Luis Planas, el incombustible

Luis Planas repite al frente del Ministerio de Agricultura. Aunque nació en Valencia en 1952, toda su vida profesional y política está ligada a la ciudad de Córdoba, donde vive, y a Andalucía, de cuyo gobierno autonómico ha sido consejero en varias ocasiones. Europeísta, dialogante y con una amplia formación, Planas es la mejor oferta que el presidente del Gobierno puede encontrar en el PSOE para hacer frente a una cartera de la que dependen muchos actores y un sector económico esencial en el país.

Pedro Sánchez confió Agricultura a Planas en su primer Gobierno, el de 2018. Durante este tiempo, ha negociado la nueva Política Agraria Común (PAC), que estará en vigencia hasta 2017, y ha tenido que hacer frente a la pandemia, que entraba de lleno en su cartera al tener las competencias de Alimentación. Planas ha sido consejero de la Junta, embajador en Marruecos y secretario general del Comité Económico y Social Europeo. En Andalucía, lideró unas elecciones primarias en competencia a Susana Díaz, aunque no consiguió los avales suficientes.

Las organizaciones de cooperativas y de distribución han acogido con alegría su continuidad. En las organizaciones agrarias, UPA se ha felicitado, mientras que Asaja le rechaza y Coag mantiene una posición intermedia.

El presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España, Ángel Villafranca, ha aplaudido que Luis Planas continúe al frente del Ministerio de Agricultura, un ministro con el que la interlocución "está al día" y que reconoce la labor que el cooperativismo desarrolla en el país.

Las opiniones son dispares entre las organizaciones agrarias andaluzas. El presidente de Asaja, Ricardo Serra, ha lamentado la permanencia de Planas y ha recordado "el efecto tan negativo" que ha tenido "no solamente la nueva Política Agraria Común (PAC) para el sector de andaluz, con una pérdida de casi 500 millones en el plazo de estos cinco años, a también su poca defensa del sector frente a países terceros".

"Por su parte, el secretario general de Coag, Miguel López, en un audio enviado a Europa Press ha llamado a un proceso de análisis, de valoración y de debate. "Una interlocución con el sector para definir claramente qué modelo es el que queremos implantar en nuestro país", ha apuntado. En este sentido, ha dado a elegir entre un modelo profesional, que garantiza la economía, el tejido productivo, el empleo y la fijación de la población al territorio, o por los mercados financieros y los fondos de inversión que "vienen a quedarse con el territorio y con los recursos públicos".