Las Claves
Pilar Cernuda
La corrupción acecha a La Moncloa
La principal noticia en el inicio de la semana fue la primera jornada del juicio por el caso Nóos y algunas formaciones políticas dieron su punto de vista sobre una de las causas más mediatizadas de los últimos años al estar involucrada la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin.Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP, aseguró que el Rey ha actuado de forma "impecable" y pidió que "no se intente generalizar un caso con toda una institución". El dirigente popular recalcó que Felipe VI ha "actuado de forma impecable". "Los españoles tenemos la suerte de tener un gran Rey, un gran jefe del Estado. Es una persona que, como demostró en su mensaje de Nochebuena, tiene muy claro cuáles son sus obligaciones constitucionales y cuál es el sentido histórico de España, que lo representa con un gran acierto", enfatizó.
Acto seguido, Casado recordó el "respeto escrupuloso del PP" a los procesos judiciales, pero añadió que la Casa Real cuenta con "todo" el apoyo de su formación porque consideran que el Monarca y la Reina están actuando de "una forma escrupulosa". "Y evidentemente lo que sí que pedimos es que no se intente generalizar un caso con toda una institución que, precisamente, ha sido una pieza fundamental para que España esté disfrutando del periodo más próspero de su historia", concluyó.
Sí se mostró menos indulgente Pedro Sánchez, como ha repetido en varias ocasiones. El secretario general del PSOE se reafirmó ayer en su posición de que la infanta Cristina debería renunciar a sus derechos sucesorios a la Corona por su vinculación con el caso Nóos y dijo que así lo espera "como dirigente del PSOE y como ciudadano". "Sí, (que renuncie), la Justicia es igual para todos los españoles y así lo esperamos no sólo como organización, como dirigente del PSOE, sino también y como ciudadano", señaló Sánchez, que mantiene esa postura desde hace más de un año.
Su compañero de partido Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, consideró por su parte que este juicio es un síntoma de fortaleza del sistema constitucional español.
A su parecer "seguramente, hay quien piensa que es un síntoma de dificultad para el sistema político español"; en cambio, ha propuesto "verlo al revés" y plantear que se demuestra que "la Justicia es igual para todos", por lo que más que como una debilidad, el dirigente manchego entiende este juicio como "un síntoma de fortaleza del país, que con razonable normalidad no tiene espacios oscuros en la aplicación de la ley". Así, comentó que una infanta de España se siente en el banquillo, más allá de ser un problema porque "es un indicador de que algo ha fallado desde el punto de vista del comportamiento que presume la gente que tiene que tener", es un "síntoma de fortaleza del sistema constitucional español", ya que refleja que "no hay nadie fuera de la ley". En cualquier caso, defendió preservar la presunción de inocencia para cualquier persona hasta que los tribunales no declaren su culpabilidad.
En este sentido se expresó también el juez en excendencia Juan Pedro Yllanes, que inicialmente iba a presidir este juicio, quien calificó de "signo de absoluta normalidad democrática" la imagen de la entrada de la infanta y su marido en sala por esta causa. Yllanes, que renunció para ser candidato de Podemos al Congreso, declaró que "esto demuestra que en este país la Justicia es igual para todos". También destacó la "independencia y preparación técnica impecable" de las tres jueces del tribunal.
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