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Marruecos acusa a la Guardia Civil de abandonar en sus aguas a ocho subsaharianos

Rabat denuncia que el hecho, ocurrido el pasado viernes, a la altura de Belyunech, refleja "la propensión racista" del instituto armado.

Otr Press

08 de agosto 2010 - 19:26

Rabat / melilla/El Gobierno de Marruecos condenó la actuación de efectivos de la Guardia Civil española que habrían golpeado a ocho inmigrantes subsaharianos que fueron abandonados en una condición "crítica" en aguas marroquíes. "Una patrulla de la Guardia Civil española abandonó el viernes, 6 de agosto, a las 07:00 frente a las costas marroquíes a la altura de la comuna rural de Belyunech a ocho inmigrantes procedentes de países del África subsahariana en un estado de salud crítico", denuncia el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación marroquí. Se trata de cuatro cameruneses, un senegalés, un chadiano, un ghanés y un gabonés.

"Ante esta situación aberrante e inhumana, las autoridades de la provincia de M'Diq-Fnideq intervinieron para salvar y evacuar a estos inmigrantes al hospital provincial para prestarles atención médica de urgencia y encargarse de ellos", explica. El Gobierno del Reino de Marruecos, afirma el comunicado, "toma nota con pesar y asombro de este comportamiento inhumano, en total contradicción con el respeto de la dignidad humana y los Derechos Humanos (...) que refleja en realidad la propensión racista que marca las intervenciones de la Guardia Civil española".

Uno de los inmigrantes, un joven camerunés de 30 años, relató que apenas llegaron a la costa de Málaga a bordo de una embarcación fueron detenidos por agentes de la Guardia Civil que los trasladaron a bordo de un barco y les arrojaron al mar junto a sus pertenencias, ya en las costas marroquíes. "Nos han amenazado, torturado, e insultado", afirmó, según recoge la agencia de noticias marroquí MAP.

En respuesta, un portavoz de la Dirección General de Comunicación Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación español indicó que "tiene constancia del comunicado del Gobierno marroquí" y dijo que ya se está recabando información sobre lo ocurrido.

El sábado, dirigentes de organizaciones políticas, sindicales y de la sociedad civil encabezaron una manifestación ante el consulado general de España en la ciudad de Nador, cerca de Melilla, para protestar contra "los actos racistas e inhumanos" de la Guardia Civil. En la protesta también participaron ciudadanos procedentes de países subsaharianos, que denunciaban estos comportamientos que "violan la dignidad humana y que son contrarios a los principios de Derechos Humanos", según la información difundida por MAP.

Denuncias

El pasado lunes el ciudadano marroquí Mostapha Bellahcen habría sido golpeado en Melilla por agentes de la Guardia Civil que supuestamente acusaban a Bellahcen transportar kilo y medio de sardinas frescas, lo que violaría la normativa de seguridad alimentaria. Días antes el Gobierno marroquí había protestado "enérgicamente" ante las autoridades españolas por los actos policiales de violencia física de contra cinco jóvenes marroquíes residentes en Bélgica que estaban de paso por Melilla por, según la versión de MAP, llevar una bandera marroquí.

Otro caso similar se habría producido el pasado 29 de julio también en el paso fronterizo de Melilla, cuando Karim Lagdaf, acompañado de su madre, fue golpeado por agentes de la Guardia Civil. Ya este sábado un vecino de Nador, Mohamed Hamdaui, presuntamente agredido en el mismo punto fronterizo por un agente español que le golpeó con su porra y le dio una patada que le provocó una fractura en el brazo y varios hematomas en su cuerpo.

Estos incidentes provocaron que el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de Marruecos, Taib Fassi Fihri, convocara al embajador español, Luis Planas Puchades, ante quien expresó la "fuerte indignación" de las autoridades del reino alauí. El jefe de la diplomacia marroquí denunció que las fuerzas de seguridad, "una vez más", hayan recurrido a "la inaceptable violencia física" en puntos de acceso a Melilla.

En esa ocasión el Ministerio de Asuntos Exteriores español hacía hincapié en que "lo ocurrido no concuerda con el relato de los hechos" aludido por Rabat. "La Delegación del Gobierno en Melilla se ocupa del esclarecimiento de los hechos e informará de los mismos en cuanto disponga de información completa y fehaciente", agrega el comunicado oficial. En su nota, el Departamento que encabeza Miguel Ángel Moratinos subraya que cada año atraviesan las fronteras entre España y Marruecos más de dos millones de personas y que este tráfico mejora cada año "gracias a la adecuada preparación conjunta y a la diligencia y asistencia de las autoridades e instituciones involucradas". Por este motivo, el Ministerio advierte que "singularizar episodios desde una perspectiva unilateral no se corresponde con el espíritu de cooperación reinante entre España y Marruecos y no contribuye a esa mejora constante en los procedimientos que a todos beneficia".

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