Rajoy expone al Rey su plan contra la crisis, que requerirá medidas duras
Don Juan Carlos recibe por primera vez en 18 años a un representante de la izquierda abertzale, que ha pedido su implicación para resolver el "conflicto vasco".
El Rey ha conocido las prioridades de gobierno de Mariano Rajoy ante una situación económica "muy difícil", que requerirá medidas "no gratas", y ha recibido por primera vez en 18 años a un representante de la izquierda abertzale, que ha pedido su implicación para resolver el "conflicto vasco".
En la segunda y última jornada de consultas parlamentarias previas a la investidura, el primero en llegar a la Zarzuela ha sido el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, quien ha expresado al Rey su inquietud por el riesgo de que la "impoluta" mayoría absoluta del PP en todas las instituciones y su amplísima proyección mediática pueda "ahogar" las alternativas e impedir la disidencia. Don Juan Carlos, que ha escuchado asimismo la "breve referencia" de Erkoreka a la importancia de que, ante el último comunicado de ETA, los partidos consensúen los pasos para consolidar la paz sin "rebrotes" del pasado, ha tratado también el escenario abierto en el País Vasco con su siguiente invitada, la portavoz de UPyD, Rosa Díez.
Además de explicarle su decisión de formar grupo parlamentario con el diputado Enrique Álvarez Sostres, del Foro de Ciudadanos -que preside Francisco Álvarez Cascos-, Díez ha comunicado al monarca que su partido ha instado al Gobierno a que ilegalice Amaiur y ha lamentado que el PP haya querido utilizar a UPyD "como coartada" para impedir que la coalición abertzale constituya grupo propio.
La diputada de UPyD ha abandonado la Zarzuela cinco minutos antes de que llegara al palacio el dirigente de Amaiur Xabier Mikel Errekondo, el primer portavoz de la izquierda abertzale recibido por el Rey desde 1993, que ha entregado a don Juan Carlos una carta de folio y medio en la que pide su implicación como jefe de Estado en la resolución definitiva del "conflicto político de Euskalherría". Vestido con traje y corbata, Errekondo ha agradecido al Rey -quien le escuchaba muy serio- la oportunidad de ser recibidos por el jefe de Estado y, durante una conversación que ha durado casi veinte minutos, le ha instado a trabajar "con responsabilidad" para conseguir "una paz real, duradera y justa".
Según ha afirmado el dirigente de Amaiur en su posterior comparecencia informativa, el Rey ha compartido durante la entrevista el derecho de esta coalición a ejercer su actividad en el Congreso con grupo parlamentario propio y se ha comprometido a hacer llegar esta petición a Mariano Rajoy. Sobre el nuevo escenario abierto tras el último comunicado de ETA, ha asegurado que el Rey comparte con Amaiur la "voluntad" de trabajar juntos para una paz "definitiva, estable y duradera", que recoja todas las sensibilidades.
A continuación, el líder de IU, Cayo Lara, ha planteado ante el Rey su propia queja, la de no contar con representación en la Mesa del Congreso y padecer el déficit de un sistema electoral que a su juicio restringe la democracia en la Cámara, al tiempo que ha sugerido un voto negativo de su formación a la investidura de Rajoy si su discurso va en línea con los ajustes del PP en las Comunidades donde gobierna. Lara, que no ha tratado con el monarca la investigación judicial que afecta a su yerno, Iñaki Urdangarin, le ha obsequiado con un ejemplar del libro Las dudas de Hamlet: Letizia Ortiz y la transformación de la monarquía española.
Ya por la tarde, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, ha trasladado al monarca la necesidad de alcanzar un pacto fiscal para Cataluña que acabe con el "maltrato" que sufre en esta materia y, sin despejar el sentido de su voto en la investidura de Rajoy, ha expuesto que la recuperación económica y la creación de empleo centran los objetivos de su coalición para esta décima legislatura.
Con un sonriente "Don Alfredo..." y un saludo tan cordial como el que ha dedicado a Duran, el Rey ha recibido al socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, quien le ha comunicado que el PSOE hará una oposición como la que le hubiera gustado tener cuando estaba en el Gobierno y la que demandan hora los ciudadanos para buscar soluciones a los problemas derivados de la crisis y el desempleo. Cuestiones relacionadas con la política exterior, fundamentalmente la europea, han tenido también cabida en su reunión "grata y gratificante" con el jefe del Estado, que empezó cinco minutos antes de lo previsto y cuya duración sólo ha sido superada por la hora larga que el Rey ha dedicado después a Rajoy.
"¡Mariano! ¡Enhorabuena!", ha sido la efusiva bienvenida del Rey al futuro presidente del Gobierno, quien ha reafirmado durante la entrevista que la situación económica de España es "muy difícil" y exigirá la adopción de medidas que "no serán gratas", aunque serán entendidas por los españoles. En este contexto, Rajoy ha trasladado el jefe del Estado su voluntad decidida de volcar esfuerzos en la lucha contra la crisis económica y el paro, así como su firme determinación a cumplir con los objetivos de déficit público.
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