Rajoy al PSOE: "No me quejo de la herencia; me quejo del engaño"

El presidente del Gobierno asegura en el Senado que nota "el apoyo y el calor de la mayoría de los ciudadanos" y que el único que ha dado dinero público a la banca "es el PSOE".

Efe

08 de mayo 2012 - 17:47

Madrid/El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido ante el pleno del Senado la necesidad de tomar medidas no incluidas en el programa electoral con el que ganó las elecciones al "engaño" del anterior Ejecutivo sobre el déficit público. Rajoy ha justificado así las reformas y ajustes que está realizando y ha asegurado que la austeridad no es lo contrario de crecimiento, sino de "despilfarro".

Con estas palabras ha defendido ante el pleno del Senado la necesidad de tomar medidas no incluidas en el programa electoral, una política que el PSOE ha criticado con dureza porque, ha dicho su portavoz, Marcelino Iglesias, "un gobernante democrático" está obligado a cumplir los compromisos que adquiere ante los votantes. "¿Es posible que encontremos 10.000 millones para un banco y no tengamos para la salud y la educación de los ciudadanos", le ha preguntado Iglesias en referencia a la crisis de Bankia y la posibilidad de que el Gobierno inyecte dinero público en la entidad.

Rajoy ha explicado que se ve obligado a "hacer cosas que no se hicieron", ha calificado de "parches" la reforma financiera emprendida por los socialistas y ha recordado que "hasta ahora el único dinero público que se ha dado (a la banca) es el del Gobierno del PSOE". Si está tomando medidas no anunciadas en la campaña electoral, ha añadido, es también para "rectificar cosas que se hicieron mal", como la reforma laboral, y para rebajar un déficit público que alcanzó "límites insospechados"; "no me quejo de la herencia, de lo que me quejo es del engaño", ha manifestado.

Ha dejado claro que va a cumplir el compromiso adquirido por el anterior Gobierno con Bruselas para cerrar 2013 con un déficit del 3 por ciento del PIB, y que continuará "en la línea reformista" de los últimos meses. "Creo notar el apoyo y el calor de la mayoría de los ciudadanos", ha subrayado en el día en el que el Centro de Investigaciones Sociológicas ha revelado que el PP mantiene una distancia de once puntos respecto al PSOE, aunque pierde cuatro respecto al 20N.

Rajoy ha asegurado que si el déficit se hubiera atenido al 6 por ciento comprometido no habría tenido que subir el IRPF ni abordar ajustes en sanidad y educación y ha garantizado que hará todo lo necesario para que España vuelva a crear empleo; "y para dejarles en su día una herencia como la que les dejamos en 2004", ha advertido a los socialistas. Iglesias, sin embargo, le ha recordado que consiguió la mayoría absoluta con un programa que no cumple y le ha reprochado que se ampare en su desconocimiento de la desviación del déficit público, cuando se produjo "fundamentalmente" en las comunidades autónomas, la mayoría gobernadas a finales de 2011 por el PP. "A usted le votó la gente porque les dijo que podían sacarnos de la crisis, y que podían hacerlo sin subir los impuestos, sin recortar la sanidad, sin recortar la educación, sin abaratar el despido, que podían hacerlo sin debilitar los derechos de los trabajadores", ha recriminado a Rajoy.

El jefe del Ejecutivo ha cuestionado la autoridad moral de los socialistas para criticar al Gobierno y para seguir haciendo "política con minúsculas". Pocos minutos antes había explicado al senador de CiU, Jordi Vilajoana, la necesidad de hacer "política con mayúsculas" y había instado a todas las administraciones y a todos los ciudadanos a actuar "con altura de miras" y a hacer "un esfuerzo colectivo" para salir de la crisis económica. Lograrlo, según ha mantenido ante los senadores, exige continuar con el proceso de consolidación fiscal para sanear las cuentas públicas. "Austeridad no es lo contrario de crecimiento, austeridad es lo contrario de despilfarro y, por tanto, necesitamos austeridad y crecimiento", ha manifestado en respuesta a otra pregunta del portavoz de Entesa, José Montilla.

El parlamentario catalán ha advertido al Gobierno de que su política de aumentar los ingresos y recortar el gasto constituye una "receta inadecuada" y le ha pedido que alargue el plazo para reducir el déficit hasta el 3 por ciento del PIB. "En Europa las cosas están cambiando. Espero que no sean ustedes los últimos mohicanos que defienden unos objetivos en los que nadie cree", ha dicho Montilla sin que sus palabras encontraran eco en Rajoy. Para el jefe del Ejecutivo, que ha señalado que prácticamente ninguna administración, salvo el Tesoro, puede hoy financiarse en los mercados, España se juega su credibilidad en la rebaja del déficit público.

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