Ni el Gobierno ni La Zarzuela indican dónde está Juan Carlos I
Varias fuentes lo sitúan en La Romana, en República Dominicana, donde vive su amigo José Fanjul
El anterior jefe del Estado viajó desde Galicia a Portugal, donde residió de niño
Ni el Gobierno ni la Casa Real han comunicado dónde se encuentra el rey Juan Carlos, si en República Dominicana o en Estoril, en Portugal. Las respectivas embajadas de sendos países en España tampoco han aportado ninguna información. Sí se sabe que el emérito pasó el fin de semana en Sanxenxo, y que de allí viajó a Portugal. Algunas fuentes sostienen que voló hasta Dominicana, mientras otras lo sitúan en Estoril, donde residió con sus padres durante el exilio de éstos.
A pesar de las preguntas de los periodistas, el presidente Pedro Sánchez negó conocer dónde se encuentra el anterior jefe del Estado y dónde residirá, finalmente.
En la República Dominicana, Juan Carlos tiene a su amigo Pepe Fanjul, propietario del complejo hotelero Casa de Campo, situado en La Romana, en el país latinoamericano. La hermana de la abuela de este empresario del azúcar era Edelmira Sampedro, una cubana que se casó con el Príncipe Alfonso, hijo mayor de Alfonso XIII, abuelo de don Juan Carlos.
Sin embargo, según medios portugueses, Juan Carlos I se habría instalado en Estoril, que es donde pasó su infancia cuando allí residía su padre, don Juan de Borbón. Según aseguran estos medios portugueses, Juan Carlos I ya habría llegado al país luso, tan solo unas horas después de que se hiciera público el comunicado de la Casa Real en el que se informaba de su salida del Palacio de la Zarzuela tras 58 años de estancia.
El alcalde de Cascais, Carlos Carreiras, ya declaró al periódico Diário de Notícias que recibirán "con los brazos abiertos" al Rey emérito, que pasó parte de su infancia y juventud en esta localidad. Don Juan Carlos mantiene una gran amistad con la familia Brito e Cunha-Espirito Santo desde sus años portugueses.
En Estoril, la noticia ha creado una gran espectación. "Si viene de visita, todo bien", dice Augusto, sentado al sol de Estoril, sobre un eventual regreso de Juan Carlos I a esta localidad portuguesa. El gran refugio de los borbones el siglo pasado y de otras tantas monarquías refleja hoy incredulidad ante una nueva salida real.
A unos 25 de minutos de Lisboa, con un paisaje de playa, sol y tranquilidad, Estoril fue el hogar de la exiliada familia real española desde 1946, y allí vivió Juan Carlos I varios años de tardía adolescencia y primera juventud. En parte por esa estrecha conexión sentimental, las especulaciones sobre su llegada a esta zona tras marcharse de España este lunes se dispararon. No era descabellado, se argumentó, que retornase al inicio.
La posibilidad ha sido descartada a Efe por fuentes oficiales portuguesas, lo que no disipa la incredulidad que se ha instalado en Estoril en las últimas horas, donde hay buen recuerdo de Juan Carlos I y sus padres, los Condes de Barcelona, que cuentan incluso con una estatua en una rotonda que lleva su nombre.
Y es que los borbones son aquí una referencia de una época en la que Estoril era el refugio oficial de monarquías europeas sin corona: los Saboya, los Orleáns, los Hungría o los Bulgaria, todos pasaron por aquí buscando donde asirse tras el fin de la II Guerra Mundial.
"Si viene de visita, todo bien", dice a Efe Augusto Batista, un septuagenario, residente de toda en la vida en Cascais, y que toma el toma el sol frente a una playa casi vacía por culpa del coronavirus. Batista afirma recordar bien los años dorados de Estoril, en los que su célebre Casino era el centro de un imaginario de aristocracia, dinero y presentaciones en sociedad, como la protagonizada por la desaparecida infanta Pilar, hermana de Juan Carlos I, en el lujoso Hotel Palacio.
"Creo que el rey español debía quedarse en España y asumir lo que hizo allí, y quedarse con el pueblo del que fue rey", sostiene Maria Elena, que considera que "salir de España para ir para otro país es una falta de coraje y huir nunca está bien".
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