategia mediática. "Dame a mí los telediarios y para ti la Consejería de Turismo", soltó el líder de Podemos allá por 2013 en una referencia a Canal Sur y a la Junta de Andalucía. El presidente del Ejecutivo, con Iván Redondo como consejero áulico, no le va a la zaga a la hora de maniobrar con tácticas que le han funcionado, a la vista está, a la perfección.
Después de la escenificación de Iglesias en el Congreso durante la investidura –con abrazos al candidato y lágrimas bien captadas por las cámaras–, sus apariciones televisivas y las filtraciones de los ministros de la formación morada (Irene Montero, Yolanda Díaz, Alberto Garzón y Manuel Castells), cuyos nombres fueron confirmados este jueves, soliviantaron a Sánchez. Y por más que PSOE y Podemos vayan a crear una mesa para unificar criterio y voto, amén de comprometerse a no opinar de asuntos de otro ministerio, parece que los socios de este "histórico" Gobierno de coalición no se fían el uno del otro.
Sánchez se sacó un conejo de la chistera que sorprendió a Iglesias. El Ejecutivo tendrá cuatro vicepresidencias, no tres –como pensaban en Podemos–, y por tanto la figura del secretario general del partido morado, escoltado por tres mujeres socialistas, queda difuminada, diluida, menguada. Teresa Ribera era el as en la manga del presidente del Gobierno; ocupara la Vicepresidencia de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y acompañará a las ya esperadas Carmen Calvo (Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática) y Nadia Calviño (Asuntos Económicos), amén del propio Iglesias (Derechos Sociales y Agenda 2030).
La cordobesa Calvo se ha convertido en uno de los bastiones del Gobierno de Sánchez y tendrá un rol crucial en las negociaciones con los independentistas catalanes para tratar de desinflamar la grave situación. También cobra relevancia su función para reparar a las víctimas de la memoria histórica.
Calviño cuenta con la plena confianza de Sánchez por su experiencia en asuntos económicos y su influencia y experiencia previa en la Unión Europea, ya que habrá que negociar largo y tendido con Bruselas los futuros Presupuestos sociales previstos por el PSOE y Podemos, que estarán muy vigilados por Europa.
El goteo de noticias desde La Moncloa prosiguió horas después. Sánchez ha querido premiar el trabajo de María Jesús Montero al frente del Ministerio de Hacienda, donde continuará como titular, con la Portavocía del Gobierno. La política sevillana sustituye a Isabel Celaá como la voz del Ejecutivo tras los Consejos de Ministros. Según el mensaje remitido por La Moncloa para anunciar su nombramiento, "la gestión económica será prioritaria para el nuevo Gobierno" y "se situará en primera línea".
Montero era uno de los nombres que se daban por seguros en el nuevo Gabinete, y en los últimos meses ha ganado peso político al participar en las negociaciones con Podemos para pactar un Ejecutivo de coalición.
Por tanto, Sánchez ya tiene a los pesos pesados de un Gabinete que se prevé muy amplio; es más, encabezará el Ejecutivo de la democracia con más vicepresidencias –el máximo hasta la fecha habían sido tres–, que sumadas a la veintena de ministerios que se prevén pueden constituir el Ejecutivo con más miembros desde 1977.
Guirao y Carcedo, fuera
A la par que la designación como portavoz de Montero, La Moncloa lanzó otro comunicado imprevisto. Sánchez anunciará el próximo domingo al Rey la lista completa con los ministros, que tomarán posesión de sus cargos el lunes y el martes participarán en el primer Consejo de Ministros. Si el pasado domingo se cerró la primera votación del debate de investidura, el siguiente será cuando el socialista oficialice no sólo los nombres de los ministros, sino también sus carteras, aunque un ramillete de ellas ya se han ido conociendo estos días.
Una vez informado el Monarca, el jefe del Ejecutivo comparecerá ante los medios. El lunes, toda vez que el Boletín Oficial del Estado publique los nombramientos, acudirán al Palacio de La Zarzuela a prometer su cargo ante Felipe VI y, posteriormente, tomarán posesión de sus cargos en sus respectivos departamentos.
Las últimas noticias apuntaban a que continuarán en sus puestos la ministra de Educación, Isabel Celaá, y el ministro de Ciencia, Pedro Duque. Quien no estará seguro en la nómina de elegidos por Sánchez será María Luisa Carcedo. El presidente se lo comunicó directamente esta tarde a la ministra de Sanidad. Igualmente, el almeriense José Guirao, titular de Cultura, quien también acudió anoche a La Moncloa, tampoco estará al mando de su departamento.
El PP ataca por el "despilfarro"
Desde el PP lanzaron invectivas a la gestión de Sánchez para formar un Ejecutivo. Su vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, calificó el nuevo Gobierno de "ejemplo de despilfarro" por las cuatro vicepresidencias, algo que lleva aparejado "más asesores y más cargos", advirtió. Igualmente, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, avisó de que, aunque en España se haya cerrado la etapa de "bloqueo", seguirá la "inestabilidad" porque "dos gobiernos no suman un Gobierno", sino que "suman cero gobiernos" y se remitió a la experiencia del bipartito en la Xunta entre 2005 y 2009.
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