Irene Montero: “El frente amplio planteado por Yolanda Díaz es incuestionable"
Entrevista con la ministra de Igualdad
La dirigente de Unidas Podemos defiende las políticas impulsadas por su partido en la coalición con el PSOE y los avances en "nuevos derechos feministas" de su departamento
Irene Montero (Madrid, 1988) está “prudentemente satisfecha” de la andadura de la coalición de Gobierno que acordaron PSOE y Unidas Podemos hace ahora dos años. Incluye ahí el papel que la dirigente morada otorga a su formación y a los logros de su propio ministerio en la “consolidación de nuevos derechos feministas”. “Estamos demostrando que tenía sentido proponer un gobierno de coalición y que tiene sentido la existencia de una fuerza política como la nuestra que no tiene una sola deuda con los bancos y que defiende los intereses de las mayorías”.
–¿Eso no ha cambiado al involucrarse en el acuerdo para elegir a los nuevos miembros del TC?
–La vieja política le había dicho a la ciudadanía que sólo dos partidos tenían la legitimidad para los grandes acuerdos de Estado: PP y PSOE. La nueva política significa reconocer, con legitimidad, que en democracia las diferentes fuerzas políticas pueden sentarse en la mesa de los mayores y tomar las grandes decisiones de país.
–Pero en esa mesa sólo estaban ustedes con PSOE y PP.
–Hemos garantizado una cuestión de radical salud democrática:acabar con el secuestro de los órganos constitucionales por parte de la derecha o la extrema derecha.
–¿Eso no les convierte en uno de esos partidos de la casta que criticaban antes?
–No sé cuál sería la alternativa a eso. Sólo si ejerces el poder desde el Gobierno puedes mejorar la vida de la gente. Estas decisiones que les corresponden a los representantes soberanos de la ciudadanía.La ruptura del bipartidismo es una condición necesaria para la democratización de nuestro país.
–Teresa Rodríguez argumentó su salida de Podemos afirmando que gobernar con el PSOE obliga a asumir sus “contradicciones”. ¿Tenía razón?
–Somos conscientes que no conseguimos todas las reformas que queremos y de que somos la fuerza minoritaria del Gobierno. Pero con UPse crea un nuevo derecho, el Ingreso Mínimo Vital, y se implementan los ERTE para proteger a los trabajadores y sostener a las empresas ante la mayor emergencia de los últimos cien años. Gobernar implica contradicciones y, a veces, son muy difíciles de afrontar. Por eso ese frente amplio por el que apuesta Yolanda Díaz es fundamental. Cuando uno reflexiona sobre esas contradicciones colectivamente, toma mejores decisiones que en soledad
–¿No sería mejor estar en una coalición donde los socios hicieran menos ruido?
–Siempre que se habla del ruido es para obviar el debate central. Los gobiernos están para cumplir los acuerdos que han alcanzado entre formaciones políticas y con la ciudadanía. La realidad política de nuestro país está sobreactuada y eso en la ciudadanía eso provoca hastío, pero la derecha y la extrema derecha quieren que sólo se hable de eso. Eso es antipolítica.
–Muchas veces el ruido sale desde dentro del Gobierno.
–En el Gobierno hay debate, pero también capacidad de llegar a acuerdos. No hay que confundir el debate del ruido con el sano debate democrático.
–La Junta insiste en que el Gobierno maltrata a Andalucía.
–Hay andaluces que pueden sentir que tienen dificultad para acceder a sus derechos. Pienso en las mujeres y en los datos de pobreza femenina, que en Andalucía son escandalosos. Eso debe traducirse en una apuesta valiente por políticas de justicia social. Me refiero al IMV, a la reforma laboral o a las políticas de conciliación. Y eso sólo se resuelve con una fuerte apuesta por los servicios públicos de calidad y políticas redistributivas. La alternativa es un PPque vive secuestrado por Vox.
–Pero es imposible obviar que hay partidos nacionalistas a los que el Gobierno acaba contentando y que los perdedores son los territorios, como el andaluz, que no tienen un partido que pueda ejercer de PNV.
–El foco no está en el carácter nacional o territorial de las formaciones políticas, sino en la claridad del programa político que sean capaces de poner encima de la mesa. El Gobierno está haciendo un trabajo impecable de financiación de determinados proyectos y en servicios públicos fundamentales. El compromiso con Andalucía es incuestionable y el Presupuesto autonómico andaluz es uno de los que más dependencia tiene de la aportaciones del Estado.
–Unidas Podemos por Andalucía casi acaba de echar a andar después del fracaso de Adelante. ¿Le preocupa no estar preparados ante unas elecciones?
–En Andalucía estamos afrontando con mucha fuerza ese ciclo electoral de frente amplio que Yolanda Díaz ha propuesto. Quiero ser muy respetuosa con la autonomía de UP en Andalucía para tomar decisiones, pero creo que están haciendo un trabajo excelente.
–El frente amplio parece más complicado en Andalucía que en ningún sitio porque son las primeras elecciones previstas y la ruptura ha sido muy dura
–Confío plenamente en Toni Valero y Martina Velarde y en el espacio que están tejiendo.
–¿Pero ve posible un frente amplio más allá de UP?
