Muere Joaquín Ruiz-Giménez, el primer Defensor del Pueblo de la Democracia
El político y catedrático de Derecho ha fallecido a los 96 años. Fue representante de Unicef, ministro de Educación y embajador de España ante la Santa Sede.
Madrid/El político democristiano Joaquín Ruiz-Giménez, primer Defensor del Pueblo de la Democracia en España y después representante de nuestro país de Unicef durante trece años, ha fallecido a los 96 años de edad.
Ruiz-Giménez fue ministro de Educación durante el franquismo (1951-1956), más tarde aglutinó parte de la oposición al régimen fundando la revista Cuadernos para el Diálogo y, ya en la democracia, fue el primer Defensor del Pueblo (1982-1987). Ruiz-Giménez nació en Hoyo de Manzanares (Madrid), el 2 de agosto de 1913, hijo del que fuera ministro de igual nombre de Gobernación e Instrucción Pública y alcalde de Madrid durante el reinado de Alfonso XIII. Doctor en Derecho por la Universidad de San Bernardo de Madrid, inició estudios de Filosofía y Letras, que tuvo que abandonar en 1936 por la Guerra Civil.
Detenido varias veces al inicio de la contienda, estuvo encarcelado en Madrid, aunque consiguió trasladarse a Marsella (Francia), desde donde regresó para incorporarse al ejército del denominado bando nacional. Nombrado concejal del Ayuntamiento de Madrid tras la guerra, fue también profesor ayudante de Derecho.
Profesor de la Universidad de Sevilla, en 1945 fue uno de los encargados de redactar el Fuero de los Españoles, y en 1947 designado profesor encargado de la cátedra de Relaciones Iglesia-Estado de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de Madrid. En agosto de 1948 fue nombrado embajador en la Santa Sede con el objetivo de preparar el Concordato, labor que interrumpió al ser designado ministro de Educación Nacional, el 16 de julio de 1951.
Intentó una reforma interna del sistema educativo y creó un juzgado de rehabilitación y revisión de expedientes administrativos para reponer a maestros y profesores apartados. Autorizó congresos como el II de Poesía en Salamanca y el de Escritores Jóvenes, impulsado por Dionisio Ridruejo, y vivió los graves disturbios entre jóvenes pro y antifalangistas, que motivaron su cese ministerial, en 1956. Volvió a la cátedra de Filosofía del Derecho y Derecho Natural en la Universidad de Salamanca.
Designado por Franco consejero nacional, en 1957 formó parte de las Cortes, donde se opuso al proyecto de ley sobre el juramento de los funcionarios y la ley de asociaciones. Finalmente, apartado del régimen, dimitió como consejero nacional, en enero de 1965.
Fue por oposición catedrático del Derecho y Derecho Natural de la Universidad de Madrid y, en 1963, fundó la revista Cuadernos para el Diálogo, en un intento de apertura del régimen franquista, y que a finales de los sesenta se convirtió en plataforma de todos los sectores democráticos.
En 1968 sucedió a Manuel Jiménez Fernández al frente de Izquierda Demócrata Cristiana, que pasó a llamarse Izquierda Democrática (ID), y en 1972 integró la cúpula del Equipo Demócrata Cristiano del Estado Español, reconocido en la Unión Europea Demócrata Cristiana, tras su primera reunión clandestina (1973). Entre 1973 y 1976 fue presidente de la Comisión Nacional Justicia y Paz y en 1975 vicepresidente del Instituto Internacional de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo.
Tras la muerte de Franco, ID dejó la clandestinidad y Ruiz-Giménez participó en la formación de la Junta Democrática y la Plataforma Democrática. Elegido en marzo de 1977 presidente de la Federación de la Democracia Cristiana, encabezó la candidatura por Madrid en las elecciones del 15 de junio, sin éxito; el partido se disolvió en 1979.
Presidente del Club de Amigos de la Unesco, en 1982 fue elegido primer Defensor del Pueblo por el Congreso con 304 votos a favor, y ratificado por el Senado.
El 25 de mayo de 1983 impartió su última lección oficial en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y el 2 de agosto se jubiló. Promovió con el Gobierno vasco diversas medidas de reinserción social de miembros de ETA que hubieran abandonado las armas y cesó como Defensor del Pueblo al concluir su mandato de cinco años.
Retirado de la vida política, entre 1988 y 2001 fue presidente del Comité Español de Unicef, cargo que compatibilizó con el de vicepresidente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). En 1994 integró el Comité de Honor de la Campaña Europea contra el Racismo, la Xenofobia, el Antisemitismo y la Intolerancia.
Es autor de obras de derecho y ha recibido distinciones por su defensa de la democracia y los derechos humanos, entre ellas el Premio de Derechos Humanos de la Abogacía Española (2002), el galardón Fundación Abogados de Atocha (2006) y el Premio Pelayo para juristas de reconocido prestigio (2008). Casado desde 1940 con Mercedes Aguilar, fueron padres de once hijos.
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