Antonio Hernández Rodicio
'Borraxeira' política
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, está abierto a conceder un indulto al expresidente catalán Carles Puigdemont aunque condicionado a que rinda cuentas ante la Justicia, cumpla la condena, pida la medida de gracia y renuncie además al referéndum ilegal y la independencia por la vía unilateral.
Así lo señalan fuentes del Partido Popular, que apuntan además a que Génova no planteó los indultos en las conversaciones con Junts ante la investidura de Feijóo.
Este sábado, el líder de la oposición ha sostenido en Sarria (Lugo) que las "condiciones mínimas para la amnistía, los indultos o cualquier otra cuestión" son que no haya impunidad y que el independentismo catalán renuncie a la declaración de independencia, al referéndum ilegal y "hurtar los principios básicos que rigen el Estado de derecho".
Además, fuentes del PP señalan que la dirección nacional de los populares estudió la legalidad de la ley de amnistía cuando abordó con Junts la constitución de la Mesa del Congreso y la investidura de Feijóo y descartó esta medida tras comprobar, en 24 horas, que era ilegal.
Feijóo sostuvo este sábado en Sarria (Lugo) que el PP "tardó menos de 24 horas en decir que no y en rechazar totalmente la amnistía", mientras que fuentes de su partido explican que en ese plazo se estudió, constató y argumentó de manera sólida en términos jurídicos la negativa a la ley por ser manifiestamente inconstitucional.
En ningún caso se llegó a negociar la amnistía, agregan fuentes del PP, que argumentan que este partido no negocia sobre algo que, a su juicio, incumple la Constitución. Ante el no del PP, Junts dio la Presidencia del Congreso al PSOE, recuerdan.
Puigdemont envió el pasado jueves una carta a los eurodiputados en la que sostuvo que si hubiera permitido la investidura de Feijóo como presidente del Gobierno no se le estaría investigando por un delito de terrorismo ni se abriría la puerta a hacerlo por el de alta traición. Finalizó su misiva señalando que de eso hablarán "cuando toque" y que "todo se sabrá".
Fuentes del PP sostienen que esta carta no es motivo de preocupación. No la consideran una amenaza y niegan que exista temor a que el expresidente pueda revelar información que les perjudique. Están centrados, recalcan, en la campaña de las elecciones gallegas del 18 de febrero.
La existencia de contactos con Junts ha sido admitida en varias ocasiones por el PP y por el propio Feijóo, aunque Génova no ha querido hacer públicos los detalles.
Sólo ha trascendido, al publicarlo La Vanguardia y confirmarlo los implicados, la reunión en un hotel de Barcelona entre el concejal barcelonés del PP Daniel Sirera y Albert Batet, hombre de confianza de Puigdemont y presidente de Junts en el Parlament, que se produjo antes de que se eligiera la Mesa del Congreso.
Además, el vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons, sostuvo en un coloquio que había hablado con Puigdemont en los pasillos del Europarlamento, aunque no dijo cuándo ni de qué hablaron. En verano, el PP desmintió que Pons se hubiera visto con Jordi Turull, secretario general de Junts.
Por otra parte, fuentes del PP señalan la dificultad de que Puigdemont sea condenado por terrorismo en el caso que investiga a Tsunami Democràtic, por la complejidad de probar que el expresidente catalán lideraba las protestas tras la sentencia del procés. Pero defienden que se tiene que poder investigar.
Los de Feijóo dan por hecho que la ley de amnistía quedará aprobada aún cuando Junts votó en contra y la devolvió a la Comisión de Justicia en el Congreso, porque de esta normativa depende la continuidad de la legislatura.
El PP deposita sus expectativas de frenar la amnistía en que el Tribunal Supremo plantee una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia Europeo (TJUE), y que éste suspenda la aplicación de la ley.
Además, en la dirección nacional del PP hay reservas acerca de si el informe de la Comisión de Venecia, no vinculante, secundará o no sus advertencias sobre la ilegalidad de la norma.
Por otra parte, estas fuentes del PP señalan que se produjesen o no delitos de terrorismo en el procés, lo que deberá determinar un juez, la interlocución con Junts debe ser posible porque los votantes de la formación independentista no son terroristas, al margen de lo que hiciesen algunos de sus dirigentes.
El PP ha ido variando su posición respecto a dialogar con Junts. Defendió los contactos tras el 23J, cuando Pons sostuvo que la tradición y legalidad de este partido no estaba en duda.
Después, Feijóo dio marcha atrás a la decisión de sentarse con Junts en su ronda de contactos, cuando Puigdemont pidió públicamente no solo la amnistía, sino también seguir avanzando en la autodeterminación de Cataluña, como recuerdan fuentes del PP.
En su enmienda a la totalidad a la ley de amnistía, el PP propuso disolver partidos políticos en el caso de que declaren la independencia o convoquen referéndum ilegales.
El pasado 5 de febrero, en una entrevista con el Faro de Vigo, Feijóo defendió que el PP hable con todos dentro de la Constitución.
Y fuentes de su partido recalcan que ésta es la posición también en lo referente a ley 'antiokupación', que se ha comenzado a tramitar en el Senado con la mayoría absoluta del PP y la abstención de Junts y el PNV, y que podría lograr mayoría en el Congreso si Junts la respalda.
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