La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
En política, la complejidad del puzzle aumenta a medida que hay menos piezas, y más si algunas de ellas no encajan. Aunque las asambleas del PSOE cerrarán sus propuestas de listas al Congreso y al Senado la próxima semana, los movimientos entre la dirección andaluza, las provinciales y la de Ferraz en Madrid van cerrando el difícil puzzle del listado con el que los socialistas se presentarán a los comicios del 20 de noviembre. El ex presidente Manuel Chaves resolvió el lunes su duda de su permanencia en la política después de conversar en la sede madrileña de Ferraz con el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba y José Blanco, vicesecretario general de su partido. Chaves, a sus 66 años, encabezará la lista por la provincia de Cádiz, circunscripción por la que se presenta desde 1979, unas veces al Congreso (hasta 1990), otras al Parlamento andaluz (hasta el 2008). Tanto la dirección gaditana como la andaluza lo querían como cabeza de cartel. Por varias razones. De un lado, el ex presidente ha estado ligado a esta provincia desde casi su niñez, conoce bien los problemas de una circunscripción muy peculiar y es valorado por sindicatos y colectivos sociales. Por otro, su decisión evita problemas internos: las dos facciones enfrentadas en Cádiz respetan al que fuera su secretario general en Andalucía. Al mediodía del lunes, el ex presidente aún no había madurado su opción, pero en contra de la postura de su familia y la suya más personal, pesó el apoyó que le expresaron Rubalcaba y Blanco.
Otro seguro cabeza de cartel es también un diputado de 1977, Alfonso Guerra, el único que ha permanecido ininterrumpidamente en la Carrera de San Jerónimo desde el inicio de la Transición. A sus 71 años, pasará una legislatura más en el Congreso a petición de la dirección sevillana del PSOE y de la propia regional, donde cuenta con la simpatía expresa de su secretaria de Organización, Susana Díaz. En Huelva, el diputado Javier Barrero encabezará la lista, aunque la presidenta de la Diputación, Petronila Guerrero, dejará la institución provincial para figurar como primera al Senado. Fue el secretario general de Huelva, Mario Jiménez, quien propuso ayer a Guerrero para la Cámara Alta. En la actual legislatura, Huelva cuenta con dos senadores; uno de ellos es Francisco Bella, ex alcalde de Almonte, que se vería desplazado del puesto más seguro por Petronila Guerrero.
En el caso de Málaga -aún sin decidir del todo-, gana peso la posición de Ferraz de que sea la ministra Trinidad Jiménez quien figure como primera. A pesar de que Jiménez ha jugado electoralmente en Madrid (donde ha cosechado dos derrotas, una interna en unas primarias frente a Tomás Gómez y otra de candidata frente a Ruiz Gallardón), es malagueña y se considera mejor cartel que el secretario general, Miguel Ángel Heredia. La siguiente con opciones seguras es la consejera de Bienestar Social, Micaela Navarro, que encabezaría la nómina socialista de Jaén, lo que obligaría a Griñán a fusionar su departamento a apenas seis meses de las elecciones. Griñán ha explicado, públicamente, que preferiría que siguiese en su Gobierno, pero tampoco parece tener muchos problemas si ése es el deseo de Rubalcaba. Gaspar Zarrías podría ir de segundo. No es la primera vez que el actual secretario de Estado va de número dos detrás de una mujer en su provincia Ya siendo consejero de Presidencia, Mar Moreno figuró como primera.
Donde el PSOE se está encontrando con serios problemas es en Córdoba o, mejor dicho, con la ubicación de Rosa Aguilar. Es la pieza complicada del puzzle. Es seguro que la actual ministra va a ir en las listas socialistas. Está muy bien valorada en las encuestas y Ferraz le estima por su tirón electoral, pero muchos dirigentes cordobeses, con los que mantuvo grandes disputas en sus tiempos de IU, no la quieren en la lista. La posición más fuerte la mantuvo la ex ministra de Cultura Carmen Calvo, que se autodescartó de la lista si Aguilar iba junto a ella. Ante estos problemas, hace ya meses que surgió la opción de enviarla a Almería, pero en esta provincia se encuentra con mayores resistencias, toda vez que provoca los mismos recelos por su procedencia de IU y, además, no guarda vínculos con esta circunscripción. El PSOE almeriense, por otra parte, debe asentarse tras su reciente congreso extraordinario. De este mismo verano.
Así, no hay que descartar que Aguilar vaya por Madrid o por Córdoba. Fuentes de la dirección andaluza explicaron ayer que no iría por Almería. Sí parece seguro que el actual embajador de España ante la UE, Luis Planas, se presentará por Córdoba. Fuentes socialistas no rechazaron la opción de que Calvo esté finalmente en la nómina de Córdoba una vez resuelto el problema de Aguilar.
Nombres seguros en Almería sí son la secretaria de Estado de Administraciones Públicas, Consuelo Rumí, y el actual delegado de Innovación, Juan Carlos Pérez Navas. Una fuente cercana a la dirección de Ferraz contó ayer que Rubalcaba había optado por llevar al mayor número de mujeres posibles en el puesto de salida, toda vez que Cádiz, Huelva y Sevilla ya son seguros y son hombres. En ese caso, Rumí pudiera ser la número uno en Almería. En Granada, no hay problemas, pero la lista no está madurada. Cándida Martínez, actual diputada, puede repetir, y sí tiene grandes opciones José Martínez Olmo, el secretario de Estado de Sanidad. Olmo es una persona cercana y bien vista por Rubalcaba.
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