Las Claves
Pilar Cernuda
La corrupción acecha a La Moncloa
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha vuelto a agitar un debate de investidura con un discurso en el que ha reivindicado las protestas en las calles para defender las instituciones frente a los "antisistema" del Parlamento. "Hay más delincuentes potenciales en esta Cámara que allí fuera", ha dicho. La frase de Iglesias ha provocado los aspavientos de muchos de los diputados desde sus escaños y hasta la interrupción de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien en un intento de poner orden le ha recordado al secretario general de Podemos su obligación de respetar el "honor" de todos los parlamentarios.
"Me debo al honor de mi patria y de los ciudadanos de este país, y no de esta Cámara", ha contestado Iglesias, quien, entre las protestas de buena parte del hemiciclo, se ha atrevido a bromear afirmando que podría ser "divertido" que algunos diputados pidieran un turno de palabra al haberse dado por aludidos cuando ha hablado de "potenciales delincuentes".
Poco después les ha puesto incluso nombres y apellidos recordado los escándalos que han salpicado a los diputados del PP Pedro Gómez de la Serna, Vicente Martínez Pujalte o el ex ministro José Manuel Soria.
Mesura le ha recomendado el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ante esos "gruesos" calificativos y durante un vivo intercambio de opiniones, bromas sobre Twitter y SMS incluidas, en el que el líder del PP le ha recordado al de Podemos que ahora forma parte y está en el Parlamento y no en la calle gritando "no nos representan" como proclamaba el 15-M.
Por eso, le ha preguntado si cree que los manifestantes que secunden el "Rodea el Congreso" el próximo sábado durante la votación de su investidura piensan que Iglesias tampoco les representa.
Y es que el líder de Podemos ha subido hoy a la tribuna en una situación muy distinta a la de anteriores investiduras, reclamando para Unidos Podemos el papel de "oposición real" y "de verdad", una vez que el PSOE le entregará el Gobierno a Rajoy, y haciendo bandera de las movilizaciones en favor de la vivienda, la sanidad o la educación públicas, y del derecho de los sindicatos a convocar una huelga general contra una reforma laboral.
No hay que tener miedo a los ciudadanos que salen a las calles a "defender las instituciones" frente a quienes las convierten en sus cortijos privados, ha continuado Iglesias, que ha cuestionado la participación de exministros de PP y PSOE, como Josep Borrell, en consejos de administración de las grandes empresas, lo que ha calificado como "corrupción legalizada".
Rajoy ha asegurado que no tiene miedo ni a las manifestaciones ni a las huelgas, derechos que reconoce la Constitución, lo que Iglesias ha dicho comprender porque el PP a quien tiene que tener miedo es a los jueces que buscan sus discos duros o registran su sede. El líder de Podemos ha criticado las políticas del PP, al que ha prometido que siempre les tendrá enfrente y ha marcado distancias entre "la triple alianza" de PP, PSOE y Ciudadanos que entregará el Gobierno a Rajoy y su formación, a la que ha definido como una fuerza política de orden.
Se ha mostrado orgulloso de que Podemos "no vaya a pasar por el aro" de entregar el Gobierno al PP en un contexto histórico como este en el que, en su opinión, se ha puesto fin al sistema del turnismo entre socialistas y populares y al régimen del 78. Lo que también ha lamentado es que ese acuerdo haya dejado fuera a las naciones sin Estado de "este país plurinacional, a los menores de 45 años y a las grandes ciudades".
"El tiempo pondrá a cada uno en su lugar", ha advertido el secretario general de Podemos, al que Rajoy ha instado también a interiorizar la victoria electoral del PP y asumir que fueron los 'populares' y no la formación morada los que ganaron los dos últimos comicios y tienen por tanto ahora la "razonable" oportunidad de formar gobierno.
También te puede interesar