Rajoy denuncia que “va a subir hasta el IVA de las chuches”

La realidad volvió a superar a la ficción, de la mano del PP, en Dos Hermanas, ese bastión secular de Felipe González, Alfonso Guerra y José Luis Rodríguez Zapatero que le sirvió ayer al PP, ¿quién lo iba a decir?, para mostar sus razones y poderío en un velódromo no sólo abarrotado, sino que se quedó pequeño y donde el PSOE fue zarandeado sin piedad por la plana mayor del PP con Mariano Rajoy a la cabeza.

El gran argumento, prácticamente monográfico, fue la subida de impuestos que había aprobado el Gobierno el día anterior, una medida “perjudicial, innecesaria y profundamente insolidaria” que, a decir del líder del PP, va a golpear duramente a los más débiles, a las clases medias y bajas. Incluso a los más bajitos. Como el espontáneo que irrumpió en el escenario, Fernando, un niño de dos años, hijo del portavoz del PP en el Ayuntamiento de la capital, Juan Ignacio Zoido, que se plantó en el proscenio del abarrotado velódromo de la localidad sevillana en plena descarga de rayos y truenos de Rayoy a propósito de las “chapuzas” y “mentiras” de Zapatero. Lejos de desconcertarse, el número uno de los populares tuvo reflejos y aprovechó la presencia de la criatura para subrayar que con este Gobierno “va a subir hasta el IVA de las chuches”. Un ejemplo palmario de que todos los españoles, sin distinción de clases ni edad, van a tener que apretarse el cinturón para “tapar los agujeros de la disparatada política de gasto público” del Gobierno socialista. “¿En qué ha quedado toda la trompetería triunfal y la sarta de engaños de Zapatero?”, se preguntó Rajoy. “En más de cuatro millones de parados” se contestó. Y el velódromo volvió a tronar –los organizadores cifraron la asistencia en más de 30.000 personas– con uno de los más coreados gritos de guerra de la mañana: “Za-pa-te-ro, em-bus-te-ro”. Rajoy agradeció la “capacidad de síntesis” del auditorio y siguió cargando contra una política económica que ha hecho que ese país “próspero” que dejó el PP al salir del poder se haya ido a la ruina. “¿Por qué nos pasa esto?”, volvió a interpelar el presidente nacional del PP. “Os lo voy a decir en cuatro palabras: José Luis Rodríguez Zapatero”.

El gran artífice de que las marcas del paro “hayan batido todos los registros” y de que España vaya a ser el único país de la zona euro que no vaya a salir de la recesión a finales de año fue tildado de “incompetente” y “mentiroso” sin descanso por el líder del PP, que criticó también la “soberbia, el sectarismo y las improvisaciones” del presidente del Gobierno. Ante esa “quintaesencia de la mentira” que “empobrece y liquida al país”, ante ese “maniqueísmo de buenos y malos, ricos y pobres, sindicatos y empresarios, en el que no hay sitio para los autónomos y las clases medias”, Rajoy se erigió como alternativa y prometió que los populares “darán la batalla” para sacar del hoyo a este país. “El PP va a solucionar esta crisis, hemos demostrado que sabemos hacer las cosas”. Con ese tono patriótico al que dio alas la escenografía del velódromo, con una profusión de enseñas nacionales nunca vista por esos lares, el líder del PP insistió en que “los españoles tienen derecho a la esperanza, las cosas pueden ser de otra manera y los españoles deben verlo, esto no es irremediable, aquí está la alternativa, los que representamos a la España real”.

Le precedió en el uso de la palabra la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que insistió en la teoría de la conspiración. “Tenemos derecho a un ministro (por el del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba) que luche contra la delincuencia en vez de utilizar los instrumentos del Estado en beneficio del PSOE”. La polémica sobre las fotos de las hijas de Zapatero le sirvió para poner el dedo en otra llaga: “Me parece muy bien que se proteja la intimidad de los niños y niñas de 16 años, pero es insostenible que alguien pida protección para los menores y diga que pueden abortar sin que se enteren sus padres”.