Sánchez defiende que es un “muro de democracia” frente a PP y Vox
Sesión de investidura
El presidente justifica la amnistía en el “interés general de España”, la “concordia” y el acercamiento a la sociedad catalana
Concordia en España, quiebra en Cataluña
Pedro Sánchez defendió este miércoles la plena legitimidad de su investidura, que consideró que supondrá “un muro” de democracia, progreso y convivencia frente a las actitudes “reaccionarias” y “retrógradas” del Partido Popular y de Vox.
Durante algo más de cien minutos, Sánchez pidió desde la tribuna del Congreso la confianza de los diputados (ya tiene asegurado el apoyo de 179) fijando las bases de un programa de Gobierno para cuatro años que dé estabilidad al país y del que avanzó una serie de compromisos, y volvió a justificar la amnistía a los dirigentes del procés independentista.
Esa era una de las partes de su discurso más esperadas ya que había aplazado hasta la firma de los acuerdos con otra fuerzas políticas el momento en el que daría todas las explicaciones sobre la medida de gracia que ha acordado con Junts y ERC.
Su intervención fue en la línea de lo que ya había trasladado a los miembros del Comité Federal del PSOE antes de que se hicieran realidad esos acuerdos, asegurando que accede a la amnistía “por el interés de España, en defensa de la concordia y porque puede servir para acercar posturas con una Cataluña lista para el reencuentro”.
Garantizó que siempre actuará dentro del marco de la Constitución y que la amnistía se aprobará “con luz y taquígrafos”.
Dando por hecho que el PP no va a apoyar la decisión, sí le reclamó responsabilidad, que deje de seguir a Vox en su “deriva trumpista” y actúe como un partido de Estado “que no puede estar al dictado de una organización ultraderechista”.
Una responsabilidad que implica, a su juicio, que no intente aprovechar la situación para incendiar las calles y cuestionar la legitimidad del Gobierno de coalición.
La apelación a la legitimidad la ha ido recalcando en diversos momentos de su discurso, que ha iniciado mostrando su respeto por quienes se están manifestando de forma pacífica contra la amnistía pero dejando claro que la Constitución sólo contempla una forma superior de ejercicio democrático: votar en las elecciones.
Y el voto en los comicios del 23 de julio es lo que reafirmóque permite su investidura como fruto de la voluntad de los ciudadanos y símbolo del rechazo a los reaccionarios que sólo persiguen la involución, la confrontación, el odio y el resentimiento.
Eso es lo que lamentó que persiga la ultraderecha y también el PP, porque cree que es el camino que eligió su líder, Alberto Núñez Feijóo, tras las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo al “bendecir” a Vox, firmar con este partido un “pacto de la ignominia” y abrirle la puerta de gobiernos autonómicos, diputaciones y ayuntamientos para adoptar desde esas instituciones medidas que fomentan la desigualdad y afectan a la vida de doce millones de españoles.
Las elecciones generales cree que pararon las aspiraciones de esa coalición de seguir avanzando en sus propósitos y ahora, con su investidura, interpreta que se levanta “un muro de democracia, convivencia y tolerancia” frente a quienes interpreta que quieren que España retroceda.
La referencia al muro la ha repetido en otras ocasiones insistiendo en que es la única opción frente a los ataques a los valores de la España democrática.
Lo que ha ido consiguiendo en los últimos años el Gobierno de coalición lo ha puesto como ejemplo de la estabilidad que quiere seguir abanderando con el nuevo Ejecutivo que conformen el PSOE y Sumar.
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