Las Claves
Pilar Cernuda
La corrupción acecha a La Moncloa
El diputado socialista Eduardo Madina, que perdió contra Pedro Sánchez la carrera por liderar el PSOE en 2014, acudirá al Comité Federal del partido para votar no a la propuesta de la actual dirección de convocar unas primarias el 23 de octubre y un congreso en noviembre, y en cambio apostar por una gestora. El diputado vasco cree que el Comité Federal de este sábado no debe discutir aún la posición del partido ante la gobernabilidad de España, es decir, si debe abstenerse para permitir un Gobierno de Mariano Rajoy u optar por terceras elecciones. Según ha dicho, él "honestamente", no sabe cuál de las dos vías es mejor pero sí tiene que claro que "con 85 diputados, nueve fuerzas políticas y un partido que echa un pulso al Estado no se puede conformar gobierno".
A su modo de ver, el PSOE tiene que dedicar la reunión de mañana a resolver el "impass orgánico" y después, pronto, convocar otro Comité Federal donde se debata la posición sobre la formación de gobierno "con democracia deliberativa, no impositiva". Para ello, ha pedido escuchar también "a los que tienen muchos trienios" y son referencias para el partido, aunque ahora "algunos" piensen que estos se han convertido en "voces extrañas". En ese sentido, ha recalcado que el Comité Federal es quien decide la política de pactos electorales y de gobierno, y que eso no es algo que pueda hacer una gestora, en contra de lo que algunos pretenden hacer creer --en alusión a los fieles a Sánchez que han expresado el temor de que una gestora decida dar luz verde a Rajoy-.
En una entrevista en la Cadena Ser -la primera desde que perdió el congreso contra Sánchez, Madina ha recalcado que la reunión de este sábado debe servir para discutir cómo resolver los problemas internos del PSOE, y ha pedido que eso se haga respetando los Estatutos del partido. Y ha subrayado que, precisamente conforme a esos Estatutos, la Ejecutiva de Pedro Sánchez es "inhábil" puesto que tras las 17 dimisiones no tiene quórum. Por eso cree que ésta "debería reflexionar sobre la idea de cumplir y hacer cumplir las normas".
Preguntado si él volvería a presentarse a un congreso para liderar el PSOE, ha respondido que no está "en eso" porque su posición es que ni España ni el PSOE están ahora para un congreso del partido. En cuanto a si cree que la persona para liderar el PSOE es la presidenta andaluza, Susana Díaz, ha respondido igualmente: "No estamos en eso", aunque ha añadido que el socialismo andaluz "es clave en la realidad del PSOE" y debe seguir contribuyendo.
Madina ha remachado que ha decidido defender sus posiciones de forma "libre", igual que en 2014 decidió "libre" presentarse a un congreso, perdió de forma "libre" y también de forma libre ha estado prácticamente callado dos años por respeto a quien lo ganó. El diputado se ha expresado así preguntado sobre si el PSOE debe extraer lecciones de aquel proceso congresual --en el que Sánchez obtuvo el apoyo de Susana Díaz--, después de admitir que no es el más indicado para hablar de aquel congreso, que perdió, y de destacar que ahora eso queda "lejos" y que toca resolver la actual situación.
Madina ha admitido que su partido está en una "crisis muy profunda", debido a que en el partido hay quienes no compartían la posibilidad de un gobierno con partidos que están "en un proceso de desafío al Estado", sumado a los resultados electorales y al plan de Sánchez que precipitar el congreso. Con todo, confía en que ésta se resuelva "de forma urgente", "bajando la temperatura de las frases" y cerrando bien las diferencias conforme a los valores socialistas. Según ha dicho, está de acuerdo con Díaz en que "el PSOE no tiene bandos ni bandas", ni hay dos PSOE, "uno de derechas ni otro de izquierdas", ni tampoco "uno bueno y uno malo" que quiera que gobierne Rajoy.
Es más, ha criticado a quienes dentro del partido tratan de construir esas "ficciones" porque "tienen un tono más amable que la cruda realidad de las cosas", que son las derrotas electorales. Eso sí, ha excluido a Sánchez de esa acusación: "No creo que Pedro esté en esas cosas, tiene cosas más importantes". Con todo, sí cree que Sánchez no debió proponer la celebración de un congreso del partido el 23 de octubre -fecha fijada para la votación del secretario general- porque es una "interferencia" en el debate muy complicado sobre qué debe hacer el PSOE ante la gobernabilidad de España.
A su juicio, el partido sólo tiene dos opciones, o ir a terceras elecciones "y cada uno puede sacar conclusiones sobre lo que eso significa" o permitir que gobierne Rajoy, "y ambas son de una enorme dificultad", de manera que no se puede solventar en un debate congresual de 20 días. "Me extraña que haya quien piense que una de las dos es sencilla y gratuita porque ninguna lo es", ha señalado.
Y ha añadido que él forma parte de la cultura del PSOE que, incluso en situaciones muy difíciles, pone por delante el país y sólo después el partido, tal como se lo explicó "un viejo socialista", Ramón Rubial. Lo que sí ha descartado es que haya una quiebra del grupo parlamentario y que parte de los diputados socialistas rompan la disciplina de voto y ha dejado claro que él trabajará por la "unidad de acción".
También ha dejado claro que el próximo congreso del PSOE elegirá a su líder por el procedimiento de "un militante, un voto", que es ya "intocable en el partido". "A mí nadie me tiene que explicar qué es eso", ha dicho, recordando así que fue él quien propuso ese procedimiento en 2014. No obstante, también ha insistido en que "eso no toca ahora" y que primero hay que decidir sobre los asuntos del país, luego sobre los del partido y luego sobre los de cada uno. Por último, sobre si la gestora por la que él apuesta debe liderarla el presidente asturiano, Javier Fernández, ha afirmado que no sabe "qué opinión tienen unos y otros" o qué opina él, pero ha señalado que le considera "la persona de referencia en este partido para muchas cosas".
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