Rajoy no habla de Bárcenas y Rubalcaba le avisa de que puede hundirlo

Debate del estado de la nación

El presidente del Gobierno presenta su "segunda generación" de reformas anticrisis. El socialista le advierte que el ex tesorero es su espada de Damocles.

Foto: EFE
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Roberto Pareja

21 de febrero 2013 - 05:03

El pájaro cogió la escopeta: lo primero que hizo ayer Mariano Rajoy para encarar su séptimo Debate sobre el estado de la Nación (primero en calidad de presidente del Gobierno) fue poner sobre la mesa la peor de sus cartas, los 5.965.400 parados, que no fue óbice para que presumiera de haber "evitado el naufragio" de un país que vive un infierno en el doble purgatorio de la crisis y la corrupción, ese campo abonado para el martilleo de la oposición en el que crepita con fuerza un nombre, Luis Bárcenas, coto vedado en los labios del jefe del Ejecutivo y atornillado -como rutilante baza socialista- en los de Alfredo Pérez Rubalcaba, que también se estrenaba en la gran lid parlamentaria como jefe de la oposición y que recomendó a su antagonista que se marchara antes de que el ex tesorero del PP sufra un improbable "ataque de sinceridad".

La calle está que arde y los proverbiales duelos verbales florales que tan bien se les dan a nuestros parlamentarios resultan de todo punto tan extemporáneos como insufribles, sobre todo para esos seis millones de desempleados, o para la legión de desahuciados -de su casa, o de su país en el mejor de los casos-, o para los que siguen las andanzas de los filibusteros palaciegos, por poner tres rotundos ejemplos. Más allá de las frases más o menos brillantes y efectistas, el pueblo exige soluciones para sus penurias y que se ponga coto efectivo a los desmanes (desmadres, mejor dicho) en la caja común. Como redimido del incumplimiento de sus promesas, "señorías, no me ha sido posible cumplir con algunos de mis compromisos electorales porque he tenido que cumplir mi deber como presidente del Gobierno", Rajoy -que se vanaglorió por cierto de haber estado 36 horas sin dormir negociando en nombre de todos los españoles en Bruselas- anunció una "segunda generación" de reformas para galvanizar la economía, con un apoyo decidido a motores gripados como pymes y autónomos, a los que prometió rescatar del baúl de promesas pisoteadas la de que no paguen el IVA hasta que cobren sus facturas a partir de 2014.

Con la herencia de Zapatero siempre rugiendo en la cara b de su discurso matinal -40 folios, por las dos caras, repartieron con cara de austeridad entre los periodistas-, el presidente del Gobierno justificó su falta a la palabra dada en la "ruina" que se encontró al pisar La Moncloa, aunque presumió de que tras su primer año de gestión España ha salvado los muebles y ha ido reduciendo un déficit público del 8,9% del PIB hasta el 7%, unos 21.000 millones de euros de ahorro.

¿De dónde han salido? Por ahí entró como un toro Rubalcaba en la sesión vespertina, que criticó las "desastrosas" políticas de Rajoy -que han llevado al país, según el líder socialista, a una situación "crítica" y otea un horizonte de "recesión, desempleo y desigualdad"- y se preguntó cómo puede gobernar pendiente de que a Bárcenas le dé "un ataque de sinceridad" y hunda al Gobierno. Su presidente ofreció un gran pacto contra la corrupción y recordó que el PP no ha sido condenado por financiación irregular (lo impidió un defecto de forma, no de fondo, en el caso Naseiro, otro tesorero popular como zorra en el gallinero) y el PSOE sí. "Aprendimos para toda la vida, ustedes no", replicó Rubalcaba sobre la indeleble Filesa. Se permitió el ocioso lujo -dicho sea por el desdén que mostró Rajoy- de plantear diversas medidas para crear empleo y ofreció un gran pacto nacional contra la pobreza y la creación de un fondo de mil millones de euros para luchar contra ella. En este punto, invitó al jefe del Ejecutivo a volver a visitar los comedores sociales, como hacía cuando olisqueaba el poder, y equiparó a los socialistas con Teresa de Calcuta al medir sus artes parlamentarias con la "terrible" oposición que sufrió Zapatero.

El debate territorial quedó en segundo plano, terreno en el que Rajoy reclamó sensatez y Rubalcaba abogó por "abrir" la Constitución para dar respuesta a las demandas de singularidad.

