La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Valladolid · madrid/El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, calificó este martes de "propaganda sobreactuada" la reacción del Gobierno central ante las medidas antiaborto anunciadas por el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, contra las que el Consejo de Ministros aprobó este martes un requerimiento de incompetencia.
Tras anunciar en las redes sociales que enviaría una carta al presidente del Gobierno, minutos después difundió su contenido por la misma vía para lamentar que haya decidido "combatir con inusitada dureza un conflicto irreal" en vez de "afrontar los problemas reales de la ciudadanía".
Mañueco insistió en que "no habrá ninguna modificación en el protocolo de atención a la interrupción voluntaria del embarazo" y en que "no se obligará a nada ni a los facultativos ni a las mujeres", en contra de lo manifestado por el vicepresidente, quien este martes insistió en que el nuevo protocolo de atención a las mujeres embarazadas sí sería obligatorio para los médicos.
"Le ruego que abandone los esfuerzos de su Gobierno en cuestiones ficticias para poder centrarse en la realidad y en sus competencias", argumenta el presidente autonómico en su misiva, con referencias expresas a la ministra de Sanidad, Carolina Darías, con quien coincidió en Salamanca, recogió este martes Efe.
En la misma línea se expresó este martes el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien cargó duramente contra el presidente por "montar un ruido" con un "requerimiento gaseoso" a la Junta de Castilla y León cuando Mañueco ya había dejado claro que no se cambiará el protocolo de atención a la mujer embarazada.
En una entrevista en Telemadrid, que recogió Europa Press, Feijóo afirmó que Mañueco, que es el que tiene "autoridad para pronunciarse", lo ha hecho de una forma "muy clara y explícita", porque "lo que está claro" es que el Gobierno de Castilla y León "no va a modificar el protocolo de atención a la mujer embarazada".
Lo cierto es que las medidas antiabortistas que quiere implantar Vox en Castilla y León han abierto una crisis en el seno del Gobierno de la Junta, después de las amenazas de la formación de Santiago Abascal por el incumplimiento del acuerdo de investidura que dicen las contempla. Lo que comenzó el jueves con una rueda de prensa del vicepresidente del Gobierno de Castilla y León, Juan García-Gallardo, en la que anunciaba una serie de medidas "provida", como él las denominó, ha devenido en un lío de desmentidos, reafirmaciones y documentos fantasma que podría acabar en el Tribunal Constitucional y con la revisión del acuerdo para gobernar la Junta o incluso con una ruptura.
En Vox insisten en que la formación evaluará el pacto de Gobierno con el PP en Castilla y León y "actuará en consecuencia" si Mañueco no cumple con el acuerdo. "Se revisarán las condiciones del pacto", dijo el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, tras puntualizar que ello no significa salir del Ejecutivo castellanoleonés pero sí "reevaluar" el pacto, según informó Efe.
No obstante, horas antes el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, había ido más allá al asegurar en una entrevista en La 2: "Si no se cumplen los acuerdos, tendremos que revisar si seguimos en el Gobierno". Según Espinosa de los Monteros, lo que se hizo público el jueves fue "un protocolo de latido fetal para todas las mujeres embarazadas que quieran" y para "promover el acceso a una ecografía a las gestantes".
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