Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
Clima Social Metroscopia Enero 2019
El pentapartidismo se asienta en España con la irrupción de Vox. Por primera vez desde 1978, cinco formaciones políticas superan el 10% de los votos sin que ninguna alcance el apoyo del 25% del electorado. PP, Ciudadanos y Vox afianzarían su hegemonía electoral si son capaces de replicar a nivel nacional la alianza que ha propiciado el cambio de Gobierno en Andalucía. El bloque de centroderecha sumaría el 49% de los votos y se colocaría al borde de la mayoría absoluta en el hipotético caso de que hoy se celebraran elecciones generales.
El PSOE sería el partido más votado, con el 23,7% de los votos, pero el desfondamiento de Unidos Podemos aleja al bloque de fuerzas de izquierda del tripartito conservador al quedarse a casi nueve puntos de distancia. Para retener la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez dependería de los partidos nacionalistas, a los que genera repulsión la agenda recentralizadora que recogen Vox y Ciudadanos en sus programas.
Éstas son las principales conclusiones que se desprenden de la quinta oleada del Clima Social elaborado por Metroscopia para este periódico. El sondeo se realizó entre el 9 y el 15 de enero a partir de 2.332 entrevistas telefónicas. Las respuestas ya recogen el efecto del acuerdo a dos bandas firmado por el PP con Ciudadanos y Vox para que Juanma Moreno se haya convertido en el primer presidente no socialista de la Junta de Andalucía.
Si hoy se celebraran elecciones generales, los socialistas serían la fuerza más votada. El PSOE rompe la tendencia a la baja iniciada en el sondeo septiembre y llegaría al 23,7% de los sufragios. Una muestra de la fragmentación política de la derecha es que el PSOE sería ahora el primer partido cuando en las últimas elecciones generales fue el segundo con el 22,7% de los apoyos, a once puntos del PP.
La resurrección política de Pedro Sánchez y los problemas internos de Unidos Podemos han frenado la sangría de votos del PSOE, que lograría retener el 64% de los apoyos de 2016, lo que evidencia el índice de fidelidad más alto de todos los principales partidos. Sólo el 2% de los votos socialistas se irían a las filas de Pablo Iglesias, tres veces menos que en el sondeo de diciembre, mientras que el 11% de los electores morados elegirían ahora la papeleta socialista.
PP, Ciudadanos y Unidos Podemos estarían en un puño, separados por apenas dos puntos. En comparación con la anterior oleada, los populares arrebatarían la segunda plaza al partido naranja, y mejorarían en un punto su resultado estimado hace un mes hasta lograr el 19,1% de los votos. Sin embargo, Pablo Casado aún estaría lejos del 33% que obtuvo Mariano Rajoy en los comicios generales de 2016.
El nuevo líder popular tiene mucho trabajo por delante. No sólo presenta el índice de fidelidad más bajo de los grandes partidos –44%–, sino que sufre una sangría de votos a izquierda y derecha. El 22% de sus electores optarían por Vox mientras que el 13% se sumarían a las filas de Albert Rivera. En suma, uno de cada cinco votantes del PP en 2016 le sería infiel por el partido de Santiago Abascal.
Ciudadanosno logra rentabilizar a escala nacional su papel decisivo en Andalucía. El partido naranja se deja casi tres puntos respecto a diciembre, por lo que cae a la tercera posición. No sólo disminuye la fidelidad de su electorado hasta el 55%, sino que su capacidad de atraer votantes del PP se reduce cuatro puntos, del 17% al 13%, y aumenta su fuga de votos a Vox del 7% al 11%.
Unidos Podemos recibiría el 17% de los votos, tras frenar la transferencia de votos al PSOE al 11%, un punto menos que en diciembre. El sondeo se elaboró antes de que Íñigo Errejón anunciara que se presentaría en Madrid bajo unas siglas diferentes a las de Podemos. Habrá que aguardar a futuras encuestas para calibrar su efecto en el electorado morado.
Vox alcanzaría el 12% de los votos, lo que se traduciría en unos tres millones de sufragios, según las estimaciones de Metroscopia, gracias a la fuga del 22% de los electores del PP y del 11% de los de Ciudadanos. El partido de Santiago Abascal se ha erigido en protagonista de la actualidad política. El 46% del electorado afirma que nunca le votaría, arrebatando al PP el dudoso honor de ser el partido que más rechazo genera por segunda vez desde que se confecciona el barómetro.
Con el 38% de rechazo, Unidos Podemos genera ahora más aprensión que el PP. En el extremo opuesto se sitúan PSOE–19%– y Ciudadanos –15%–, evidenciando su capacidad de atraer votos de otros partidos.
A diferencia de Vox, el principal enemigo de los restantes partidos es la abstención. Uno de cada cuatro electores de 2016 votaría en blanco, no contesta o directamente no ejercería su derecho al voto, según la encuesta. Sus autores advierten que las estimaciones de voto están calculadas a partir de una participación del 67%, tres puntos inferior a la de 2016.
La capacidad de los partidos de movilizar a sus electorados serán determinantes de cara a los próximos comicios, por lo que la aparición de factores externos polarizadores, como el conflicto catalán, puede modificar dramáticamente el escenario actual.
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