–El frente amplio es incuestionable, así lo ha planteado Yolanda Díaz y es unánime.Hemos dado muestras suficientes de que la voluntad de construir, crecer y ampliar las alianzas es una seña de identidad de nuestro proyecto. No obvio que la mayor de nuestras debilidades son los conflictos internos, pero nuestra voluntad de sumar ha estado siempre ahí. Hemos sido decisivos en la constitución de esa mayoría de Estado progresista y plurinacional que implica a UP, al PSOE, a ERC, Bildu y el PNV.
–Suena mucho más difícil hoy una alianza con Teresa Rodríguez que con Bildu o el PNV.
–Si alguien puede conseguir eso es Yolanda Díaz.
Las políticas del Ministerio de Igualdad
–¿Hay un aumento de agresiones sexuales a mujeres?
–Las violencias sexuales siempre han permanecido en lo oculto. Una de cada dos mujeres ha sufrido algún tipo de violencia sexual y ocho de cada diez deciden no denunciar, sino contárselo a una amiga. Todavía es muy difícil tener datos precisos de si están aumentando o no las agresiones tanto por el nivel de infradenuncia como por la falta de recursos para contarles a esas mujeres que si acuden a un centro de salud o los servicios sociales van a ser atendidas y creídas. Esa es la importancia de la ley de garantía integral de libertad sexual. El avance del feminismo provoca que haya más agresiones que se denuncian, pero el movimiento feminista está siendo cuestionado desde las instituciones por parte de la extrema derecha de nuestro país y, desgraciadamente,a veces también por la derecha.Tenemos que abandonar la cultura del terror sexual, en la que las mujeres se sienten inseguras en sus contextos de trabajo por si un jefe les hace un mal comentario. Los hombres y las mujeres tienen que entender que sólo si se dice sí, si hay un consentimiento, podemos estar hablando de una relación sexual consensuada.
–Hay quien resta importancia a este asunto.
–Hay que cortar en seco los intentos de ridiculización de las demandas del movimiento feminista. Dicen que se va a prohibir el piropo y que no se le va a poder decir guapa a una mujer.Mire, si no sabe distinguir entre un comentario agradable y otro ofensivo, el problema lo tiene usted. La diferencia entre un comentario agradable y un acto de violencia verbal es abismal.
–El número de muertes por violencia de género no caen pese a la inversión y la difusión. ¿Hay un error de enfoque?
–Las políticas de igualdad están salvando vidas. La inversión económica histórica que hemos hecho sirve para que las mujeres sean atendidas y también ayuda a la sensibilización y la detección precoz. Los médicos, por ejemplo, tienen que estar formados para detectar posibles situaciones de violencia y hacer las preguntas adecuadas, que muchas veces es la clave para que una mujer denuncie una situación de violencia. Pero hasta que no consigamos erradicar los asesinatos y todas las violencias sexuales y de género, no vamos a estar satisfechas. El Ministerio de Igualdad centra más de sus recursos en detectar hasta el más mínimo detalle que pueda estar fallando para acabar con eso.
–La ley también recibe críticas porque, aseguran ciertos partidos, se elimina la presunción de inocencia para los hombres. También hay críticas por la defensa de las cuotas.
–Cuando el debate es honesto y no un intento de ridiculización o anulación de la posición política de las feministas, creo que lo más importante es explicarlo. No tiene explicación que, siendo las mujeres la mitad de la población, haya enormes sectores donde se toman decisiones importantes, como los consejos de administración, donde sistematicamente los mejores y más válidos son hombres. Es interesante este debate justo a propósito de la emergencia sanitaria. Nos hemos dado cuenta que las mujeres, desde edades muy tempranas, somos educadas para cuidar. Las tareas de cuidados, como hacer la comida, llevar a los niños al médico y mantener la casa limpia, las hacen fundamentalmente las mujeres. Eso es tiempo que dejan de invertir en otras tareas necesarias para poder ser las mejores en su puesto de trabajo, pero también ir un día al teatro. ¿Cuántas mujeres retrasan sus citas médicas porque tienen que quedarse con sus nietos? La forma de organización de nuestra sociedad está sostenida sobre los hombros de las mujeres, sobre esas tareas de cuidados y los empleos más precarios, que siempre se los quedan las mujeres. Cuidar es una responsabilidad de todos y los hombres también ganan cuando cuidan. Los mandatos del machismo no sólo vulneran todos los derechos de las mujeres. Para los hombres también hay mandatos machistas: no llores o sé siempre el más valiente. Esos mandatos son la base de las violencias contra el colectivo LGBTI. Si te gustan los hombres no eres lo suficientemente hombre y mereces el castigo de la sociedad.
–La ley trans ha sido un motivo de disputas bizantinas en el Gobierno de coalición. ¿Ha cambiado la situación?
–La ley trans va a permitir saldar una deuda histórica con las personas trans, reconociendo su propia existencia y la libre determinación de género. Ojalá avancemos en los derechos de las personas no binarias. Honestamente, esta ley y la del sí es sí son importantes para la consolidación de esa nueva generación de derechos feministas. En una legislatura vamos a plantear un paquete de políticas públicas que actualizan y amplían las posibilidades de felicidad de las mujeres y las personas LGTBI. Con todos los errores que podemos cometer, podemos estar satisfechas del trabajo que estamos realizando.
También te puede interesar