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Rajoy: "Sí hay vida después de la crisis"

Debate del estado de la nación

Reconoce que los síntomas de mejoría todavía no han llegado a los ciudadanos y que eso es lo que más le "atormenta".

Rajoy: "Sí hay vida después de la crisis"
Europa Press

21 de febrero 2013 - 12:44

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha confesado este jueves en el Debate sobre el estado de la Nación en el Congreso que le "atormenta" que las mejoras económicas que ya están experimentándose "todavía no lleguen a la gente" y ha insistido una vez más en que no está "dispuesto" a dejar que "ninguna comunidad autónoma caiga". Durante su réplica a los partidos del Grupo Mixto, el presidente ha insistido en que "sí hay vida después de la crisis", y que para alcanzarla se han tomado decisiones "duras, difíciles y que no son agradables" pero sin las cuales "la situación sería mucho más difícil para España". "Parece que aún hay gente en esta Cámara que no sabe cómo estaban las cosas a finales de 2011 y que no entiende la situación que hemos superado en 2012", ha reprochado.

"Para mí era mucho más cómodo no reducir el déficit público, no hacer reformas estructurales, que me trajera sin cuidado la deuda y seguir gastando hasta que llegara el crack. Pero eso sería una irresponsabilidad y yo no lo voy a hacer porque no nos han elegido para eso. A los españoles les interesa que yo cumpla con mi deber como presidente", ha apostillado.

A renglón seguido, ha recordado que en otros momentos difíciles de la historia democrática del país se pudieron crear 5 millones de puestos de trabajo, y ha afirmado que eso se puede volver a hacer, tal y como demuestran los "datos positivos" que ya se vislumbran y que "son el preludio de que las cosas irán mejor en el futuro". De hecho, ha confesado que es "optimista sobre el futuro", alegando que "hay muchos motivos para serlo" por mucho que aún sea necesario "trabajar mucho, ponerle mucho coraje, actuar con mucha determinación y mantener el rumbo fijado". "Lo que han hecho los españoles en los momentos difíciles de su Historia, su capacidad emprendedora, su laboriosidad y sus ganas son los principales avales y argumentos que me mueven a ser optimista", ha añadido.

No obstante, el presidente también ha reconocido que no está "satisfecho" con los resultados cosechados hasta ahora, aunque sí con las decisiones, que son "las que permitirán en el futuro decir que estamos satisfechos con los resultados que se han producido y que llegarán al conjunto de los ciudadanos". "Pero hay datos positivos que no se pueden obviar porque no se puede extender una capa de pesimismo sobre el futuro de la economía española", ha matizado. "Me preocupa que los resultados de las políticas aún no hayan llegado a la gente y el número de españoles que, queriendo trabajar, aún no puede hacerlo. Pero lo sabíamos y lo dijimos, no engañamos. Éramos conscientes y lo somos y es de puro sentido común que las decisiones no producen efecto en 24 horas, ni aquí ni en ningún país del mundo ni en ninguna faceta de la vida. No es posible", ha hecho hincapié.

No se cambiará el rumbo en política económica

Por ello, ha rechazado cambiar el rumbo de sus políticas económicas, tal y como le han reclamado diferentes formaciones, y se ha comprometido a seguir trabajando en la reducción del déficit, en la aprobación de reformas estructurales y en el impulso al proceso reformista e integrador en Europa, dado que considera que esa política es "la buena para los intereses generales de España" y no por "ningún empecinamiento ni razón ideológica". "Creemos que es la política económica que hay que hacer, y vamos a mantener esa política económica. Creemos que es la acertada porque ha supuesto la recuperación de la confianza en España y no la voy a cambiar. Tengo la total y absoluta convicción de que va a producir efectos positivos en un futuro no muy lejano", ha subrayado.

Así, ha insistido en que el Gobierno presentará nuevas reformas estructurales -como las que ya avanzó en su primera intervención en el Debate- que "iban en el programa electoral" y que "si no se han hecho antes ha sido porque no se pudo". "Pero el juicio al Gobierno se hace una vez termina la legislatura, porque a nadie se le puede exigir que cumpla su programa electoral con el 25% de la legislatura cumplido", ha añadido. "Como ya he dicho en reiteradas ocasiones, hay casi 6 millones de personas que quieren trabajar y no pueden hacerlo, y eso para mí es inaceptable. Y creo que la política económica que hemos puesto en marcha producirá sus efectos y lograremos revertir esta situación, que es lo que queremos hacer", ha apostillado.

La reforma financiera

La única modificación con respecto a 2012 será, por tanto, que se hará "un esfuerzo para adoptar medidas de crecimiento" porque "lo más importante hoy es que haya crecimiento en Europa y que se recupere el crédito" en España. "Ésos serán los objetivos, las medidas son las adecuadas, estamos dispuestos a oír cualquier sugerencia positiva pero el grueso de la política económica se debe mantener porque es la que necesita nuestro país", ha reiterado de forma tajante. Con respecto a las críticas que las distintas formaciones han planteado a medidas concretas como la reestructuración financiera, Rajoy ha defendido que es una reforma "de primer orden" pero ha negado que suponga "ser fuerte con los débiles y débil con los fuertes". "No estoy de acuerdo y me parece tremendamente injusto", ha dicho, insistiendo en que las medidas se han cargado de forma proporcional sobre los diferentes agentes sociales.

No obstante, sobre el tema de los desahucios, que ha salido en prácticamente todas las intervenciones del Grupo Mixto, Rajoy se ha limitado a decir que se "seguirá hablando" del asunto, sin dar más detalles, y también ha considerado que "sería útil que hubiera consensos en los temas fundamentales". "Reitero mi disposición a entenderme con quien de buena fe quiera hacerlo", ha dicho.

Con respecto al problema energético -"Uno de los temas donde nos hemos empleado a fondo y tendremos que seguir haciéndolo", ha dicho-, el líder del Gobierno ha defendido sus medidas, que se han tomado para "corregir decisiones irresponsables" del pasado que provocaron un déficit de tarifa de 25.000 millones de euros.

El Gobierno central más proautonómico

Con respecto a las críticas que algunas formaciones nacionalistas han puesto sobre la mesa respecto del trato que se ha dado a las comunidades autónomas, Rajoy ha afirmado que "no ha habido un Gobierno que haya ayudado tanto a las comunidades como éste", con medidas como el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) o el Plan de Pago a Proveedores, entre otras.

"Hoy el Estado es el que acude a los mercados porque, desgraciadamente, hay muchas comunidades a las que no les presta nadie, y acudimos a los mercados para refinanciar su deuda y para que puedan cubrir su déficit público. Lo hacemos porque es nuestra obligación y porque creemos en ello. No estoy dispuesto a que ninguna comunidad autónoma caiga", ha añadido.

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