La Línea vive conmocionada el arresto del terrorista de Al Qaeda
Llevaba más de un año viviendo en una casa de la calle Virgen de Loreto y no despertó sospechas entre sus vecinos · Era encargado de una empresa de construcción en Gibraltar y cruzaba la Aduana a diario
Incredulidad, sorpresa y conmoción. Así se vivió ayer en La Línea la noticia de la desarticulación de una red de Al Qaeda y del arresto de uno de sus supuestos miembros en la ciudad. Estos sentimientos eran mucho más intensos en la barriada de Mirasierra, una de las zonas más humildes de La Línea, donde se desarrolló la operación policial y se encontraba la vivienda de uno de los integrantes de esta organización, un ciudadano de origen turco.
El arrestado llevaba más de un año viviendo con su mujer y sus dos hijos en el número 38 de la calle Virgen de Loreto, una casa unifamiliar que según los vecinos habían comprado y habían reformado en su integridad. Desde el exterior la casa parece un búnker y sólo se ve una antena parabólica.
El supuesto terrorista trabajaba en Gibraltar en una empresa de construcción y era conocido relativamente en el barrio ya que su presencia había pasado desapercibida para la mayoría de los vecinos. Este diario supo ayer que llevaba dos años trabajando como encargado de dicha empresa, de la cual la Policía se llevó ayer los ordenarores. Debido a su actividad laboral, cruzaba a diario la Aduana con Gibraltar.
"Trabajaba con mi marido en una empresa de construcción en Gibraltar y era una persona normal. Nunca vimos nada raro", comentó una vecina.
Los inquilinos de la vivienda situada justo al lado se mostraron reacios a hablar. El propietario aseguró que no quería saber nada de lo ocurrido, reconoció que había hablado en algunas ocasiones con su vecino y que nunca tuvo sospechas de que pudiera ser un terrorista islámico. "No sé nada ni quiero saber nada. Hemos pasado toda la noche sin poder salir de nuestra casa y ha sido horrible".
A pocos metros de la casa, en un bar, varios hombres comentaban lo ocurrido aunque nadie quería hablar. "Lo hemos visto por el barrio y era una persona normal. Nunca observamos nada raro", explicaban quienes se atrevían a comentar algo ante los medios.
Justo al lado, en la puerta de una peluquería, un grupo de mujeres hablaba de lo ocurrido. "Esto ha sido una feria esta noche. Hemos estado despiertas hasta las siete de la mañana. Nos hemos quedado de piedra cuando nos hemos enterado de que en esa casa vivía un terrorista", decían.
Y es que la operación policial comenzó por la tarde y no concluyó hasta la mañana siguiente. Tal y como informó este diario en su edición de ayer, un amplio dispositivo del Cuerpo Nacional de Policía blindó la calle Virgen de Loreto. Numerosos vecinos estuvieron todo el tiempo en la calle para ver qué ocurría. Algunos, incluso arrojaron piedras y objetos contundentes contra los agentes, y es que en esta zona son frecuentes las operaciones contra el narcotráfico, por lo que algunos pensaron que se trataba de una intervención de este tipo. "Les han tirado piedras a los policías, encima de que estaban deteniendo a un terrorista que tenía explosivos en la casa. No hay vergüenza", indicaba otra vecina. Las piedras fracturaron los cristales de un vehículo policial aunque ningún agente resultó herido.
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