La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Una noche también amenazada por el confort
El Rey ha admitido que España tendrá que hacer "bastantes" sacrificios en el futuro, en una breve declaración en la que también ha bromeado sobre su estado de salud. Ha sido a su llegada al Congreso de los Diputados, donde ha almorzado con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente de la Cámara Baja, José Bono, y representantes de altas instituciones del Estado.
Nada más salir de su vehículo oficial, ayudado por una muleta, y tras saludar a Bono, los periodistas le han preguntado cómo estaba: "muy mal, como veis", ha bromeado don Juan Carlos. Seguidamente los informadores le han planteado si augura un futuro de sacrificios para España, a lo que el jefe del Estado ha asentido al tiempo que manifestaba: "bastantes, muchos".
Durante el almuerzo, tanto el Rey como los altos responsables del Estado han coincidido en que "por encima de los intereses de unos y otros, de los partidos y de las elecciones", están "España y los intereses de los españoles". Así lo ha asegurado Bono tras despedir al Rey al acabar la comida, en la que también han estado el jefe los presidentes del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, y del Supremo y CGPJ, Carlos Dívar; el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y el presidente del Senado, Javier Rojo.
A la salida y tras despedir a don Juan Carlos, tanto Bono como Zapatero han coincidido en apuntar que ha sido un encuentro "muy agradable y muy interesante".
Zapatero no ha querido hacer comentarios sobre las palabras del Rey y ha recordado que nunca comenta las intervenciones del jefe del Estado: "es mi papel, como es lógico". Bono, por su parte, ha apelado a la discreción sobre lo conversado en el almuerzo, si bien ha señalado que "no ha habido asunto de importancia" del que no se haya hablado en este encuentro y ha vuelto a recurrir a la frase de que habían hablado "de todo lo que ustedes se imaginan". También ha subrayado Bono el "nivel de coincidencia alto", con el Rey "a la cabeza", en que "por encima de todos y de todas las diferencias de los partidos está España y están los intereses de los españoles". "Lo verdaderamente importante, más que las elecciones, que los partidos y que el Congreso, es España", ha apostillado Bono.
Don Juan Carlos ha abandonado el Congreso tras dos horas y media. Ensalada de bogavante con tartar de aguacate, rodaballo con verduras y fruta preparada con sorbete de manzana verde ha sido el menú de este almuerzo tras el cual el Monarcaha salido al patio del Congreso para dirigirse a su coche. Antes de entrar en el asiento delantero de su vehículo, don Juan Carlos se ha despedido afectuosamente de cada uno de los comensales con un apretón de manos y un abrazo.
Un gesto afectuoso que Bono ha agradecido después aunque, ha insistido, no considera una despedida, porque el Rey les ha dicho que la verdadera despedida "tiene que ser en su casa". Bono se ha mostrado orgulloso porque el almuerzo haya tenido lugar en su despacho, que a lo largo de esta legislatura ha sido conocido como el confesionario en el que ha hablado, entre otros, con Zapatero, el líder del PP, Mariano Rajoy, o con el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero el presidente del Congreso ha querido distinguir aquellas conversaciones del almuerzo: "el confesionario es para los pecadores y en el día de hoy se rezaban los misterios gloriosos, no los dolorosos", ha bromeado.
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