Media hora de café con el Rey
Conferencia de Presidentes
madrid/El Palacio del Senado vivió ayer uno de los pocos días que justifican su existencia como Cámara Alta y foro de diálogo político con las comunidades autónomas. Quizás por lo temprano de la hora o la ola de frío siberiano, pocos curiosos se congregaron para observar la llegada de los dirigentes autonómicos y el trasiego de los más de 600 periodistas acreditados en medio de unas fuertes medidas de seguridad. El dirigente más madrugador fue el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, que fue recibido a las 08:30 por el presidente del Senado, Pío García Escudero, en la plaza de la Marina Española. A partir de ahí, fueron llegando de forma escalonada el resto de presidentes autonómicos, siendo la penúltima Susana Díaz. Media hora después hacía acto presencia Felipe VI, recién llegado de viaje oficial de Arabia Saudí, y que compartió con los participantes un encuentro informal en la biblioteca de la Cámara Alta.
El Monarca, que acudió a su primera Conferencia como jefe de Estado aunque ya estuvo en la anterior de enero de 2012 como Príncipe de Asturias, saludó a los miembros de la Mesa y a los portavoces del Senado, entre los que faltaron el portavoz del PNV, Jokin Bildarratz; el de ERC, Santiago Vidal, y las secretaria cuarta de la Mesa, María Eugenia Iparragirre (PNV). A continuación, todos salieron para posar ante la Puerta del Rey del Palacio del Senado. Tras ellos, las banderas de todas las autonomías y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla -incluidas las de los gobiernos ausentes- colocadas según protocolo en función de la fecha de aprobación de sus respectivos estatutos. Precisamente, las banderas fueron un quebradero de cabeza. Todas salvo las de Melilla y Castilla y Léon fueron derribadas por el viento, justo antes de la llegada de los dirigentes, pero el incidente fue rápidamente resuelto por los trabajadores del Senado.
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