Sánchez reclama a Podemos y C's "unidad" para articular un "gobierno plural"
El líder socialista dice que, al "no haber margen de error", se ha mostrado dispuesto a "ceder" y ha demandado la misma actitud a las formaciones de Albert Rivera y Pablo Iglesias.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha pedido a Podemos y Ciudadanos "unidad" y dejar a un lado los "vetos y líneas rojas" para poder formar un gobierno que sea "plural y no partidista" que consiga esquivar unas nuevas elecciones generales. Ante la proximidad de "la hora decisiva" para saber si habrá o no gobierno, Sánchez ha hecho este llamamiento en su intervención ante el Comité Federal del PSOE, cuyo asunto central era el aplazamiento de su congreso ordinario previsto inicialmente para mayo.
El líder del PSOE ha recordado que su partido, Podemos y C's suman más de 15 millones de votos y 199 escaños y comparten el objetivo de reformar España. Al "no haber margen para el error", Sánchez se ha mostrado dispuesto a "ceder" y ha demandado la misma actitud a las formaciones de Albert Rivera y Pablo Iglesias. "El cambio, por difícil, por complejo, es posible. Nos quedan tres semanas y espero y deseo que España no se vea abocada a repetir elecciones. Por nosotros no va a ser", ha garantizado Sánchez. El líder socialista ha abogado por un gobierno de "mestizaje ideológico", "no partidista" y que sea "plural", además de progresista y parlamentario. "¿Difícil? Tal vez. ¿Democrático? No se me ocurre algo más democrático que ese escenario", ha apuntado.
Sánchez ha insistido en que en la negociación con C's y Podemos que se abrirá la próxima semana, el PSOE va a ir "sin líneas rojas", pero con los principios que le caracterizan, como "la fiabilidad, la coherencia y la capacidad de negociación", y con firmes convicciones", entre ellas, la de poner fin al gobierno de Mariano Rajoy.
El líder del PSOE ha reiterado que la base sobre la que se tiene que construir una mayoría alternativa es el acuerdo con Ciudadanos. En caso de que hubiera "cambios sustanciales" en este documento, Sánchez se ha comprometido a someterlo de nuevo a la opinión de la militancia socialista, como ya se hizo el pasado 27 de febrero. El secretario general no ha hecho referencia a la consulta interna anunciada por Podemos sobre un posible pacto de gobierno, aunque el PSOE la ha calificado de "positiva", al tiempo que ha lamentado que no la hiciera hace un mes, antes de la investidura fallida, según fuentes de Ferraz. Sánchez ha reconocido que es un "punto de inflexión" que PSOE, Podemos y Ciudadanos se sienten en una misma mesa a negociar. No obstante, también ha querido ser crítico con los de Iglesias tras recordarles que mientras que el PSOE "puso en marcha el reloj de la democracia" al aceptar someterse a la investidura, "ellos bloquearon el reloj del cambio".
Sánchez no ha hecho ninguna mención al aplazamiento del congreso ordinario del PSOE, pero en clave interna, ha apelado a la unidad del partido para lograr formar gobierno, al asegurar que "cuanto más fuerte esté, más garantía de cambio habrá". En la misma línea, la presidenta andaluza, Susana Díaz, ha llamado a actuar juntos y a que Sánchez cuente con los líderes territoriales que pueden ayudarle a "sumar y a ganar" y a que su partido "vuelva a ser el PSOE". Díaz ha recordado a Sánchez que un gobierno que él presida debe respetar tanto los límites marcados por el Comité Federal -no pactar con formaciones que defiendan un referéndum de autodeterminación, ni con el PP-, como el contenido del acuerdo con Ciudadanos. "Yo me siento cómoda con el gobierno que quepa en las resoluciones del 28 de diciembre del Comité y en el acuerdo que se sometió a la consulta de los militantes", ha zanjado Díaz al ser preguntada si avalaría un gobierno de coalición con Podemos.
El presidente de la Comunidad Valenciana, el socialista Ximo Puig, quien gobierna junto con Compromís y con el apoyo externo de Podemos, ha considerado razonable que la formación de Pablo Iglesias entre en una eventual coalición ya que "la aritmética necesita transversalidad". "Es evidente que Podemos tiene un respaldo ciudadano y tiene que ser atendido igual que lo tiene el PSOE y Ciudadanos. Ahí debe haber un espacio de intersección", ha defendido Puig. El más pesimista ha sido el presidente de Aragón, quien no ve "señales claras e inequívocas por parte de Podemos" para aceptar las "cesiones que son necesarias" para un gobierno de cambio.
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