Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
El Gobierno ha aprobado este martes la reforma del Reglamento de extranjería, un decreto que flexibiliza trámites para conceder autorizaciones de trabajo y que, como principal novedad, permitirá a inmigrantes sin papeles con dos años en España regularizar su situación si se forman para cubrir empleos poco demandados.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha considerado que la reforma permitirá abordar con mejores instrumentos los retos migratorios y propiciar una migración "regular, ordenada y segura".
Inclusión, que busca favorecer la incorporación de inmigrantes al mercado laboral, asume que los actuales procedimientos son en muchos casos "lentos e inadecuados", lo que genera periodos prolongados de irregularidad y se convierte en un caldo de cultivo para la economía sumergida.
Para facilitar la incorporación al mercado de trabajo de las personas que están en España, se actualizan las figuras de arraigo laboral, social y familiar, así como la reagrupación familiar.
Se crea además el "arraigo para la formación", que permitirá a inmigrantes que lleven dos años en España y quieran formarse en profesiones "particularmente deficitarias" que puedan hacerlo, generando una "pasarela" hacia el mercado de trabajo, ha explicado Escrivá.
Contarán con una autorización provisional de un año, prorrogable a otro, para realizar una formación reglada para el empleo y después podrán solicitar autorización de residencia y trabajo por dos años si presentan un contrato.
Junto a este punto, se mejora la normativa para favorecer la permanencia de los estudiantes extranjeros en España: se les permitirá compaginar la formación con el trabajo siempre que no se superen las 30 horas semanales y se eliminan las restricciones que tienen ahora para incorporarse al mercado laboral tras acabar los estudios.
Según Inclusión, en esto momentos hay unos 50.000 estudiantes no comunitarios matriculados en España, entre los que hay perfiles de alta cualificación.
También se flexibilizan los requisitos para que los extranjeros puedan conseguir una permiso para trabajar por cuenta propia, que ahora, en palabras de Escrivá, son "extraordinariamente complejos y exigentes hasta ahora".
Según las cifras de Migraciones, en 2021 solo se concedieron 285 autorizaciones iniciales de trabajo para autónomos.
Para mejorar y facilitar la contratación en origen, la reforma modernizará el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura para intentar adecuarlo a las necesidades reales del mercado.
Se simplifican en ese contexto también los trámites de la denominada migración circular, en la que los trabajadores regresan a su país tras finalizar el contrato: se concederán de cuatro años para trabajar nueve meses al año con compromiso de retorno.
Escrivá ha destacado como objetivo mejorar la gestión de los expedientes de extranjería, para lo que se reducen trámites y se dotará de apoyos a las desbordadas oficinas de extranjería, que actualmente tardan de media nueve meses en tramitar una autorización de residencia y trabajo.
El ministro ha descartado hacer una estimación de cuántos trabajadores podrán salir de la economía sumergida con esta reforma y ha asegurado que ése no es el objetivo de la misma, sino modernizar todo el sistema.
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