Puigdemont sale libre y exige a Rajoy que se siente a negociar

crisis en cataluña

El ex presidente de la Generalitat asegura que está "más fuerte que nunca" y reclama la libertad del resto de encarcelados

"Es una vergüenza que existan presos políticos en Europa", afirma

Puigdemont tilda de "vergüenza" para Europa tener "presos políticos".
G. Casadevall (Efe)

06 de abril 2018 - 14:06

Neumünster/El ex presidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont salió ayer en libertad bajo fianza, tras doce días de reclusión en la cárcel alemana de Neumünster , y exigió la libertad de sus correligionarios encarcelados en España. "Es una vergüenza para Europa que existan presos políticos", afirmó el líder independentista ante decenas de cámaras de televisión apostadas ante el centro penitenciario, donde aseguró que su lucha no es un asunto "interno" ni un conflicto español, sino que concierne a "todos los ciudadanos europeos". Enfundado en un traje gris oscuro y con aspecto relajado, dedicó unas primeras palabras de agradecimiento, en alemán, a la "solidaridad" recibida en los días en que ha estado en la cárcel, donde ingresó tras ser detenido el 25 de marzo poco después de entrar en Alemania a través de la frontera con Dinamarca.

A continuación hizo una declaración íntegramente en inglés, que abrió expresando de nuevo su gratitud por el trato recibido en Neumünster, destacando la "profesionalidad" y "respeto" de los funcionarios y también la "ayuda" recibida por los otros internos. Mencionó asimismo las numerosas cartas de solidaridad que dijo haber recibido de países de todo el mundo, desde europeos a Brasil o Japón, para incidir luego en el mensaje político, aunque sin mencionar en ningún momento la palabra independencia.

"Exijo la liberación inmediata de todos mis compañeros encarcelados en España", prosiguió, para expresar su fe en una "democracia europea, basada en los principios de separación de poderes, paz y derechos humanos", una forma de democracia que, dijo, "esta en peligro en España".

Puigdemont reclamó "más poder para las regiones" y apuntó que "ha llegado el momento del diálogo", algo que "nosotros llevamos reclamando durante años", para recibir solo "respuestas represivas y violentas". A su intervención siguió la de su abogado alemán, Wolfgang Schomburg, quien se felicitó por el hecho de que la Audiencia Territorial del land de Schleswig Holstein haya "definitivamente descartado" y "desde el inicio" la petición de extradición por rebelión, uno de los cargos imputados por el Tribunal Supremo español. "Vamos a estudiar ahora qué ocurre con la de malversación de fondos públicos", añadió el letrado, quien se mostró convencido de que finalmente se rechazará también ese segundo cargo y de que no se procederá a su extradición a España.

Había gran expectación mediática por la reaparición de Puigdemont, de quien no se había visto una sola imagen desde su último acto público, en Finlandia, el viernes 23 de marzo, unas horas antes de que se reactivara la euroorden contra él.

Dos días después fue detenido tras entrar en territorio alemán, y la Fiscalía General de Schleswig-Holstein respaldó en todos los puntos la demanda de extradición cursada por el Supremo español. Finalmente ayer la Audiencia Territorial descartó el cargo de rebelión y decretó su libertad condicional con una fianza de 75.000 euros, que quedó ayer depositada en la Fiscalía del land.

Puigdemont salió finalmente de la cárcel a las 13:52, acompañado de su abogado alemán, y entre gritos de "Visca Catalunya"- coreados por simpatizantes -principalmente catalanes, pero también algunos vecinos de la ciudad- concentrados ante la prisión, algunos de ellos con banderas esteladas independentistas. Inicialmente se había convocado una conferencia de prensa en un pabellón de Neumünster para la tarde, pero fuentes del entorno del ex presidente catalán informaron de su cancelación porque, "por motivos legales", Puigdemont se había tenido que trasladar a Berlín.

Llarena y la Fiscalía estudian llevar el caso al Tribunal de la UE

El juez del caso del Tribunal Supremo Pablo Llarena estudia presentar una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de Luxemburgo sobre la negativa de los jueces alemanes de entregar a Carles Puigemont por el delito de rebelión. En último término, lo que el juez español plantearía es cómo deben interpretarse las normas que regulan las órdenes internacionales de detención en la UE, lo que, indirectamente, podría suponer cuestionar si han sido correctamente aplicadas esas normas por los jueces alemanes, o bien preguntar cuáles son las acciones que él puede tomar tras la decisión alemana. La presentación de una cuestión prejudicial puede dejar a Puigdemont en la situación en la que estaba antes de su procesamiento e inmediata petición de entrega, porque la orden puede quedar en suspenso provisional, según fuentes del Supremo. Es decir, cabe la posibilidad de que esta iniciativa deje aparcada temporalmente la acción penal contra Puigdemont mientras el resto del proceso continúa. El magistrado del Alto Tribunal, que emitió una orden internacional de detención contra Puigdemont en la que solicitaba su entrega a España por el delito de rebelión, reaccionaría a la negativa de un tribunal alemán de extraditar a España al preso por ese delito. También esta medida es valorada por la Fiscalía General del Estado. "La Fiscalía estudiará la eventual posibilidad de ejercitar las acciones pertinentes para la protección y defensa del orden jurídico europeo ante el Tribunal de Justicia de la UE", señala en una nota.

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