Pedro Sánchez entra en campaña en Cataluña

Un baño de masas tras la autoimpuesta reclusión de cinco días para reflexionar y seguir en La Moncloa. Pedro Sánchez no se vistió de corto ni de domingo, pero aprovechó el festivo por el 1 de Mayo para darse un paseo de 45 minutos por la Feria de Abril de Barcelona que se celebra en el Fórum. El presidente entró en campaña por sevillanas y repartiendo besos, abrazos y fotos a todo aquel simpatizante socialista que se lo pidiera. A 11 días para el 12-M, toca poner en marcha toda la maquinaria electoral para apuntalar la presumible victoria de Salvador Illa, como anticipan todas las encuestas. El aspirante del PSC acompañó a su líder durante la visita sorpresa antes de irse a almorzar los dos matrimonios a un restaurante barcelonés.

Adelantó Sánchez su viaje a Cataluña un día y medio, pues la agenda, tras fallar el pasado fin de semana a varios mítines por su tiempo de reflexión, marcaba que su aparición oficial en campaña sería mañana por la tarde en el acto que protagonizará en Sant Boi de Llobregat. El jefe del Ejecutivo, cierto es, no participó en ningún mitin ni hizo declaraciones este miércoles, pero necesitaba una inyección de autoestima tras las críticas recibidas por su espantá y la encontró en un territorio afín para los socialistas. Muchos corearon su nombre y el presidente, al fin, se relajó tras casi una semana de mucha tensión, según dijo el lunes en su intervención sin preguntas y en las dos entrevistas posteriores que ofreció en RTVE y en la Cadena Ser, después de la carta enviada la ciudadanía.

La visita coincidió con una convocatoria del candidato del PP a la Generalitat, Alejandro Fernández, que a las 13:30 intervino en un encuentro con entidades hispanoamericanas en la Feria de Abril.

Previamente a citarse con su jefe, Illa prometió en la manifestación por el 1-M que, si es presidente catalán, "habrá cogobernanza" con los sindicatos y agentes sociales para mejorar la eficiencia de los servicios públicos. A propósito del argumentario pergeñado en la Moncloa, el primer secretario del PSC también emplazó a combatir los bulos "diciendo la verdad, defendiendo la verdad y denunciando la mentira y combatiendo la mentira".

Paralelamente, el cabeza de lista de Junts, Carles Puigdemont, presentó las elecciones catalanas como un plebiscito entre una "alianza de izquierdas" encabezada por Illa o un Govern liderado por Junts. En Argelès-sur-Mer (Francia), acompañado por centenares de militantes y simpatizantes, volvió a la campaña electoral tras suspender dos días su agenda por el fallecimiento de su madre. "No nos engañemos, sólo hay dos opciones que pueden gobernar Cataluña", advirtió en su discurso, en el que contrapuso su proyecto a favor de "defender Cataluña sin pedir permiso a Madrid", frente a una "alianza de todas las izquierdas, las catalanas y las españolas", con Illa al frente de la Generalitat.

Puigdemont puntualizó que también cabe la posibilidad de que Illa sea investido presidente "haciendo un Collboni", en alusión a la aritmética que permitió el año pasado al socialista Jaume Collboni ser nombrado alcalde de Barcelona, con los votos de los comunes y del PP, para impedir que el elegido fuera Xavier Trias. "O levantamos la cabeza y avanzamos como nación libre e independiente o reculamos como región y nos hundimos en esta España que no hay manera de que se levante", planteó.