Más allá del cada vez más insustancial y tú más, resultó algo insólita la petición de dimisión que coligió Rubalcaba por parte de Rajoy. "No me interesa, se la piden en su partido", replicó ufano el presidente del Gobierno. La esperanza es un buen desayuno pero una mala cena. Bien lo debe saber Rajoy, que ayer se acostó reconfortado por los aplausos de la bancada popular, que recupera el aliento al cabo de semanas de desconcierto

Más allá de la aciaga realidad y de los actos de fe (esa patología de la razón), lo mejor del cónclave parlamentario fue la ausencia de ETA. Otra pieza de nuevo cuño, Iñaki Urdangarín, pasó de puntillas, como buen fantasma.

Medidas anticrisis anunciadas por Rajoy

1. Autónomos y pymes exentos de IVA hasta cobrar facturas

A partir de enero de 2014, los autónomos y las pymes con un volumen de negocio de menos dos millones de euros al año no tendrán que pagar el IVA hasta que hayan cobrado las facturas a las que corresponda el pago del impuesto. En un documento distribuido posteriormente por el Gobierno se especifica que de esta medida, de carácter voluntario, se podrán beneficiar casi 1,3 millones de autónomos y más de un millón de pymes, según afirmó Rajoy.

2. Plan de pago a proveedores de 2.700 millones

El presidente anunció un nuevo Plan de pago a proveedores, dotado con 2.700 millones de euros. Rajoy consideró que una de las formas más rápidas de apoyar financieramente a las pequeñas y medianas empresas es reducir la morosidad, tanto pública como privada. Por ello, dijo que se amplía el Plan de proveedores para las facturas anteriores al 1 de enero de 2012 provenientes de determinadas actividades y administraciones que habían quedado fuera del plan vigente.

3. 45.000 millones para apoyar la liquidez de las empresas

El Gobierno prepara una batería de medidas para reducir los costes de intermediación financiera y apoyar la liquidez de las empresas, con las que pretende movilizar recursos por casi 45.000 millones de euros. Para ello se ampliarán las líneas de mediación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para aportar a este programa 22.000 millones, a la vez que las entidades bancarias saneadas aportarán 10.000 millones de euros más en crédito para las pymes, según Rajoy.

4. Incentivos al empleo joven hasta que el paro baje al 15%

Habrá una nueva modalidad de contrato temporal, el "primer empleo joven", con incentivos para su paso a indefinido, así como una eliminación de cuotas sociales a pymes que hagan contratos a tiempo parcial con vinculación formativa a menores de 30 años. Rajoy, que avanzó que esta medida de bonificación de cuotas se mantendrá hasta que la tasa de paro baje del 15%, explicó que para las grandes empresas la reducción de cotizaciones será del 75%.

5. Ayudas a comunidades para rehabilitación de edificios

El jefe del Ejecutivo popular avanzó que en las próximas semanas se llevarán a cabo reformas tanto en el sector energético como en las estructuras ferroviarias, el transporte, la logística y la vivienda. Dentro de este último sector, Mariano Rajoy destacó la nueva ley para la rehabilitación, regeneración y renovación urbana, que incluirá un plan de ayudas a las comunidades de propietarios, con el fin de incentivar la rehabilitación de edificios.

Medidas contra la corrupción anunciadas por Rajoy

1. Gran pacto

El presidente del Gobierno ofreció a los grupos parlamentarios del Congreso la negociación de un "amplio acuerdo" de medidas para luchar contra la corrupción. Rajoy aseguró que sus propuestas no son excluyentes y se comprometió a obviar su holgada mayoría absoluta para analizar y valorar todas las propuestas que lleguen a los populares.

2. Auditorías a altos cargos

Rajoy anunció su propósito de realizar una auditoría de patrimonio e ingresos a los dirigentes políticos cuando dejen el cargo, así como el control de la función de los gerentes o tesoreros de los partidos, que tendrán que comparecer en el Parlamento.

3. Transparencia

Rajoy propuso que la futura ley de transparencia se aplique a partidos, sindicatos y organizaciones empresariales, y anunció un endurecimiento del Código Penal. Asimismo, avanzó sendas leyes orgánicas de control de la actividad económico-financiera de las fuerzas políticas y de regulación del ejercicio de las funciones políticas.

4. Tribunal de Cuentas

Fiscalizará todos los ingresos y gastos de las fundaciones de los partidos.

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