El Gobierno vasco cree que debe haber "un acta de defunción clara" que asegure el fin de ETA

En su opinión, una estrategia de desmantelamiento estrictamente policial no garantiza el abandono de la violencia, algo que sí haría una declaración colectiva y manifiesta de acabar con ella.

Europa Press

23 de septiembre 2015 - 11:21

BILBAO/El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, cree que debe haber "un acta de defunción clara que acredite que el fin de ETA es definitivo y comprometido" porque el desmantelamiento estrictamente policial no facilita "la certeza" de que el abandono de las armas "es claro e incuestionable". En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida, Erkoreka ha aludido, de esta forma, a las palabras del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que aseguró que el descabezamiento de la cúpula de ETA supone "el acta de defunción de ETA".

El representante del Gobierno vasco ha considerado que "un acta de defunción se firma cuando existe la certeza absoluta de que el cadáver existe, pero no puede haberla cuando, simplemente, la persona ha desaparecido y nadie tiene constancia de cuál es su paradero". "Puede existir la sospecha de que murió, pero difícilmente se puede expedir un acta de defunción cuando la persona ha desaparecido y nadie ha visto su cadáver", ha apuntado.

Por ello, ha recordado que el Gobierno vasco preconizaba un fin ordenado de la violencia en el que "alguien, en nombre de ETA, diga claramente que han tomado la decisión colectiva de abandonarlo y lo hacen en condicionales incondicionales, unilaterales, entregando las armas, reconociendo el daño injusto causado, y con el compromiso de no reanudar más" la violencia. "Y esto es, de alguna manera se pierde, cuando se opta por una estrategia estrictamente del desmantelamiento policial porque el desmantelamiento policial no tiene nunca la garantía y la certeza de que al otro lado se ha llegado al compromiso de abandonar las armas, de cerrar la persiana y hacerlo, además, en las condiciones que exige una sociedad democrática", ha manifestado.

Josu Erkoreka ha indicado que "el fin de ETA, en el contexto de una sociedad democrática, tiene que hacerse tendiendo puentes hacia la integración en un modelo de convivencia en el que necesariamente tiene que prevalecer el principio de que la violencia utilizada como instrumento de acción política es siempre injusta, negativa y despreciable". "Si no se hace desde esas bases, si alguien se reserva la posibilidad de poder sostener que, en el pasado, en un momento determinado, cuando a mí me convino, la violencia estuvo bien, aunque ahora no convenga estratégicamente, no estamos en un planteamiento serio de integración en una sociedad democrática y en una convivencia respetuosa y civilizada", ha añadido.

Reconocimiento del daño causado

Erkoreka ha recordado la propuesta que hizo el Ejecutivo vasco a ETA para abordar un final ordenado de la banda. "Era una oferta dirigida a una ETA y a una izquierda abertzale que veíamos que estaban posponiendo decisiones estratégicas y poniendo en riesgo algunas condiciones del fin ordenado que nosotros preconizábamos", ha apuntado.

En esta línea, ha señalado que la izquierda abertzale "actuaba en clave autosuficiente y poco realista, en el sentido de que estaba posponiendo decisiones estratégicas", como la del desarme, la política de los presos o "la de empezar a hacer una afirmación inequívoca reconociendo el daño injusto causado". Según ha explicado, esto "les exponía al riesgo de que, en un contexto como el europeo, donde los estados miembros colaboran entre sí en la lucha contra el terrorismo y en el marco de un estado de derecho, la hipótesis de un desmantelamiento estrictamente no se podía descartar".

"Y lo lógico era que empezaran a trabajar y no a posponer decisiones estratégicas que tenían que tomar, y como no lo hacían, les tendimos la mano para que lo hicieran, pensando en que el fin ordenado, con acta de defunción, siempre es más seguro, más sólido para organizar la convivencia futura que un desmantelamiento estrictamente policial, que puede ser fruto de una estrategia correcta en lo policial, pero que no facilita las cosas de cara a tener la certeza de que el cese de ETA es definitivo, de que el abandono de las armas es claro e incuestionable y de que hay un compromiso de integrarse en una sociedad democrática con los valores y los principios que ello entraña", ha dicho.

En este sentido, ha manifestado que "lo que la izquierda abertzale no puede es echar las culpas a los demás ahora de errores que son estratégicos suyos". "Son ellos los que han demorado eso", ha aseverado. El portavoz del Gobierno vasco cree que "todavía queda pendiente que "alguien, por parte de ETA, en nombre del colectivo, pueda certificar que han abandonado las armas" en las circunstancias adecuadas.

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