Pablo Casado anuncia que renuncia al escaño en el Congreso y a cualquier puesto en el PP
Sevilla/El discurso más difícil de este 20º Congreso Nacional del PP era el que Pablo Casado tenía que pronunciar para despedirse tal como fue elegido, ante el plenario de la militancia. Y el presidente saliente lo pronunció sereno, sabedor del anuncio que iba hacer: deja el escaño de diputado por Madrid y renuncia a ocupar cualquier puesto en el partido en la nueva etapa que se abre tras su relevo.
“Te agradezco tu ofrecimiento para seguir trabajando contigo”, le dijo Casado a Alberto Núñez Feijóo, “pero, como hemos hablado, creo que ahora lo mejor es que dé un paso al lado, para dejar mi escaño en el Congreso de los Diputados y cualquier cargo de responsabilidad en el Partido Popular”.
Casado llegaba a Sevilla derrotado por los barones de su partido, que provocaron su defenestración por la caótica situación creada con Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid.
A Fibes llegó pocos minutos antes de su participación en el programa del 20º Congreso. Hablaba Aznar, y le mandaron a una sala a esperar el momento de presentarse ante el plenario, lo que hizo junto al propio Núñez Feijóo.
En su discurso apenas tuvo referencias al motivo real de su defenestración. “Yo siempre he dicho la verdad, costara lo que costara, me enfrentara a quien me enfrentara, y puedo decir que estoy muy orgulloso por ello”, se reafirmó antes de añadir: “Nunca hay que tener miedo a decir lo que se piensa, ni a hacer lo que se debe”.
Reivindicó su trayectoria como líder del partido. “En julio de 2018 acabábamos de sufrir una moción de censura dolorosa y teníamos que recuperar la ilusión, el orgullo, la unidad y el buen nombre de nuestro partido”, contextualizó Casado, sostuvo que él cree “sinceramente” que lo han “conseguido entre todos”.
En la rendición de cuentas que hizo también puso en su haber “la reconstrucción del espacio electoral partido en tres, la lucha contra la corrupción que nos costó millones de votos, y el lanzamiento de una alternativa de gobierno que ahora emerge con toda intensidad en medio de una grave crisis económica e internacional”.
”Juntos hemos conseguido en apenas tres años pasar de ser tercera fuerza política a ser la primera, dejándola ya a las puertas del Palacio de la Moncloa, después de una dura travesía en el desierto”, afirmó para reinvindicarse, aunque como Moisés, no será él quien logre, si tienen el respaldo de los españoles, la tierra prometida del Gobierno de España, sino su sucesor.
Sobre los otros dos partidos que competían en el espacio electoral del centro a la derecha dijo que los que dijeron que les “habían sorpasado han sido casi absorbidos y a los que lo intentaron después les dejamos las cosas claras”, afirmaos sin citar ni a Ciudadanos ni a Vox.
“Volvemos a ser la gran casa común del centro derecha donde son bienvenidos los liberales, conservadores y democratacristianos, que se han reencontrado con su partido, esta gran plaza mayor que también acoge a cada vez más socialdemócratas y regionalistas defraudados por sus siglas”, afirmó con cierto optimismo, porque Vox sigue creciendo en cada cita electoral.
“En un país que ha elegido a cinco presidentes de gobierno cuando tenían poco más de 40 años, la política adulta la definen las ideas correctas”, dijo también en una velada crítica a quienes, como Mariano Rajoy, reprocha que la etapa anterior ha habido infantilismo en la ejecución de la política.
También puso en su haber que se ha mantenido fiel a los principios que rigen a su formación política: “Somos un partido de valores, firmes, claros, buenos. Y lo que debemos hacer en base a nuestras convicciones, es además lo que nos conviene hacer para nuestro interés electoral”, afirmó antes de añadir: “Los que nos aconsejan que perdamos nuestra esencia son los que desean que perdamos las elecciones.
Por eso defendemos el principio de la libertad individual frente al colectivismo de la izquierda, ahora disfrazado de guerra de identidades”.
Porque Casado defiende que el PP sirve “a las personas sin importar su género, edad, raza o religión, su ideología, acento y orientación sexual”. “Personas, por encima de todo, –agregó– que quieren que les dejen vivir en paz, sin intervencionismos ni tutelas, con administraciones honestas y reducidas, con menos gobierno y más sociedad para desarrollar libremente todas sus capacidades”.
Un PP, añadió, que defiende también “la igualdad de oportunidades frente al igualitarismo en la mediocridad, para garantizar unos servicios públicos para todos por igual, vivan donde vivan, voten a quien voten”.
“Nosotros defendemos como nadie la unidad nacional, esa España unida y diversa, vertebrada y plural, sin privilegios a quienes quieren romperla ni a los que atentaron contra ella”, proclamó al tiempo que explicó que “por eso” el partido ha “aguantado todas las presiones para aceptar los indultos y beneficios penitenciarios a los que sembraron el odio y la ruina en tierras tan queridas como Cataluña, País Vasco o Navarra”.
Casado sostuvo que deja un Partido Popular que es “la única garantía de nuestro Estado constitucional y europeo: autonómico en la administración, provincial en lo electoral, municipal en los servicios y nacional por encima de todo”.
Con ese bagaje, Casado dijo que se ha “dejado la piel trabajando para mejorar España, tratando como impostores al triunfo y al desastre por igual, como decía Kipling”.
Y que esa una nueva etapa en el partido que se abre en este congreso, él será el primero en facilitarla y en ”respaldar a un buen gestor, un buen político y, para mí, un buen amigo”, dijo del líder in péctore del partido. “Querido Alberto, podrás contar conmigo siempre, esté donde esté, para lo que necesites y en lo que pueda ser útil”, pero lo hará manteniendo “la prudencia y discreción castellana que” dijo “siempre” ha demostrado, cualidades que consdiera que un gallego como Núñez Feijóo sabría valorar.
Por eso, anunció que da un paso al lado, que deja el escaño y que no ocuparía ningún puesto en el organigrama del partido.
Entre aplausos y abrazos de los mismos que le defenestraron semanas atrás, Casado cerró así sus cuatro años al frente del partido y de la oposición, en la que ha perdido dos elecciones ante el PSOE de Pedro Sánchez.
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