Sánchez por fin habla de amnistía pero se desmarca de la propuesta de Sumar

Diferencia la posición del PSOE de su socio de Gobierno y recalca el marco constitucional como límite

Sumar presentará el martes su dictamen sobre la amnistía

Junts confirma que ha recibido la propuesta de una ley de amnistía de Sumar y que la estudiará

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en rueda de prensa en Granada.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en rueda de prensa en Granada. / Miguel Angel Molina · Efe

Granada/Ladrillo a ladrillo, Pedro Sánchez va construyendo las bases de un acuerdo de investidura que le permita gobernar durante los cuatro años que debe durar la legislatura iniciada en agosto. El presidente del Gobierno en funciones sabía hace un mes que esa construcción tiene un cimiento básico, el que ha exigido como condición previa Carles Puigdemont, el ex presidente catalán prófugo de la justicia: una amnistía. Y el jefe del Ejecutivo español en funciones dio ayer un paso más, una nueva fila de ladrillos, citando por primera vez la amnistía como tal.

En Granada, y como colofón a una cumbre europea que presentó como un éxito, Sánchez admitió que la negociación de la amnistía está en marcha pero no concluida y que no se conocerá su contenido hasta que no sea un auténtico acuerdo, con todos los extremos pactados.

En cambio, Sánchez sí se distanció claramente de la propuesta de amnistía en la que trabaja Sumar y que, como anunció este viernes Yolanda Díaz, será presentada el próximo martes 10 en Barcelona.

Cada paso que da en su ruta hacia lograr su investidura parece medido. Ayer decidió nombrar por fin la palabra amnistía, con un lenguaje corporal y verbal que desborda optimismo sobre la consecución de su objetivo, que pasa, indefectiblemente, porque Junts, el partido de Puigdemont, vote afirmativamente. Y con él el resto de formaciones nacionalistas y de izquierdas que integran el bloque que rechazó que el PP de Alberto Núñez Feijóo formara Gobierno.

“Conocemos la propuesta de Sumar como conocemos también la propuesta de otros partidos políticos en relación con la amnistía”, afirmó para usar por primera vez la palabra durante la rueda de prensa tras la Cumbre informal del Consejo Europeo.

Pero, inmediatamente, se desmarcó de la propuesta del partido que integra a sus actuales socios de Gobierno y el que aspira a reeditar una coalición. “No es la posición del Partido Socialista”, dijo con rotundidad ante la pregunta de si la propuesta que presentará en Barcelona el martes Sumar ayuda o entorpece la negociación con Junts.

De hecho, aunque la nombró, formalmente no admitió que esa “posición del PSOE”, incluya una amnistía. Sánchez se mantiene en el carril en el que lleva desde que recibió el encargo de Felipe VI de intentar formar Gobierno. Así, reiteró que trabaja por “una investidura real para dar respuesta al encargo del rey y a lo que dijeron los españoles en las urnas el 23-J”.

“Yo no puedo anticipar un acuerdo hasta que no se produzca”, dijo Sánchez, sin decir si incluirían una amnistía, y reiteró que “se conocerán los acuerdos cuando se culminen, pues no habrá acuerdo hasta que todo esté acordado”, enfatizó.

Sí volvió a recalcar que están “en plena negociación” y que el pacto que se logre será “absolutamente transparente, público y acorde con la Constitución”.

El líder socialista dijo en cualquier caso que sus acuerdos serán coherentes con la política que ha seguido en la pasada legislatura y que “nadie en España puede discutir que hoy la situación en Cataluña está infinitamente mejor que en el año 2017”.

Reiteró que lo que pacte estará dentro del marco de la Constitución y que el acuerdo será validados por el Parlamento en su investidura e “incluso si quieren ser recurridos por parte de la oposición, también por el Tribunal Constitucional”.

Pese a lo transcendente de extinguir los delitos cometidos durante el procès, Sánchez lo ve todo dentro de la “plena normalidad democrática”.

Tampoco cargó las tintas contra Sumar, porque dijo que ve positivo este tipo de de iniciativas pues “es una forma de tratar de superar las consecuencias judiciales a la situación que vivió España, con una de las peores crisis territoriales de la historia de la democracia en el año 2017”.

Sánchez evitó contestar si algún miembro del equipo negociador del PSOE irá Waterloo a reunirse con Puigdemont y volvió a remitirse para contestar a la frase que ya dijo hace unos días: “Nada está acordado hasta que todo esté acordado”.

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