El PP tiene complicado el veto al grupo parlamentario de Amaiur

Los populares intentarán aparcar en el Grupo Mixto del Congreso a la coalición 'abertzale' pero el precedente de ERC en 2004 lo complica · UPyD, que tampoco alcanzó el 5% de votos, tendrá facilidades

Representantes de Aralar (izqda.), integrado en Amaiur, y del PP vasco durante una reunión en San Sebastián.
Representantes de Aralar (izqda.), integrado en Amaiur, y del PP vasco durante una reunión en San Sebastián.
Agencias / Madrid

05 de diciembre 2011 - 05:05

El PP, partido con mayoría absoluta en el Congreso, quiere que Amaiur no tenga grupo parlamentario y cree que así se lo permite la aplicación del reglamento de la Cámara, aunque algunos dirigentes ya han advertido de que con los precedentes en la mano el grupo de esta coalición abertzale parece inevitable.

En esta disyuntiva se mueve el Partido Popular a falta de poco menos de diez días para que se constituyan las Cortes y quede formada la Mesa del Congreso, el órgano que deberá decidir entre que Amaiur quede encuadrada en el Grupo Mixto o se configure como grupo parlamentario propio.

Habrá que esperar a la composición de la Mesa para dilucidar qué opción gana más peso, aunque todo apunta a que el PP hará valer su mayoría parlamentaria y se verá representado por cinco diputados, dejando los restantes -tres- al PSOE y uno más a CiU, en opinión de fuentes parlamentarias consultadas por Efe.

Si así fuera, lo más probable es que Amaiur pase al Grupo Mixto, pues los representantes del PP en la Mesa se ceñirán al reglamento y al artículo en el que se establece que los partidos con menos de cinco diputados o con menos del 5% de los sufragios en toda España no puede obtener grupo parlamentario exclusivo.

A la coalición abertzale le falta 0,14 puntos en el escaño de Navarra para llegar a ese 5% que tipifica el reglamento, y lo mismo podría atribuirse a UPyD, al que les resta 0,31 puntos en toda España.

A Amaiur podría ayudarle en su intención que la diputada de Ge-Bai, Uxue Barkos, que se presentó por Navarra, se una a ellos, pero en el PP entienden que esta posibilidad es "muy remota".

El partido de Rosa Díez, en una situación similar, despierta menos reservas en el partido de Mariano Rajoy, pues mientras a éste ven como una formación adaptada a los requisitos democráticos, a Amaiur la consideran una fuerza política heredera de Batasuna, partido ilegalizado.

Fuentes del Partido Popular recuerdan que la cuestión la está analizando el entorno de la aún portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.

Ella, en declaraciones a los periodistas el pasado viernes, no quiso pronunciarse con concreción y se remitió a la constitución de las Cortes el día 13, ya que a partir de entonces los partidos disponen de cinco días para formalizar los grupos parlamentarios y es entonces cuando se verá si Amaiur puede cumplir su pretensión.

Algunos mandatarios se han expresado en público al respecto: Alfonso Alonso ha afirmado que el PP no forzará una interpretación del reglamento y Esteban González Pons ha declarado que hay que tratar igual a los iguales -UPyD a su juicio lo es-, y de modo desigual a los que son "desiguales", característica de Amaiur a su entender.

Este parecer es compartido por todo el partido, pero los matices de algunos dirigentes florecen cuando revisan los precedentes.

Está por ejemplo el caso de ERC en 2004, cuando la Mesa del Congreso permitió a la formación independentista de ocho diputados tener grupo propio aunque no llegaban al 5% de los votos en la Comunidad Valenciana, donde también concurrieron.

El PP presentó un recurso contra la decisión de dejar a Esquerra con grupo propio en 2004, pero la decisión del Tribunal Constitucional, que se dio a conocer tres años más tarde, fue favorable a los criterios de la Mesa de aquel entonces.

Las fuentes del PP señalan que a esos precedentes se agarrará Amaiur, lo que no cambiaría la idea mayoritaria en el partido ahora mismo: no permitirles grupo propio.

El PNV espera contar por su parte con grupo propio en el Senado y para ello, obtener de nuevo la colaboración del PSOE, que le deberá restar cinco senadores para cumplir con el mínimo de diez miembros que exige el Reglamento de la Cámara, según confirmó a Europa Press el senador nacionalista Iñaki Anasagasti, que también precisó que su partido no ha entablado contactos formales todavía con el socialista.

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