La ventana
Luis Carlos Peris
Claro que el cambio mata, pero ayudado
Madrid/El PP ha salido en tromba a pedir elecciones anticipadas, ya que la situación en España, en su opinión, no está para perder tiempo mientras el PSOE busca sucesor a José Luis Rodríguez Zapatero. Tras anunciar el presidente del Gobierno ante el Comité Federal del Partido Socialista que no aspirará a la reelección, los populares han unificado su mensaje en todos los ámbitos y en todos los territorios, aunque su respuesta se ha hecho esperar.
Los primeros en reaccionar fueron los populares madrileños, quienes a través de Twitter han reclamado escuetamente "elecciones anticipadas ya", sin más. La posición oficial la ha fijado la secretaria general, María Dolores De Cospedal, quien se encontraba en Valencia para protagonizar el acto de proclamación de Rita Barberá como candidata a la alcaldía de la ciudad.
Una posición que ha resumido en pedir al PSOE que no haga perder más tiempo a los ciudadanos y les permita elegir cuanto antes quién ha de ser su próximo presidente del Gobierno. Para la número dos del PP, ése será Mariano Rajoy. Unos minutos antes de que Cospedal pusiera voz a la respuesta oficial del PP, la dirección nacional del partido enviaba, vía sms, un mensaje que anticipaba la línea del discurso de la secretaria general. En ese mensaje de telefonía móvil, la dirección de los populares consideraba "urgente" la convocatoria de elecciones para que los ciudadanos puedan "dejar atrás esta etapa de incertidumbre y desconfianza". A esta premisa se han aferrado los demás dirigentes con actos públicos este sábado.
En Santander, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado que en estos próximos meses se va a ver "a muchos socialistas pegándose por mandar, mientras que en España no gobierna nadie". "Los socialistas están mirando el cartel para ver quién queda mejor en la foto, pero el problema son sus siglas. PSOE es sinónimo de crisis y PP, de empleo y bienestar", ha añadido.
El líder del PP andaluz, Javier Arenas, ha destacado que el 22 de mayo, en las elecciones autonómicas y municipales, se enfrentarán los candidatos populares con "los candidatos de Zapatero", a pesar de que éste ya ha renunciado a la reelección. Antonio Basagoiti, el presidente del PP del País Vasco, ha manifestado que el PSOE se ha visto obligado a elegir "entre lo malo y lo peor", lo que catapulta las opciones de su partido en próximas contiendas electorales, toda vez que los socialistas tendrán que hacer frente a sus "líos internos". Otro de los que también se ha pronunciado ha sido el presidente valenciano, Francisco Camps, para quien la renuncia a la reelección de Zapatero significa la victoria del PP. "Se va para siempre" el responsable del "peor Gobierno de España", ha asegurado.
Fuentes del Partido Popular Europeo, por su parte, y en lo que afecta a la posición de España en los organismos de la UE, han indicado que al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero le espera "un año agónico y de incertidumbre", puesto que los socios europeos ya no verán al jefe del Ejecutivo como "un interlocutor válido". "La percepción en Europa será que está de salida, que le echan", sentencian esas fuentes.
El PP pasará de la ofensiva contra Zapatero a atacar a "todo el PSOE"
El PP intuía desde hace una semana que José Luis Rodríguez Zapatero no aspiraría a la reelección y decidió que no modificaría su estrategia electoral, salvo para centrar su ofensiva, ya no en el presidente del Gobierno, sino en todo el PSOE, al que acusa de ser "cómplice" de la gestión de la crisis. La vicesecretaria de Organización del PP y responsable de la campaña del 22-M, Ana Mato, afirma que la renuncia a la reelección de Zapatero "mejora" incluso la estrategia electoral de su partido, ya que los socialistas entrarán en "guerra interna y darán una imagen de "inestabilidad" en plena crisis económica que molestará a los ciudadanos. "Van a trasladar su crisis interna a toda España", apostilla la dirigente del PP.
Otros altos cargos del Partido Popular, bajo condición de anonimato, destacan que las perspectivas electorales de su organización para el 22-M salen fortalecidas, pues la carrera de los candidatos socialistas se verá más "en clave de sucesión interna". "¿Y esos candidatos qué harán con las medidas que decida Zapatero a lo largo de este año? ¿Las van a apoyar? ¿Se van a distanciar? Nosotros vamos a poner el acento en eso, en pedirles a los candidatos del PSOE que se mojen con la política económica del Gobierno, a ver qué dicen", argumenta una de las fuentes consultadas.
Según indica un cargo intermedio del PP con frecuente interlocución con dirigentes socialistas, "las primarias van a tensionar mucho las filas" del partido adversario, y eso provoca "un serio coste político", en su opinión. Aunque los estrategas del PP admiten que las primeras encuestas tras el anuncio de Zapatero pueden mostrar un repunte de las posibilidades del PSOE, consideran que ese efecto, con el paso de los meses y con una economía que no mejora, se irá diluyendo, y los populares retomarán o ampliarán su ventaja actual. Una ventaja que el partido de Zapatero "tiene poco margen para revertir, por no decir ninguno", sostienen las fuentes, para las que "el cambio de ciclo político es un hecho desde hace tiempo".
Lejos de reparar ese "lastre", las fuentes del PP recalcan que Zapatero, con su decisión, ha agrandado la herida interna, ya que, primero, "reconoce el fracaso de sus medidas y de su política", y después, demuestra que "piensa más en las perspectivas electorales de su partido" que en las opciones de recuperación económica de España. Frente a un Partido Socialista "dividido", "sumido en la incertidumbre" y acuciado por las consecuencias de la crisis, los populares mantendrán inalterable su discurso de "concordia" y "unidad", orientado hacia una imagen de eficacia y de austeridad, en definitiva, hacia la imagen de una organización que sabe cómo salir de la crisis, explican las fuentes.
Sí habrá que "reordenar" una serie de pautas, manifiesta un mandatario del PP, ya que el discurso del partido no podrá basarse en "un pim pam pum" a Zapatero, cuya figura "ya es parte del pasado", sino en lanzar la ofensiva contra "todos los dirigentes y candidatos del PSOE" por no haber hecho nada contra los recortes del Gobierno. En esa ofensiva, los populares reservan a Alfredo Pérez Rubalcaba un papel protagonista, al que recordarán permanentemente su "oscuro pasado" y su implicación en el caso Faisán. Pero también guardan munición contra los demás posibles sucesores, como Carme Chacón por su "catalanismo" o José Bono al que acusarán de estar vinculado con la "corrupción urbanística" de Castilla-La Mancha. Hay dirigentes, no obstante, que ven a la ministra de Defensa como el hipotético rival "más peligroso".
Los estrategas del PP, además, dan por seguro que la campaña del PSOE cara al 22-M será "muy agresiva" contra Mariano Rajoy, y ante eso, su consigna es clara: "No caer en provocaciones" e incidir en crear empleo y recuperar bienestar y riqueza.
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