La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
España
Madrid/Varios grupos falangistas se van a concentrar el próximo lunes en el cementerio de San Isidro para recibir los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera, que ese mismo día será exhumado del Valle de los Caídos.
Aunque no existe una convocatoria oficial, a mediodía se producirá una concentración de simpatizantes del fundador de Falange, asesinado en 1936 al inicio de la Guerra Civil, según han indicado a Europa Press fuentes del partido.
La previsión es que se reúnan varios centenares de personas en el cementerio madrileño, ubicado en el distrito de Carabanchel, después de que el Gobierno anunciase que este lunes se producirá la exhumación de los restos de su tumba, ubicada en la basílica del Valle.
La tumba se encuentra justo al lado del lugar en el que se encontraba la del dictador Francisco Franco, que también fue trasladado por decisión del Gobierno de Pedro Sánchez en octubre de 2019. Sus restos fueron transportados en helicóptero y reubicados en el cementerio de Mingorrubio en El Pardo.
Las citadas fuentes trasladan el malestar existente en los círculos falangistas por que el Gobierno haya hecho coincidir la salida de Primo de Rivera del Valle de los Caídos con el 120 aniversario de su nacimiento, el 24 de abril de 1903. Critican también que se produzca cerca del inicio de la campaña electoral de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo.
Apuntan además que el Valle de los Caídos permanece cerrado desde la noche del jueves, por lo que resulta imposible acceder al recinto y ya está en marcha un dispositivo para desviar el tráfico. Previsiblemente, la exhumación se llevará a cabo el lunes a primera hora y a continuación se producirá el traslado a San Isidro.
Además de la concentración del lunes, está previsto que se lleve a cabo otro homenaje en los próximos días en la nueva ubicación de los restos de José Antonio, hijo de Miguel Primo de Rivera, que dio un golpe de Estado y gobernó España entre 1923 y 1930.
Este será el quinto entierro del fundador de Falange, que fue fusilado en la cárcel de Alicante en 1936 y enterrado en una fosa común. Dos años después sus restos mortales se colocaron en un nicho, en el mismo lugar. Una vez finalizada la Guerra Civil, en 1939, fue exhumado de nuevo y llevado desde Alicante hasta El Escorial.
Su ataúd fue acarreado a pie por falangistas durante 10 días, pasó por Aranjuez, recorrió la Gran Vía de Madrid y entró en el monasterio de El Escorial el 30 de noviembre de 1939. Allí fue recibido por Franco y enterrado junto al altar mayor de la basílica.
Años después, en noviembre de 1959, cambió otra vez de ubicación, el día antes de que se inaugurase el Valle de los Caídos, y quedó enterrado en un lugar de honor en la basílica de Cuelgamuros. Ahora volverá a ser reubicado por deseo expreso de la familia, que se adelantó a la aprobación de la Ley de Memoria y solicitó al Gobierno su salida del Valle.
De este modo sus familiares pretenden dar cumplimiento a la petición del propio Primo de Rivera, que dejó escrito en su testamento que quería descansar en un cementerio católico. Desde el pasado octubre, con la entrada en vigor de la ley, el Valle se convirtió en cementerio civil.
Respecto a posibles sanciones que el Gobierno pudiera aplicar por los homenajes a Primo de Rivera, los partidos falangistas se muestran convencidos de que no existe base jurídica para sancionarles, ya que realizan un homenaje a una víctima de la Guerra Civil, según argumentan.
El Gobierno ya abrió un expediente a Falange por varias manifestaciones el pasado 20 de noviembre. Señalan sin embargo que el proceso se encuentra detenido y que la Secretaría de Memoria Democrática, que depende del Ministerio dirigido por Félix Bolaños, les trasladó en marzo que abría un periodo de tres meses -hasta junio- para recabar más información y poder aplicar posibles sanciones.
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