Prisiones separa a los presos 'yihadistas' y vigila su relación con el exterior
Separación en distintos módulos, control de sus relaciones personales en el exterior, incautación de obras de autores radicales o hasta control de sus cuentas de peculio en busca de movimientos sospechosos de dinero. Éstas y otras medidas se recogen en las distintas iniciativas elaboradas por Instituciones Penitenciarias mediante las cuales las autoridades españolas han intensificado en los últimos meses el control de los presos islamistas en prisión. El objetivo es evitar que las cárceles se conviertan en un foco de radicalización o reclutamiento.
"Se trata de recoger, analizar y sistematizar un conjunto de datos y variables relevantes para detectar y acotar procesos incipientes o consolidados de radicalización", recoge el Programa de Intervención con los Internos Islamistas en los Centros Penitenciarios, uno de los documentos sobre los que pivota esta estrategia centrada en los presos que "responden a planteamientos organizados, extremistas y violentos o pretenden utilizar el medio penitenciario para reclutar adeptos a su ideología radical".
"Pretendemos limitar la incidencia de este fenómeno terrorista en el interior de los establecimientos penitenciarios", expone el programa con el que Prisiones lleva meses trabajando y en el que se admite que es un "fenómeno que genera una creciente preocupación". Por ello se introducen medidas concretas de actuación.
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