Sánchez-Camacho equipara el sufrimiento del PP vasco y catalán

Matiza que lo que en Euskadi se debió a la presión de ETA en Cataluña se debe al independentismo

Alicia Sánchez-Camacho y María Dolores de Cospedal, ayer, en la inauguración de la convención del PP catalán.
Alicia Sánchez-Camacho y María Dolores de Cospedal, ayer, en la inauguración de la convención del PP catalán.
Agencias Barcelona

25 de enero 2014 - 05:05

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, afirmó ayer que los populares han sufrido mucho en el País Vasco [en referencia a ETA] y que ahora están sufriendo en Cataluña, aunque "de diferente manera", padeciendo el rechazo por parte de los independentistas. "Somos un partido que ha sufrido mucho en el País Vasco, en muchos puntos de España. Ahora estamos sufriendo con la exclusión y el rechazo social en Cataluña", dijo durante su discurso al principio de la convención política del PPC.

"Nos quieren decir cómo tenemos que vivir nuestra vida y educar a nuestros hijos. O estás con ellos o no eres catalán. Y esto lo hemos vivido en otras partes de España", añadió.

Sánchez-Camacho reivindicó que su partido es la "garantía" de que los catalanes sigan siendo españoles y europeos y, por tanto, de que fracase el proceso soberanista impulsado por el presidente Artur Mas. Lanzó asimismo un mensaje de tranquilidad y seguridad a los catalanes y todos los españoles -"el PP va a evitar que nos saquen de España y de Europa"- y destacó que esta convención será punto de inflexión sobre la situación de Cataluña, ya que combatirán con la verdad las falsedades y leyendas creadas por CiU y ERC para impulsar su proyecto político independentista, dijo.

"No sólo tienen sentimientos los independentistas; también los tenemos los que nos sentimos catalanes y españoles", continuó la popular, que cargó contra la Cataluña actual del pensamiento único en la que, a su juicio, parece que sólo puedan opinar los independentistas.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que acompañó en la apertura de la conveción a Sánchez-Camacho, contrapuso el "derecho a decidir" de los catalanes que defiende la Generalitat con el "derecho a saber" la verdad, subrayando que una Cataluña separada "nacería en quiebra" y no podría pagar las pensiones de los jubilados de esa comunidad.

Cospedal esgrimió la inyección del Estado en Cataluña mediante el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y el plan para proveedores, cifrando así en 32.000 millones de euros la aportación del Estado a Cataluña a lo largo del último año y medio. Y le acusó también de mentir cuando defiende que una Cataluña independiente podría seguir formando parte de la UE pese a las declaraciones del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y de otros líderes europeos.

La dirigente popular incidió en que Cataluña forma parte de la identidad española porque comparte su historia y su cultura, y advirtió que "quien diga que es una cosa distinta y que hay que separarla a machetazos es que no sabe nada". Y peor aún, remachó, es tratar de imponer esa idea a la gente, "alguna de muy buena fe", sólo porque "le interesa a un gobernante en un momento concreto porque no sabe qué hacer con el desastre de gestión".

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