Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
Nadia Calviño, María Jesús Montero, José Manuel Albares, Teresa Ribera y Félix Bolaños. Estos son los cinco ministros del actual Gobierno de Pedro Sánchez que todos dan por seguro. Como Yolanda Díaz, Mónica García y Ernest Urtasun por la parte de Sumar. El presidente del Gobierno dedicará este fin de semana a completar su nuevo gabinete, de modo que el martes se pueda celebrar el primer Consejo de Ministros. Una vez que negocie con la vicepresidenta Yolanda Díaz el número y los nombres de Sumar, le tocará el turno a los que él nombrará por la parte del PSOE.
Se da por hecho que el Gobierno será más reducido y con un fuerte componente político, ya que la legislatura se presenta muy dura, tanto por la oposición del PP, como por las demandas de los aliados independentistas catalanes.
Sólo Adolfo Suárez llegó a tener un Gobierno tan largo como este último. Si la complejidad de la UCD, que nació de la fusión de muchos partidos, obligó al primer presidente de la Transición a duplicar bancos azules para contentar a todos, Sánchez debió nombrar a 22 ministros para dar cabida a Podemos. Ahora se trata de reducir, aunque como alguien experimentado en la formación de Ejecutivos ha explicado a este medio eso sólo es un objetivo de partida.
El esquema del Gobierno no cambiará. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, cuenta con los apoyos de los grandes países europeos para ser la próxima presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), por lo que se mantendrá al frente de esta cartera durante, al menos, un año. Yolanda Díaz seguirá como vicepresidenta al frente de Trabajo, y será ella la que decida quiénes son los ministros de Sumar. Se da por descontado que no entrarán ni Irene Montero ni Ione Belarra, líder de Podemos. Le ha ofrecido un ministerio al actual secretario de Estado de Asuntos Sociales, Nacho Álvarez, que es de la formación morada, pero Belarra no acepta ese acuerdo.
Yolanda Díaz parece que va a sacrificar la tranquilidad en el Congreso por la paz en el interior del Gobierno. Mónica García, de Más País, puede ser la próxima ministra de Sanidad, como el catalán Ernest Urtasun, de Cultura.
Además de las dos primeras vicepresidentas, se da por seguro la permanencia de Teresa Ribera. Hay que tener en cuenta que a España aún le queda un mes de presidencia rotatoria en la Unión Europea, y que Ribera lidera el avance comunitario en políticas ambientales. Ribera tiene pendiente la firma del acuerdo de Doñana con la Junta, que se daba por hecho hace dos semanas.
La sevillana María Jesús Montero es otra de las candidatas seguras, en la misma cartera, Hacienda. Montero es vicesecretaria general del PSOE y ha conseguido, junto a Santos Cerdán, secretario de Organización del partido, que las relaciones entre Moncloa y Ferraz fueran buenas por primera vez desde que Pedro Sánchez comenzó a gobernar.
Montero tiene el encargo de sacar adelante los primeros Presupuestos Generales, que serán los de 2024, y que corren el peligro de ser los únicos de la legislatura. Los pactos con Junts obligan a crear una mesa de seguimiento internacional del que dependerá que Carles Puigdemont prosiga con el apoyo al Gobierno. No obstante, si la aprobación de la amnistía se retrasase por los obstáculos del Senado, Junts tendría que dar el visto bueno a estas primeras cuentas antes de que se materialice la medida de gracia.
En estos momentos, en el Gobierno sólo hay dos andaluces, Montero y Luis Planas, ministro de Agricultura. Hubo un tercero, Juan Carlos Campos, que salió por Pilar Llop y ahora es miembro del Tribunal Constitucional. Otros dos andaluces, Juan Espadas y Lina Gálvez, figuran en la lista de ministrables. Espadas es el actual secretario general del PSOE-A, y para el partido constituiría un problema tener que organizar el relevo. Algunas fuentes sí apuntan que Espadas podría ser candidato al Parlamento europeo. Lina Gálvez, actual eurodiputada, viene colaborando con Sánchez en la elaboración de los programas claves del partido.
Algunas de las novedades con las que se especula es con la entrada de Ximo Puig, ex presidente de la Generalitat valenciana, y de Guillermo Fernández Vara, anterior líder de la Junta de Extremadura.
Félix Bolaños seguirá en el Gobierno, aunque puede cambiar de cartera. Bolaños ha sido uno de los puntales esenciales de la coordinación dentro del Ejecutivo. Si dejase Presidencia por otro ministerio, Óscar López le podría sustituir. Este último fue uno de los primeros compañeros de Sánchez en su aventura por la dirección socialistas, aunque rompieron con motivo de la sesión de investidura de Mariano Rajoy en la que el PSOE se abstuvo. López, rescatado hace dos años, es el número dos de Presidencia.
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