Rubalcaba dice que la versión marroquí "refuta" las acusaciones saharauis
El ministro del Interior se ha reunido con su homólogo marroquí, que ha defendido la "actuación pacífica" de sus fuerzas de seguridad en El Aaiún.
El ministro del Interior marroquí, Taib Cherkaui, ha defendido la actuación "pacífica" de las fuerzas de seguridad marroquíes al desmantelar el campamento saharaui cercano a El Aaiún y el Gobierno ha vuelto a optar por la prudencia antes de condenar a Rabat, aunque Alfredo Pérez Rubalcaba le ha mostrado su "grave preocupación" por los hechos y ha dicho que lo expuesto por su homólogo marroquí ha refutado las "graves acusaciones" vertidas por los saharauis.
Tras reunirse en el Ministerio del Interior con Rubalbaca, Cherkaui ha ofrecido una multitudinaria rueda de prensa en la residencia del embajador marroquí en España para explicar "la verdad" de lo sucedido en el Sáhara Occidental, repitiendo punto por punto la versión ofrecida por Rabat a la prensa acreditada en Marruecos.
Respecto al saharaui español fallecido, Baby Hamday Buyema, marroquí, según sus palabras, ha señalado que fue atropellado en "un accidente" y ha subrayado que su muerte está siendo investigada por la Fiscalía General de El Aaiún.
Cherkaui, que ha apoyado su relato en un vídeo con duras imágenes sobre los ataques de los que fueron objeto los agentes marroquíes, ha explicado que se decidió desmantelar el campamento porque había sido tomado por "milicias armadas" y "oportunistas" con objetivos políticos, que tenían "secuestrados" a ciudadanos inocentes.
Según su versión, las fuerzas de seguridad marroquíes que intervinieron no iban armadas y sufrieron una "agresión brutal".
"Ni Marruecos ni las provincias del Sur habían vivido actos así; es algo que nos recuerda los crímenes perpetrados por Al Qaeda y los terroristas del Sahel", ha sostenido mientras mostraba imágenes en las que se veía cómo una persona, supuestamente saharaui, degollaba a un miembro de las fuerzas armadas marroquíes.
Una descripción parecida de los hechos ha debido trasladar a Rubalcaba, quien, en una rueda de prensa convocada media hora después en el Ministerio, ha señalado que Cherkaui le había hecho una "exposición minuciosa" de lo sucedido en El Aaiún y había refutado las "graves acusaciones" vertidas en los últimos días contra las fuerzas de seguridad de su país.
Rubalcaba ha subrayado que ha trasladado a su homólogo marroquí la "grave preocupación" del Gobierno, los partidos políticos y la sociedad española por la situación en El Aaiún y ha señalado que Cherkaui se ha comprometido a investigar "cualquier dato" que España solicite.
El ministro del Interior ha añadido que, en cualquier caso, su homólogo marroquí se ha comprometido a investigar "cualquier duda, cualquier denuncia, cualquier nombre, cualquier dato" que el Gobierno español quiera que se aclare y a trasladar a Madrid los resultados de sus pesquisas.
Según Rubalcaba, Cherkaui le ha dicho textualmente: "Si tienes dudas sobre nombres, sobre acontecimientos, sobre sucesos... Cualquier duda que el Gobierno español tenga me lo decís y las Fuerzas de Seguridad y los jueces investigarán a fondo y os daremos las explicaciones oportunas".
Sobre los obstáculos puestos por el Gobierno de Marruecos a los periodistas españoles, a los que impide la entrada en El Aaiún o retira la acreditación para trabajar desde Rabat, Rubalcaba ha señalado que no ha tratado ese asunto con Cherkaui porque su departamento no tiene responsabilidad sobre el mismo.
Sin embargo, el vicepresidente primero del Gobierno ha asegurado que en las conversaciones "de alto nivel" entre ambos países el Ejecutivo español ha hecho "una propuesta concreta" al marroquí "en relación con los medios de comunicación españoles y su trabajo en Marruecos" y ha añadido que espera "una respuesta próxima y favorable".
El objetivo, según Rubalcaba, es que los informadores puedan pronto trabajar "libremente" en todo el territorio dependiente del Gobierno de Rabat.
Según Cherkaui, en el enfrentamiento en el campamento y en la posterior revuelta en El Aaiún perdieron la vida diez miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes y ha recriminado a la prensa española su "parcialidad" y la ha acusado de "tergiversar" los hechos con versiones que abren paso "al odio y al racismo" y rinden un "flaco favor" a los intereses de los dos países.
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